14 de abril de 2005
Demandamos justicia
Aportaremos pruebas y
moveremos a la opinión pública mundial para sentar en el banquillo
de los acusados al connotado terrorista Luis Posada Carriles,
afirmó en su Intervención Especial de ayer el Comandante en Jefe
María
Julia Mayoral, Orfilio Peláez y Alberto Núñez
FOTOS: JUVENAL BALÁN
Sepa
el mundo que nosotros no vamos a reclamar a Posada Carriles, ni
pediremos la pena capital. Lo que demandamos es que haya justicia y
que lo envíen para Venezuela en virtud del acuerdo de extradición
que tiene ese país con Estados Unidos, o lo juzgue un tribunal
internacional en un lugar neutral, afirmó el Comandante en Jefe
Fidel Castro en su Intervención Especial de ayer en el Palacio de
las Convenciones, en la que abordó los últimos acontecimientos
relacionados con la solicitud de asilo presentada al Gobierno
norteamericano por ese connotado terrorista internacional.
Nosotros aportaremos
pruebas y moveremos a la opinión mundial, aseveró Fidel; incluso,
es mejor que viva y que no se vaya al otro mundo sin conocer la
justicia, porque en esta Tierra y en esta humanidad hay ansias de
justicia.
En sus palabras, el Jefe
de la Revolución calificó como un verdadero problema para las
autoridades norteamericanas la presencia de Posada Carriles en su
territorio y la barbaridad que tal hecho implica desde el punto de
vista ético por su participación en numerosos actos criminales.
Si el Papa dijo que el
bloqueo era inaceptable, proteger a un criminal, a un terrorista es
éticamente diez veces más inaceptable, como lo es también el
asesinato de personas inocentes, apuntó Fidel.
A renglón seguido se
preguntó cómo se podría justificar ante la opinión pública
mundial la concesión del amparo legal a Posada, pues el sentido de
la responsabilidad, el sentido común indica a cualquiera que eso
constituye una verdadera chapucería, como lo fue la elección
anterior en Estados Unidos; todo el mundo sabe que la mafia fue la
que ganó aquellos comicios mediante un fraude, acotó.
El Presidente de los
Consejos de Estado y de Ministros comentó al respecto un artículo
del periódico Washington Post fechado el 13 de abril, en el cual se
hace alusión a la carta del congresista demócrata William
Delahunt, que insta al Gobierno de Estados Unidos a rechazar el
pedido de asilo político de Luis Posada Carriles.
Según el propio
Delahunt, acceder a tal solicitud socavaría la credibilidad de la
nación del Norte en su lucha contra el terrorismo internacional,
pues se trata de un individuo que fue entrenado por la CIA y que
durante años ha estado relacionado con la voladura en pleno vuelo
de un avión civil cubano que provocó la muerte de 73 personas, e
involucrado también en ataques contra hoteles y en un plan para
asesinar en el 2000 al Presidente cubano durante una visita a
Panamá.
Al repasar otros
fragmentos de la misiva citados en el artículo del Washington Post,
Fidel indicó que el legislador demócrata dijo que dados los
antecedentes de Posada, debería buscársele para su arresto y no
hacer ningún tipo de análisis para ofrecerle protección legal. Si
está realmente en EE.UU. creo que debemos determinar cómo entró
al país y bajo qué circunstancias, plantea Delahunt.
Es posible que por sus
vínculos de muchos años con las actividades anticubanas, los
funcionarios estadounidenses se hayan hecho de la vista gorda, o lo
que es peor, hayan permitido la entrada de Posada Carriles. Si fuera
así, la credibilidad de Estados Unidos quedaría hecha añicos,
señala el congresista.
Sobre el tema, el líder
de la Revolución se preguntó cómo es posible que en un país en
guerra y donde muchos de sus hijos han muerto en actos terrorristas,
un criminal como Posada Carriles ingrese y permanezca oculto tantos
días.
Tras comentar varios
cables de agencias internacionales de noticias, Fidel fustigó los
términos usados por estas al calificar a tan repugnante personaje
de "disidente", "legendario luchador por la libertad", "combatiente
anticastrista" y otros calificativos que pretenden encubrir su larga
historia terrorista.
