ULTRAJE A LAS MILES DE VÍCTIMAS DEL TERRORISMO INTERNACIONAL

2 de junio del 2005

No está muerta la filosofía de la Operación Cóndor

Denuncian víctimas e investigadores del terrorismo en América Latina

María Julia Mayoral

El imperialismo estadounidense no ha dado por muerta la doctrina de exterminio que significó la Operación Cóndor en los años setenta del siglo pasado; su actuación en el caso del connotado asesino Luis Posada Carriles y las agresiones a los pueblos de Afganistán e Iraq, lo demuestran.

Así lo denunciaron ayer víctimas de la represión y reconocidos investigadores de nuestro hemisferio, en la Mesa Redonda Internacional que prosiguió el debate sobre el tema, víspera de la realización hoy del encuentro internacional Contra el terrorismo, por la verdad y la justicia.

Pese a la sistemática desinformación de los grandes medios de prensa, crece la movilización de quienes, al conocer la verdad, reclaman justicia. Mientras, la Administración de Bush continúa ofreciendo evidencias de su complicidad con los terroristas: acaban de denegarle la visa al Presidente del Tribunal Supremo de Venezuela, quien este jueves recibirá las numerosas firmas recogidas por el Comité por la extradición de Posada Carriles, surgido en la nación sudamericana por iniciativa de víctimas de las dictaduras, quienes han decidido respaldar las gestiones oficiales del Gobierno bolivariano.

Para la abogada chilena Carmen Hertz, las torturas físicas y mentales, los asesinatos y desapariciones en los años de la Operación Cóndor, prosiguen hoy con la doctrina de la guerra preventiva.

Coincidentemente, el profesor universitario estadounidense James D. Cockcroft alertó que las bases económicas e ideológicas del terrorismo de Estado no han variado, aunque el supuesto enemigo haya cambiado y ya no sea el comunismo. Esas verdades —dijo— deben ser mejor conocidas por los ciudadanos de su país, víctimas de la manipulación mediática.

Manuel Guerrero, sociólogo chileno, aportó al análisis no solo su visión profesional de los efectos sociales y psicológicos del terror; él mismo fue víctima de la represión cuando apenas tenía 6 años de edad. Las huellas de la violencia vivida, relató, son imposibles de borrar, y hay quienes todavía no pueden contar lo sufrido y hacer el necesario duelo emocional. El especialista señaló las coincidencias entre el engranaje psico-social que estuvo detrás de la Operación Cóndor y las actuales guerras preventivas de EE.UU.

Cuando se recuerda lo acaecido durante los años de dictadura en América Latina, no estamos ante fenómenos del pasado; esa violencia prosigue, solo que en la actualidad adopta formas y métodos diferentes. Además, la aparente neutralidad de gobiernos de América Latina en el caso de Posada Carriles demuestra que en el fondo no ha habido una ruptura con la política imperial, la cual intenta legitimar nuevos procesos de represión, opinó Juan Andrés Lagos, integrante de la comisión política del Partido Comunista de Chile.

Tras 15 años de ardua investigación, el paraguayo Martín Almada pudo encontrar los documentos que le ayudaron a entender por qué él fue detenido y torturado en su país por oficiales extranjeros, y su esposa, asesinada. Almada encontró los archivos secretos de la Operación Cóndor en Paraguay, de lo cual ofreció detalles en la Mesa Redonda.

Carlos Enrique Wer, investigador social y periodista guatemalteco, reseñó con amplitud la intervención de Estados Unidos en el derrocamiento de gobiernos progresistas en América Latina. Hernando Calvo, periodista colombiano, al igual que otros panelistas, presentó evidencias de la participación de la mafia cubano-americana, y en especial de la Fundación Cubano Americana, en las operaciones encubiertas en la región. En tanto, el venezolano Jesús Marrero contó de Luis Posada Carriles, cuando este último dirigió personalmente torturas y vejaciones en Venezuela.

Las torturas que sufrí como persona, dijo, son insignificantes si se tiene en cuenta que se jugó con cientos de vidas humanas, con el dolor y el sufrimiento de pueblos enteros; reclamamos la extradición de Posada Carriles, comentó, no para causarle dolor ni con fin de venganza, buscamos una lección para la historia, ese es el objetivo de nuestro Comité.

   

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