(26 de octubre de 2004)
Respuesta a una
amenaza real por una criminal medida del gobierno de Estados Unidos
Mensaje del
Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, leído en la Mesa Redonda
Informativa sobre las nuevas agresiones económicas del Gobierno
norteamericano y la respuesta cubana, efectuada el 25 de octubre de
2004, "Año del 45 aniversario del triunfo de la Revolución".
Queridos compatriotas:
El pasado 10 de mayo, un
cable de la BBC daba cuenta de una multa aplicada por la Reserva
Federal de Estados Unidos a un banco suizo, aduciendo la supuesta
violación de las sanciones estadounidenses contra Libia, Irán,
Yugoslavia y Cuba. Al banco suizo se le acusaba de aceptar billetes
de dólares de Estados Unidos o enviarlos a países que estuvieran
bajo el régimen de sanción del Gobierno de Estados Unidos.
Unos días después, la
agencia NOTIMEX informaba sobre declaraciones del bandido Otto
Reich, en las cuales refiriéndose a las recientes medidas adoptadas
por el Gobierno de Estados Unidos, indicaba que algunas ya estaban
siendo implementadas y otras en proceso. Concretamente dijo, en tono
amenazante:
"Muchas
de ellas requieren de establecimiento de reglamentos y de ciertos
aspectos burocráticos, y en eso están los abogados y otros
funcionarios del Gobierno y están en camino de ser implementadas
muchas otras más."
En esa misma fecha, en
El Nuevo Herald de Miami apareció un artículo cargado de infamias
y groseras mentiras, bajo el título de "Cuba lavó $3.900 millones
en banco suizo", en el cual, además de tergiversar todo lo relativo
a las operaciones comerciales normales que Cuba realiza con el
exterior, incitaba a las autoridades norteamericanas para que
tomaran nuevas acciones en contra de nuestro país. En su parte
final decía ese artículo:
"Sabemos
que la Reserva Federal tiene autonomía, y evidentemente no tiene
interés en hacer cumplir la Ley Helms Burton, pero OFAC [siglas en
inglés de la Oficina para el Control de Activos Extranjeros] es
parte del poder ejecutivo y sí se le puede exigir que explique
mejor la parte cubana del affair UBS [Unión de Bancos Suizos], que
fue elegantemente barrida bajo la alfombra por el Comité de Banca
del Senado. Tal vez los congresistas cubanoamericanos puedan
convocar audiencias en los comités correspondientes de la Cámara
de Representantes para que se aclare este colosal escándalo."
El Gobierno cubano, fiel
a su costumbre de mantener a nuestro pueblo debidamente informado,
publicó el día 8 de junio una Nota Informativa en el periódico Granma,
donde explicaba en detalle el origen de nuestras operaciones con los
bancos extranjeros destinadas a depositar en cuentas bancarias los
dólares en efectivo que se reciben en el país, con el fin de
saldar obligaciones derivadas de nuestro comercio exterior.
Decía esta Nota
Informativa, entre otras cosas:
"...hemos
visto cómo en los últimos días la ultraderecha de la
administración Bush está dando claramente pasos dirigidos a
bloquear los ingresos a nuestro país por turismo y otros servicios
y a reducir a cero la posibilidad de que los cubanos residentes en
Estados Unidos puedan enviar remesas a sus familiares en Cuba,
utilizando el método más perverso, artero e hipócrita que se
podría imaginar: simplemente impidiendo que Cuba pueda depositar en
bancos extranjeros los dólares que obtiene por concepto de las
ventas en las tiendas en divisas, por actividades relacionadas con
el turismo y otros servicios comerciales. De esta manera, Cuba no
podría usar esos dólares para adquirir medicinas ni alimentos ni
para importar los suministros necesarios para las propias tiendas
donde adquieren los productos aquellos que reciben las remesas de
familiares residentes en Estados Unidos.
"Con
ese taimado propósito, el Gobierno de Estados Unidos presiona a
bancos extranjeros para que no reciban de Cuba fondos cuyo origen es
absolutamente legal y honesto. Además promueve la publicación, en
la prensa de la mafia terrorista de Miami, de la repugnante infamia
de que tales fondos podrían incluso estar relacionados con
actividades que son enérgicamente combatidas por nuestro país,
como el lavado de dinero y el tráfico de drogas."