EL ARMA DE LA ÉTICA
Ahora,
denunció el Comandante en Jefe, ha salido a la luz pública en un
artículo publicado en Rebelión que funcionarios del Departamento
de Estado de EE.UU. contactaron con periodistas de importantes
medios de comunicación para que difundieran la tesis de que la
presencia de Posada Carriles en territorio norteamericano era
resultado de una operación de la inteligencia cubana dirigida a
desacreditar a Estados Unidos en víspera de la votación de la
resolución contra Cuba en la Comisión de Derechos Humanos, y "para
distraer la atención sobre la violación de esos derechos en la
Isla".
Preguntó Fidel si con
esta versión se pretende dar marcha atrás a la cosa, y si eso
será posible.
En los Estados Unidos
hay muchas personas que saben de Cuba y tienen ética, y si la
administración Bush decidiera buscarle refugio en un tercer país
al terrorista, luego esa gente se preguntaría si salió de verdad y
cómo lo hizo, apuntó el Jefe de la Revolución.
Afirmó que no debieron
inventar la teoría que involucra a la inteligencia cubana con la
permanencia de Posada en el país norteño, y recordó que nuestro
pueblo ha sido educado en la ética y en la verdad.
Recordó asimismo que
durante la guerra de liberación contra la tiranía batistiana, el
Ejército Rebelde hizo miles de prisioneros y ninguno de ellos
jamás fue ultrajado, golpeado o asesinado, ética que también se
puso de manifiesto en Playa Girón, cuando ninguno de los
mercenarios capturados fue maltratado, ni vejado.
A los asesinos y
criminales de guerra sí los juzgamos con todas las garantías y los
condenamos por sus fechorías, aseveró. Para nada, afirmó, nos
gusta la pena de muerte y solo la aplicamos en casos muy extremos
como un arma para la defensa de la Revolución. Sin embargo, en
Estados Unidos condenan a la pena capital a menores y enfermos
mentales, y precisamente el estado de Texas, donde el actual
inquilino de la Casa Blanca fue gobernador, figura en la lista de
los que tienen el mayor número de ejecuciones, indicó el Jefe de
la Revolución.
Fidel se cuestionó qué
habría pasado si a lo largo de la guerra contra Batista hubiera
sido al revés y los miles de prisioneros pertenecieran a las filas
revolucionarias. En ese sentido recordó lo que hicieron con los
combatientes del 26 de Julio cuando los sucesos del Moncada, lo que
le hicieron a Abel Santamaría, a Frank País, a los combatientes de
la clandestinidad. Aquel ejército que asesinó a tantos compañeros
valiosos, fue educado y entrenado por los imperialistas.
Valdría preguntarse
también qué hubiera ocurrido en Girón si el enemigo triunfa. Nos
hubieran hecho como en Guatemala, donde murieron bajo diferentes
gobiernos dictatoriales más de 100 000 personas, y se reporta un
número similar de desaparecidos, puntualizó.
Nosotros que hicimos la
guerra como caballeros, demostramos que para luchar y vencer lo que
hace falta es ética y moral. Nunca y aun bajo la peor variante de
una invasión, enseñaremos a nuestros soldados a matar cuando un
hombre se ha rendido, manifestó.
CONTUNDENTES
ARGUMENTOS
Al
inicio de su intervención ante cuadros del Partido y el Estado,
dirigentes de las organizaciones políticas y de masas, combatientes
de las FAR y el MININT, familiares de los Cinco Héroes y de
víctimas y sobrevivientes de las innumerables acciones terroristas
de Estados Unidos contra Cuba, Fidel consideró de mucha importancia
continuar tratando el tema de nuestra denuncia del evidente intento
del Gobierno de los Estados Unidos de acoger en su territorio al
connotado terrorista Luis Posada Carriles.
Recordó el
emplazamiento hecho al presidente Bush el pasado lunes y las
preguntas para esclarecer las maniobras que se están llevando a
cabo con el fin de proteger al mencionado criminal y sus secuaces;
refirió la repercusión, en Miami y en otros lugares, de la
denuncia hecha por Cuba, y manifestó su impresión de que fueron
sorprendidos por nuestra acusación.
