2 de junio del 2005
El proceso contra los terroristas sigue abierto en Panamá
LOURDES PÉREZ NAVARRO
En Panamá el proceso
contra los terroristas Luis Posada Carriles, Pedro Crispín Remón
Rodríguez, Guillermo Novo Sampoll y Gaspar Jiménez Escobedo, no
está cerrado. El caso sigue abierto ante los tribunales, y las
personas que participaron en la evasión de estos criminales van a ser
procesadas y condenadas, aseguró a Granma el licenciado en
Derecho y Ciencias Políticas Julio Berríos Herrera, profesor de
Derecho Internacional de la Universidad de Panamá e integrante del
equipo de abogados que presentó querella por los delitos cometidos
por estos delincuentes de origen cubano en territorio panameño.
Estados Unidos procesa a Posada Carriles por violar leyes de inmigración y no por terrorismo, con lo cual queda al descubierto su doble moral, afirma el profesor Julio Berríos.
Por la comisión de dos
delitos (posesión de explosivos y falsedad de documentos) —rememora
Berríos— fueron condenados a ocho años de privación de libertad
Posada Carriles y Jiménez Escobedo, y a siete años Crispín Remón y
Novo Sampoll. Los cuatro pretendían volar el Paraninfo de la
Universidad de Panamá, con más de 5 000 personas en su interior,
para asesinar al Presidente Fidel Castro, que asistía en Panamá a la
Cumbre Iberoamericana.
"Nosotros
impugnamos la sentencia condenatoria, dado que el juez no tomó en
cuenta dos delitos adicionales: asociación ilícita para cometer
delitos y la utilización de armas de guerra que pueden ocasionar
peligro común a la sociedad, pues transportaron explosivos en un
vehículo por calles céntricas de Panamá.
"En
esa etapa del proceso legal, el 26 de agosto del 2004 la señora
presidenta Mireya Moscoso los indultó, en franca violación de la
Constitución Nacional, que solo permite esa gracia a delincuentes de
tipo político y para rebajar la pena o cambiarle la medida de
libertad vigilada a los condenados cuando han cumplido una parte de la
sanción. Estos `señores' no calificaban para el indulto, son
delincuentes comunes, y es sabido que sus conductas están vinculadas
al terrorismo."
Por ello, precisa el
destacado jurista, quienes intervinieron en la liberación de estos
criminales cometieron a su vez delitos por los que están siendo
procesados en estos momentos. La Fiscalía Tercera Anticorrupción
panameña, asegura, ha solicitado el llamamiento a juicio del director
de la Policía Nacional, de un oficial de la Fuerza Pública que
participó en el operativo, del Ministro del Interior, y del
subdirector de Emigración. Tendrán que sentarse próximamente en el
banquillo de los acusados, pues ejecutaron el indulto presidencial que
aún no tenía firmeza.
Sin embargo, de esto queda
exonerada Mireya Moscoso. Nuestra Constitución, explica el abogado,
establece que los presidentes no son responsables por los actos que
toman, sino el ministro del ramo que refrenda la decisión
presidencial; por eso escapa del procesamiento penal, pero moralmente
está condenada por la opinión pública.
"En
cuanto salió publicado el decreto que estableció el indulto, relata,
interpusimos dos acciones en su contra: un amparo de garantías
constitucionales para suspender los efectos de inmediato, mientras se
decidía la legitimidad de la decisión presidencial, y una
advertencia de inconstitucionalidad, que actualmente se ventila en la
Corte Suprema de Justicia. Solo depende de que un magistrado lea el
fallo para que pueda darse a conocer públicamente su contenido, pero
tenemos conocimiento de que declara la inconstitucionalidad del
decreto.
"Esto
nos permitirá solicitar la continuidad del proceso de apelación y
que se dicte la sentencia con aumento de la pena para los terroristas,
la que deberá cumplirse en Panamá. Tenemos un acuerdo de
extradición con los Estados Unidos desde 1904 que hasta el momento ha
sido cumplido, aunque en ninguno de los casos han estado involucradas
personas patrocinadas por el Gobierno estadounidense o mezcladas en
actos terroristas contra gobiernos que no le simpatizan al imperio. De
violar este acuerdo, al Gobierno panameño no le quedará otra
alternativa que hacer uso de los mecanismos que el Derecho
Internacional establece para tales situaciones."
Será una prueba de fuego
para los EE.UU. cumplir en esta oportunidad sus compromisos
internacionales frente a nuestro país, tal como nosotros los hemos
cumplido hasta el presente, subraya Berríos.
NEGAR LA EXTRADICIÓN
NO SIGNIFICA IMPUNIDAD
La actitud de los Estados
Unidos al no acceder a la solicitud de extradición de Posada Carriles
realizada por la República Bolivariana de Venezuela es, en opinión
del jurista panameño, una flagrante violación de las normas del
Derecho Internacional.
"Aparte
de eso, cuando un país niega la extradición no significa que pueda
proteger al delincuente; quien la niega tiene que comprometerse a que
va a sancionarlo de acuerdo con sus leyes y la naturaleza de los
delitos imputados, una vez que obtenga las pruebas del país
reclamante. La negación de la extradición no es para producir
impunidad.
"En
estos momentos los EE.UU. procesan a Posada Carriles por violar leyes
de inmigración, aún no se han referido a la situación de fondo: sus
actividades terroristas. Con esto queda al descubierto la doble moral
de su lucha antiterrorista, hacen una distinción entre un terrorismo
que consideran malo, el que va contra sus intereses, y otro que no lo
es, si participan sus agentes contra los intereses de otros miembros
de la comunidad internacional no afines a su política de hegemonía
mundial."
Pero no pueden engañar a
todo el mundo ni hacerlo todo el tiempo, su desplegada "campaña de
lucha contra el terrorismo" va quedando desenmascarada frente a la
opinión pública internacional, concluye Berríos Herrera.
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