Prosigue la nota
publicada en Granma:
"Estas
acciones resultan más indignantes si se tiene en cuenta que la
única razón por la cual los turistas que visitan Cuba tienen que
utilizar efectivo, es que el bloqueo yanki les impide usar tarjetas
de crédito o cheques de viajeros emitidos por bancos u otras
entidades financieras norteamericanas que controlan ese mercado.
Además, solamente se le ha otorgado licencia a una empresa
norteamericana para tramitar envíos de remesas a Cuba por vía
bancaria, de tal suerte que actualmente los cubanos residentes en el
exterior son sometidos a un verdadero vía crucis para hacer llegar
la ayuda económica a sus familiares, que al final se ven obligados,
en la mayoría de los casos, a enviarla en efectivo. La misma
persecución y amenaza que constantemente se mantiene contra quienes
envían dinero a sus familiares en Cuba desde Estados Unidos,
contribuye a que estos prefieran muchas veces hacerlo en efectivo,
para no dejar rastros documentarios que los sometan a la
persecución de las autoridades norteamericanas y a las acciones
violentas de terroristas residentes en Miami.
"No
puede concebirse una fórmula más cínica yperversa —continuaba
la nota de Granma—: Estados Unidos con su criminal bloqueo
obliga a que los envíos de remesas y los pagos de visitantes
extranjeros en Cuba tengan que hacerse en efectivo, y ahora, con
groseras presiones, trata de impedir que Cuba pueda utilizar ese
efectivo para pagar por sus importaciones."
Y terminaba afirmando:
"Todas
sus trampas están condenadas al fracaso. Con la firmeza y serenidad
de siempre, nuestro pueblo heroico luchará y vencerá frente a un
enemigo poderoso pero ruin y cobarde, verdaderamente despreciable
por su política genocida y sus métodos nazi-fascistas."
Sobre estas
consideraciones podríamos agregar que en el período de siete años
a que se hace alusión Cuba ha ejecutado importaciones por más de
$30.854 millones de dólares, de manera que los $3.900 millones que
según se dice fueron remitidos al banco suizo en cuestión y
transferidos a otros beneficiarios, son aproximadamente el 13 por
ciento del total de pagos realizados por Cuba en ese período para
enfrentar el costo de sus importaciones, de las cuales una parte
sustancial la constituyen sus necesidades de alimentos,
combustibles, medicamentos o materias primas para su producción,
otros productos intermedios para nuestras industrias, artículos que
se venden en la red de tiendas en divisas, etcétera.
Al día siguiente, un
artículo adicional de El Nuevo Herald insistía en el tema y, con
la mayor perfidia, sugería que los fondos depositados en el banco
suizo mencionado eran acreditados a "personas o entidades
desconocidas en bancos no revelados", cuando en todos los casos
tales fondos se utilizaron para transacciones comerciales normales
con empresas comerciales e industriales internacionalmente
reconocidas. Y de manera histérica demandaba el diario:
"Esos
son los nombres que se deben saber. Los congresistas de la Florida
Ileana Ros-Lehtinen y Lincoln Díaz-Balart deben presionar para que
se sepa a dónde fue a parar ese dinero y de dónde venía."
En una clara campaña
para atraer la atención internacional sobre este tema, el día 10
de junio El Nuevo Herald informaba otra vez que la mafia de Miami, a
través de sus más connotados voceros, los congresistas Ileana
Ros-Lehtinen y Lincoln Díaz-Balart, estaba solicitando al Gobierno
federal de los Estados Unidos una investigación sobre el origen y
el destino de los mencionados fondos. Decía El Nuevo Herald en este
artículo:
"Estados
Unidos debe investigar el origen y el destino de unos $3.900
millones que el Gobierno de Cuba `lavó' a través de un programa
internacional de la Reserva Federal, declararon ayer los
congresistas de la Florida Ros-Lehtinen y Lincoln Díaz-Balart en
cartas enviadas a la Reserva Federal y a la Comisión de Finanzas de
la Cámara."
"`Estamos
profundamente desconcertados con que una violación tan grave de la
ley federal por parte de la UBS [Unión de Bancos Suizos] pueda
haber ocurrido', escribieron los congresistas al presidente de la
Reserva Federal, Alan Greenspan. `Esperamos que las investigaciones
puedan responder a muchas preguntas que tenemos sobre el tema.'"