Informó acerca de la
reacción inmediata del vocero del Departamento de Estado Richard
Boucher, quien declaró que no consideraba las observaciones hechas
por el Presidente cubano y que no estaba seguro de que hubiera algo
nuevo en ese sentido.
El Comandante en Jefe
abundó asimismo sobre las versiones de CNN en español que
presentan a Posada como un "disidente acusado de organizar un
supuesto plan para atentar contra Castro" durante la Cumbre
Iberoamericana de Panamá en el año 2000. Así afirman a pesar de
haber encontrado en poder de estos asesinos todas las armas y
explosivos.
Seguidamente dijo que
según este enfoque todo es "supuesto". Hemos vivido durante 46
años en un "supuesto" peligro de agresión a nuestro país, en un "supuesto"
bloqueo económico; Posada Carriles es el "supuesto" autor de la
voladura de un avión, el "supuesto" autor de numerosos asesinatos;
iba a participar en la "supuesta" invasión de la Bahía de
Cochinos. Son "supuestos" los muertos que en número de decenas,
centenares y miles ha ocasionado la política criminal yanki.
A juzgar por los
calificativos del imperio, enfatizó, Bin Laden es terrorista y
Posada Carriles no; en este caso se trata de un "veterano luchador
anticastrista".
Y prosiguió que de
acuerdo con esa idea el imperialismo no es imperialismo, la guerra
de Iraq no existe, las torturas y los bombardeos nunca se han
producido.
Fidel señaló que
gracias a tantos años luchando contra el adversario uno más o
menos lo adivina. Denunció la falta de justicia en Estados Unidos,
donde nuestros Cinco compatriotas, verdaderos héroes y símbolos de
la dignidad y el honor de este país, están condenados a severas
penas, mientras reconocidos criminales andan sueltos.
Al parecer, ironizó,
nunca en Estados Unidos, un gobierno tan "honesto, limpio y
eficiente", se enteró de que Posada Carriles se dedicaba a muchas
fechorías. Y las armas encontradas en Puerto Rico eran para cazar
tomeguines, con la ametralladora calibre 50, con la mirilla
telescópica y los rayos infrarrojos. Eso quedó demostrado en el
juicio, en el cual todo el mundo: fiscal, juez... eran parte de la
mafia, apuntó.
El líder de la
Revolución argumentó que muchas personas estaban en desacuerdo con
que viajara a Panamá, porque era evidente el plan para eliminarlo
físicamente. Pero nunca los peligros de perder la vida han impedido
que viaje. Enumeró que primero viajó al Moncada, luego de México
a Las Coloradas, en el Granma, un yate construido para doce hombres
donde viajaron 82.
Refutó las
declaraciones de Eduardo Soto, abogado de Posada, quien insiste en
que le otorguen asilo político, pues Fidel Castro haría todo lo
posible para que su defendido desaparezca de la faz de la tierra.
Todo lo contrario,
afirmó, lo que queremos es que viva y sufra en la faz de la Tierra,
ahora que ha puesto a prueba a sus amiguitos del Gobierno para ver
qué hacen con él. Eso es lo que quieren ellos, desaparecerlo,
salir de él. Y si pudieran lo enterraban en el césped de la Casa
Blanca, expresó.
Monstruo vivo es mejor
que monstruo muerto, aseveró. Ahora está circulando por las
arterias del imperio, no escondidito en un lugarcito de
Centroamérica.
Cuestionó la ética de
estos hombres y citó las frases horribles de Posada Carriles cuando
al morir en La Habana el joven turista italiano Fabio Di Celmo, como
consecuencia de los atentados con bombas en hoteles, dijo: "Es
triste que alguien haya muerto, pero no podemos parar". "Estaba en
el lugar equivocado, en el momento equivocado".
A la referencia
frecuente que hacen los enemigos de que aquí gobierna un dictador,
el Comandante en Jefe afirmó que en Cuba hay un pueblo entero para
dictar las leyes de la República y la Revolución.
La sesión se inició
con la proyección de un documental que contiene testimonios de
familiares de las víctimas y sobrevivientes de actos terroristas
perpetrados por el imperio y sus mercenarios.
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