El
Comandante en Jefe Fidel Castro denunció el grave peligro que se
cierne sobre la humanidad a partir de las amenazas del imperialismo
norteamericano contra Irán y la profunda crisis en que ha sumido a
la economía mundial.
El líder de la Revolución cubana compareció anoche en la Mesa
Redonda Informativa mediante una conversación de alrededor de una
hora con Randy Alonso, conductor de ese espacio, dedicado ayer a
analizar la más reciente reflexión de Fidel publicada esta semana.
"Quieren comprar al mundo con papeles y tener el derecho a usar
todas las armas", expresó al resumir la política actual de la Casa
Blanca que multiplica la emisión de su papel moneda sin respaldo
alguno y apunta hoy su poderío bélico hacia Irán. Lo nefasto del
sistema es que propugna el derecho a usar cualquier tipo de arma,
pues ninguna está prohibida, puntualizó.
Como parte de esa escalada bélica recordó que en una de sus
primeras reflexiones escritas para la prensa, abordó el exorbitante
gasto del Gobierno británico en la construcción de un sofisticado
submarino de combate, y comentó cuánto representarían esos recursos
si se destinaran a salvar vidas.
Contando con su experiencia como estadista y tomando en
consideración las revelaciones expuestas en su reciente artículo
acerca de cómo EE.UU. saboteó la economía soviética y llevó hasta
límites extremos la espiral armamentista, Fidel alertó sobre las
incalculables consecuencias de una nueva guerra. Si se repiten los
acontecimientos por los objetivos que están buscando, puede costar
muy caro, sentenció.
También llamó la atención sobre los devastadores efectos en el
orden económico de las apetencias imperiales, entre ellos la
elevación de los precios del petróleo hasta niveles insospechados y
la caída del dólar frente al euro.
Los dólares sin respaldo financian las campañas políticas en
EE.UU. A manera de ejemplo citó la promesa de una aspirante a la
candidatura presidencial por el Partido Demócrata de crear programas
de asistencia a los 50 millones de norteamericanos que carecen de
seguridad social. ¿Con qué lo pagarán?, se preguntó Fidel. Con
dinero sin respaldo.
Durante la plática, Fidel se refirió a las fuentes utilizadas en
su reflexión Mentiras deliberadas, muertes extrañas y agresión a
la economía mundial, en particular a las memorias de la ex
premier británica Margaret Thatcher, que consideró irritantes.
También hizo referencia al recién publicado libro La era de la
turbulencia, de Alan Greenspan, ex presidente de la Reserva
Federal de EE.UU., que provocó el enojo del presidente George W.
Bush y del vice Richard Cheney.
En otro momento de la conversación, el Comandante en Jefe comentó
el interés mostrado en Rusia por la reciente publicación del libro
El diálogo de civilizaciones, que reúne discursos suyos
pronunciados en la Conferencia de la ONU sobre Medio Ambiente y
Desarrollo en Río de Janeiro, y en una cita que abordó en el 2005 en
La Habana el tema desde la perspectiva de América Latina en el siglo
XXI. También anunció la pronta aparición de una edición china de
Cien horas con Fidel, con una dedicatoria especialmente escrita
por él a los lectores de esa hermana nación asiática.
Fidel recalcó cómo este esfuerzo por aportar "un granito de
arena" al análisis de los problemas más acuciantes de la realidad
contemporánea forma parte de la necesidad de crear conciencia, una
de las armas principales en el debate de las ideas.
La presencia del líder de la Revolución en las pantallas fue
recibida con alegría por nuestro pueblo, a quien envió un abrazo en
los minutos finales de la entrevista, la cual tuvo una enorme e
inmediata repercusión internacional en medios televisivos, radiales
y digitales y en agencias de prensa.
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