En un comunicado de
prensa del día 22 de junio, Ileana Ros-Lehtinen, "La loba feroz",
con su acostumbrada histeria, decía:
"Estoy
conmocionada con que un banco al que se le ha encomendado la
responsabilidad crucial de distribuir la nueva moneda
estadounidense, violase las regulaciones de este país con respecto
a un estado identificado como terrorista."
Y con la mayor
impertinencia demandaba:
"Espero
el resultado de las investigaciones... si el UBS (Unión de Bancos
Suizos) es hallado culpable de violar las restricciones de Estados
Unidos sobre las transacciones que implican a regímenes terroristas
tales como el de Cuba, es de vital importancia que los responsables
sean multados de manera apropiada."
Continuando con su
campaña, el día 30 de junio Ileana Ros le escribía una carta al
presidente del Comité de Relaciones Internacionales de la Cámara
de Representantes, demandando una investigación sobre el tema.
Evidentemente, detrás
de estas campañas y groseras presiones se veía con claridad el
objetivo de atemorizar a todos los bancos que pudieran tener
relaciones financieras con Cuba, a fin de impedir que recibieran los
billetes de dólares que nuestro país debe remesar regularmente
hacia el exterior por los motivos ya explicados.
Ya a esta altura se
comenzó a percibir con claridad que muchos bancos estaban siendo
presionados por las autoridades norteamericanas para tratar de
bloquear estos envíos y crear una situación extraordinariamente
crítica a nuestro país.
En estas circunstancias,
se comenzaron a analizar todas las variables posibles a fin de
evitar que una nueva acción criminal del Gobierno de Estados Unidos
pudiera crear serios perjuicios económicos a nuestro país, al
impedir el empleo con fines comerciales de los dólares en efectivo
que se reciben en Cuba.
En tanto Cuba analizaba
de manera serena y reflexiva todas las alternativas, llovían las
mentiras e infamias sobre este tema.
El día 3 de junio, El
Nuevo Herald arremetía contra el Banco Interamericano de
Desarrollo y la CEPAL (Comisión Económica para América Latina),
acusándolos de inflar sus estimados de remesas familiares de
Estados Unidos a Cuba, con lo cual, según ellos, se tendía a
justificar la procedencia legal de los $3.900 millones.
Al respecto decían:
"Todo
este tinglado es el que encubren el BID [Banco Interamericano de
Desarrollo] y la CEPAL con las cifras infladas de remesas que le
atribuyen a la comunidad cubanoamericana. Hay que aclararlo.
Además, el escándalo del lavado de dinero refleja que Cuba es
refugio confidencial para dinero de terroristas y malversadores. Hay
que revelarlo."
Con el burdo
sensacionalismo característico de la canalla de Miami, bajo el
título de "Buscan en Estados Unidos vínculos con fondos de Cuba",
el 23 de julio en El Nuevo Herald se publicaba un artículo que
entre otras cosas informaba:
"Estados
Unidos ha comenzado una investigación judicial para determinar
posibles vínculos de `entidades y personas norteamericanas' con los
$3.900 millones que Cuba filtró en el sistema bancario
internacional utilizando un programa de la Reserva Federal.
"La
operación se hizo a través de la Unión de Bancos Suizos (UBS).
"`Existe
en este momento una investigación abierta por la fiscalía del
Distrito Sureste de Nueva York', aseguró Juan Zárate,
subsecretario del Tesoro de Estados Unidos a cargo de la lucha
contra el financiamiento al terrorismo, durante una visita realizada
ayer a El Nuevo Herald."
Aparentemente, eran
tantas y tan groseras las mentiras que diariamente se publicaban en
Miami sobre este asunto, que a pesar de la proverbial discreción de
los bancos suizos, la institución bancaria vinculada con este caso
se sintió en la obligación de negar públicamente cualquier
acusación de blanqueo de dinero y un despacho de la agencia France
Presse publicado en Zurich el 25 de julio informaba lo siguiente:
"La
Union des Banques Suisses (Unión de Bancos Suizos, UBS), el mayor
banco suizo, desmintió ayer haber blanqueado dinero para Cuba, como
lo acusaron tres miembros de la Cámara de Representantes de Estados
Unidos, que exigen una investigación.
"Un
portavoz de UBS en Zurich indicó que no tenía conocimiento de
nuevas investigaciones sobre el banco y negó toda acusación de
blanqueo."
[...]
"De
acuerdo con el portavoz de UBS, la Reserva Federal de Estados Unidos
(Fed) y la Comisión Federal Suiza de Bancos (CFB) ya examinaron
este caso."
