El pasado día 14 de agosto, el Ministerio de Relaciones
Exteriores denunciaba a la opinión pública internacional rumores
que circulaban en medios de la mafia terrorista de Miami que
indicaban que la Presidenta de Panamá, Mireya Moscoso, indultaría
a los terroristas presos en Panamá y que esta decisión se tomaría
entre el 15 y el 30 de agosto.
En las últimas horas han tomado fuerza en Panamá y Miami los
comentarios sobre la inminencia del indulto a los cuatro terroristas
anticubanos.
En círculos contrarrevolucionarios en Miami se habla con
seguridad de que Mireya Moscoso cumplirá su compromiso de indultar
a los terroristas en los próximos días antes de culminar su
mandato.
Amigos en Panamá han confirmado los mencionados rumores y
aseguran que la Presidenta panameña, ha tomado ya la
decisión de indultar a los terroristas de origen cubano, Luis
Posada Carriles, Gaspar Jiménez Escobedo, Pedro Remón y Guillermo
Novo Sampol; detenidos, enjuiciados y sancionados en la República
de Panamá por intentar asesinar al compañero Fidel, en ocasión de
la Cumbre Iberoamericana realizada en ese país, y en el que
hubieran sido masacrados también, cientos de hijos de esa hermana
nación.
El Gobierno revolucionario denuncia esta nueva afrenta al pueblo
cubano y reitera que, de producirse el indulto a los terroristas
presos en Panamá, la responsabilidad histórica y las consecuencias
que se deriven de esta indigna decisión caerán enteramente sobre
la presidenta Mireya Moscoso y su gobierno.
El pueblo de Cuba, que ha sido víctima del terrorismo más feroz
durante más de cuatro décadas, los familiares de los más de tres
mil muertos causados por acciones terroristas, los miles de heridos,
no podrán comprender nunca este acto infame y traidor de la señora
Moscoso.
La presidenta panameña cargará con el estigma y la inmoralidad
de haber liberado a asesinos confesos, a terroristas de la peor
calaña. Pasará a la historia como benefactora del terrorismo y de
estos connotados criminales de origen cubano.
La infamia que está a punto de ejecutarse no solo constituye una
aberración desde el punto de vista político sino también desde el
punto de vista legal, vale la pena señalar que en Panamá, el
indulto, de acuerdo con lo que establece la legislación de ese
país, es una atribución del Presidente de la República, la cual
para que pueda ser ejercida, requiere que el proceso judicial haya
concluido y exista una sentencia firme. Este no es el caso del
proceso contra los mencionados terroristas, el cual aún se
encuentra en fase de apelación. De manera que, el otorgamiento del
indulto en este caso, sería un acto contrario a la propia
legislación panameña.
Resulta sumamente esclarecedor comprobar que el pretexto que han
estado utilizando desde el principio los abogados defensores de los
terroristas, de que estos son unos ancianos enfermos es,
precisamente, el que pretende utilizar la Presidenta para justificar
su "gesto humanitario". Este elemento sería suficiente
para confirmar de dónde provienen las presiones y el chantaje
político que mueve todo este caso.
La perfidia y falacia con que se ha planificado este indulto, no
podría reflejar mejor la podredumbre ética y moral que acompaña a
esta decisión.
La liberación de los terroristas ha sido insistentemente exigida
a la presidenta Moscoso por la mafia contrarrevolucionaria de Miami
y los cabecillas de las bandas terroristas que desde allí operan.
Se ha conocido que la hermana de la presidenta panameña, la señora
Ruby Moscoso, se mantiene en comunicación constante con la
contrarrevolución miamense y ha sido pieza clave en las gestiones
para su liberación.
Es ampliamente conocido que durante la visita del Secretario de
Estado de los Estados Unidos a Panamá con motivo del Centenario de
la República, en su entrevista con la Presidenta Mireya Moscoso,
este solicitó la liberación de los cuatro terroristas después que
concluyera el juicio.
En el marco del actual contexto electoral estadounidense, la
Administración Bush, busca afanosamente los votos y el dinero
de los sectores más recalcitrantes de la población de origen
cubano de la Florida. Esta Administración norteamericana ha
demostrado con creces que en aras del logro de sus objetivos
políticos, no se detiene ante principios éticos, morales o del
derecho internacional.
Desafortunadamente, la presidenta panameña, en franco
desconocimiento de la digna lucha que muchos gobiernos y pueblos en
el mundo llevan a cabo contra el terrorismo, da la espalda a la
justicia, a las víctimas de las criminales acciones de estos
terroristas, al pueblo cubano, al pueblo de Panamá y a todos
aquellos que honestamente luchan contra este flagelo mundial.
Para el pueblo de Panamá nuestro eterno agradecimiento por
habernos acompañado durante todos estos largos años con su
solidaridad y apoyo. El pueblo y gobierno cubanos siempre
sabrán distinguir entre las acciones del heroico pueblo panameño y
la perfidia de sus gobernantes.
El Gobierno Revolucionario de Cuba en nombre de los familiares de
las víctimas de los actos de terrorismo cometidos por estos
asesinos y de todo el pueblo cubano, llama a la opinión pública
internacional y a todos los gobiernos del mundo a condenar e impedir
esta irracional decisión de la señora Mireya Moscoso.
Deseamos por último advertir, con toda seriedad, que si no se
rectifica la decisión tomada, y se lleva a cabo el indulto de los
monstruosos criminales mencionados, las relaciones diplomáticas
entre la República de Cuba y la República de Panamá quedarán
automáticamente rotas en el mismo instante en que se produzca la
noticia.
La Habana, 22 de agosto de 2004