Tales declaraciones no
impidieron que los mafiosos de Miami y sus órganos de prensa
continuaran con su pérfida campaña, y el 16 de septiembre Ileana
Ros-Lehtinen hacía nuevas declaraciones:
"`Esto
pica y se extiende', comentó a El Nuevo Herald la congresista. `Hay
por lo menos tres personas que tuvieron que ver con esta
manipulación de fondos y se está mirando a otros bancos', agregó."
Véase la clara amenaza
cuando dice "se está mirando a otros bancos".
En esta fecha solicité
al Banco Central de Cuba acelerar los trabajos sobre este tema, e
indiqué —señala el Comandante— que se concentrara el análisis
en la posibilidad de utilizar el peso convertible en sustitución
del dólar, de manera tal que el país no fuese vulnerable ante las
nuevas presiones de la mafia de Miami y del gobierno de Estados
Unidos.
Tal vez ustedes
recuerden que el día 28 de septiembre, en la segunda Mesa Redonda
sobre los temas de la electricidad, durante mi intervención alerté
a la opinión pública sobre estos problemas sin dar muchos
detalles. Al respecto dije textualmente:
"Tenemos
un enemigo que por más de 45 años ha estado tratando de
destruirnos por todas las vías posibles, que hasta el dinero que
pague un turista no pueda circular por el mundo, porque como ellos
son los dueños de la principal moneda, y dueños del mundo,
prohíben que se use el dólar en cualquier transacción de Cuba."
Y en cuanto a las
medidas en las cuales trabajábamos, en la Mesa Redonda del día 29
también sobre la cuestión de la electricidad, anticipaba:
"Hacen
todos los esfuerzos, y también nosotros estamos pensando cómo nos
vamos a defender, porque no vamos a estar indefensos. No les vamos a
decir nada, que hagan lo que quieran, que fastidien, que traten de
reventar, pero no se quedará sin respuesta cualquier medida de esas
que trate de bloquear y luego acusen al país de lavar dinero, como
si fuera dinero ganado en el juego, en el contrabando, lavado de
dinero; es dinero nuestro ganado con el sudor de nuestra frente y
honradamente. Entonces toman medidas para que no circule ese
dólar, pero ya veremos, seguro que encontraremos respuesta para
tales medidas, y fracasarán, como han fracasado siempre."
En fecha tan reciente
como el 9 de octubre, exactamente 11 días antes de mi caída
accidental, se tuvo conocimiento de un discurso pronunciado por
Daniel W. Fisk, subsecretario para asuntos del Hemisferio Occidental
del Departamento de Estado de Estados Unidos, ante la Asociación de
Veteranos Cubanoamericanos, en el cual, con un cinismo sin límites,
se ufanaba del supuesto éxito de las criminales medidas tomadas por
el gobierno de Bush contra nuestro pueblo. Entre otras cosas decía:
"Más
aún, otro pilar en nuestra estrategia es identificar el flujo de
ingresos, ignorado durante tanto tiempo, para el régimen de Castro,
y luego obrar para que disminuya. Por ejemplo, el turismo, que ha
sustituido a las exportaciones de azúcar como principal fuente de
divisas.
[...]
"Como
muchos de ustedes conocen, para continuar reduciendo el flujo de
recursos que permiten a Castro mantener reprimido al pueblo cubano,
hemos fortalecido nuestra política sobre las remesas, los paquetes
de donaciones y los viajes familiares a la isla. Estas entradas
habrían generado un estimado de $1 500 millones anuales en fondos y
bienes enviados a Cuba por los que viven fuera de la isla.
[...]
"...hemos
privado al gobierno de Castro de más de $100 millones de dólares
en moneda dura. Estos son 100 millones menos que tiene Castro para
reprimir a su pueblo y mantener su puño en el poder.
"Además,
cuando se proyectan estas cifras a un año natural completo,
estimamos una pérdida anual neta para el régimen de $375 millones,
y sólo de reducir los viajes.
"Cuando
se computa la disminución de todos los flujos de ingresos,
estimamos que le hemos negado al régimen al menos 500 millones de
dólares que Castro hubiera empleado en apoyar su aparato de
seguridad e inteligencia."
Entre tanta arrogancia
imperial y tanta fanfarronería, había un párrafo en específico
que requería una cuidadosa consideración.
Decía el señor Fisk:
"Hemos
establecido un Grupo de Persecución de Activos Cubanos integrado
por funcionarios responsables del cumplimiento de las leyes de
varias agencias para investigar nuevas vías para los movimientos de
divisas hacia y desde Cuba y detenerlos."
La relación entre la
sucia campaña de la mafia de Miami sobre el tema del supuesto
lavado de dinero y esta nueva y criminal acción del gobierno de
Estados Unidos, al crear un grupo que persiga los flujos de divisas
hacia y desde Cuba, no podía ser más clara; de manera que las
acciones para proteger los intereses de nuestro país ante esta
nueva agresión debían ser tomadas sin más dilación. De inmediato
orienté al Banco Central de Cuba preparar un cronograma para poner
en vigor la circulación del peso convertible en sustitución del
dólar en la fecha más temprana posible.
Ese cronograma se ha ido
ejecutando y en estos momentos ya estamos en posición de anunciar
oficialmente que, a partir del día 8 de noviembre, el peso
convertible comenzará a circular en sustitución del dólar de
Estados Unidos en todo el territorio nacional.
Lo primero que debemos
aclarar es que esto no significa que se penalice la tenencia de
dólares u otra moneda libremente convertible. La población puede
tener en su poder cualquier cantidad de dólares sin que esto
constituya una violación de la ley. De lo que se trata es de que, a
partir de la fecha mencionada, 8 de noviembre, el dólar no será
aceptado en nuestros comercios en divisas, los cuales solamente
recibirán pesos cubanos convertibles.
Quien tenga cualquier
moneda libremente convertible, sea un cubano o un visitante
extranjero, desde el 8 de noviembre, para hacer sus compras en el
territorio nacional en la red de establecimientos que operan en
divisas, deberá primero adquirir pesos convertibles en las Casas de
Cambio (CADECAS), en las sucursales bancarias, e incluso en un
número importante de las propias tiendas que venden en divisas, que
también brindarán este servicio. Como cuestión adicional se ha
decidido que a partir de la fecha indicada, 8 de noviembre, todo el
que desee adquirir pesos convertibles con dólares en efectivo
deberá pagar un gravamen del 10 por ciento. Este gravamen servirá
como compensación a los riesgos y costos que origina la
manipulación de dólares de Estados Unidos a la economía cubana,
como consecuencia de las mencionadas medidas del gobierno de Estados
Unidos, que tratan de impedir a nuestro país utilizar los dólares
en efectivo para fines comerciales normales.
Es muy importante
reiterar, para que no haya confusión alguna, que este gravamen
comienza a partir del 8 de noviembre, de manera que todo el que
tenga dólares dispone de dos semanas para ejercer su derecho de
cambiarlos por pesos convertibles a la tasa de uno por uno y sin
gravamen alguno; o, si lo desea, también puede comprar mercancías
en dólares antes de esa fecha como se hace en estos momentos. Si
tiene cuenta en dólares en el banco, puede depositarlos y
extraerlos posteriormente en pesos convertibles a la tasa de uno por
uno, o en dólares en el momento que quiera, también sin ningún
tipo de gravamen; o si no tiene cuenta, puede abrirla y depositar
sus dólares en el banco y extraerlos en el futuro, en pesos
convertibles a la tasa de uno por uno, o en dólares, en el momento
que quiera, sin ningún tipo de gravamen.
El que usualmente recibe
fondos del exterior, dispone desde hoy de dos semanas para
coordinar, si así lo desea, con sus familiares, a fin de que en el
futuro no le envíen sus remesas en efectivo en dólares, sino en
otras monedas tales como euros, dólares canadienses, libras
esterlinas o francos suizos, a las cuales no se les aplicará el
gravamen del 10 por ciento.
Esto quiere decir que se
han buscado fórmulas para que nadie sea perjudicado por esta
medida, ya que se ofrece tiempo suficiente para realizar los
arreglos convenientes con los dólares en efectivo de que se
disponga, a fin de no tener que pagar el gravamen establecido.
Reitero que esta no es
una acción que tiene un fin de recaudar divisas mediante un
gravamen, sino que es una respuesta a una amenaza real por una
criminal medida del gobierno de Estados Unidos y una desvergonzada
campaña para atemorizar a los bancos extranjeros.
Quiero también
enfatizar que todas las cuentas bancarias en dólares, en pesos
convertibles o en cualquier otra moneda están totalmente
garantizadas y, como ya señalé, no se les aplicará ningún
gravamen a los fondos depositados en los bancos, con independencia
de la fecha en que los clientes deseen extraerlos, sin límites de
ningún tipo.
Tal vez, para una más
fácil comprensión del tema, Randy podría leer la resolución del
Banco Central mediante la cual se pone en vigor esta medida, y a
partir de ahí se podrían hacer algunos comentarios aclaratorios.
Como ya expliqué, lo
primero que establece la resolución es que la población puede
mantener en su poder, sin restricciones de ningún tipo, al igual
que hasta el momento, dólares de Estados Unidos o cualquier otra
moneda convertible en cualquier cantidad. Entre el día de mañana y
el día 7 de noviembre, todo se mantiene como hasta el presente y se
continuarán aceptando dólares en las tiendas; al que quiera
cambiar sus dólares por pesos convertibles no se le aplicará el
gravamen del 10 por ciento, y se hará sobre la base de uno por uno;
se pueden abrir nuevas cuentas en dólares sin restricción de
ningún tipo o realizar nuevos depósitos en las cuentas existentes,
y esos fondos se pueden extraer en el futuro en el momento que se
desee, en pesos convertibles a la tasa de uno por uno o en dólares
a elección del cliente, sin estar sujeto a ningún tipo de
gravamen.
Ya a partir del 8 de
noviembre entra en vigor la obligación de pagar en pesos
convertibles en todos los establecimientos que operan en divisas, y
para cualquier operación de adquisición de pesos convertibles con
dólares en efectivo se aplicará el gravamen del 10 por ciento.
Recuerden que esto no es un cambio en la tasa entre el dólar y el
peso convertible, que sigue siendo de uno a uno, sino que es
simplemente un gravamen a la compra de pesos convertibles con
dólares en efectivo. Si usted tiene un peso convertible, puede
comprar un dólar; pero si usted tiene un dólar y quiere comprar un
peso convertible, debe pagar el gravamen del 10 por ciento, de
manera que por su dólar sólo recibirá 90 centavos de peso
convertible.
Recuerdo de nuevo que
para las demás monedas que se aceptan en el país —euros, francos
suizos, libras esterlinas y dólares canadienses— no existe
ningún tipo de gravamen. El gravamen del 10 por ciento se aplica
exclusivamente al dólar en efectivo en virtud de la situación
creada por las nuevas medidas del gobierno de Estados Unidos para
asfixiar al país.
Con el fin de facilitar
los cambios de moneda, estos se harán a partir del día 28 en las
Casas de Cambio (CADECAS), sucursales bancarias, hoteles y tiendas,
con las precisiones que ya Randy leyó en la resolución.
La resolución también
establece que a las transacciones que se hagan con tarjetas de
crédito o débito no se les aplica ningún gravamen, con
independencia de la moneda en que sean, incluyendo el dólar. La
explicación es que, cuando la transacción es con una tarjeta de
débito o crédito, no está involucrado el movimiento de efectivo,
de manera que no existen los costos y riesgos asociados con la
manipulación de billetes de dólares en efectivo.
Hay algunas medidas que
se han tomado en el sistema bancario para facilitar los cambios de
moneda. Por ejemplo, los bancos abrirán el sábado 6 y el domingo 7
de noviembre, y del 28 de octubre al 5 de noviembre, a partir de las
12 del día, estarán totalmente volcados a las operaciones de
cambio de moneda y no se realizará en ese horario ninguna otra
operación, para darle mayores facilidades a la población y que
nadie que lo desee deje de cambiar sus dólares por pesos
convertibles antes del día 8, de manera que no tenga que pagar el
gravamen del 10 por ciento.
Por supuesto, debemos
aclarar en el mismo orden de razonamiento que a quien desee comprar
pesos cubanos en CADECAS con dólares de Estados Unidos también se
le aplicará el gravamen del 10 por ciento, ya que estaríamos
recibiendo dólares en efectivo.
Quiero aclarar también
que esta medida no impedirá ni obstaculizará en modo alguno las
garantías otorgadas por instituciones financieras cubanas a
entidades extranjeras, ni la disponibilidad de fondos en moneda
libremente convertible para honrar sus obligaciones. Esto tiene
solamente un alcance interno y estamos solamente ordenando lo
relativo a la circulación monetaria dentro del territorio nacional
y protegiéndonos de una agresión económica externa.
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