(Versiones Taquigráficas – Consejo de Estado)
29 de enero, 3:00 de la tarde. Llegamos a la 1:00 p.m., conversamos
dos horas de distintos temas.
Buen humor, buen rostro, buen ánimo, una claridad —como siempre— en
las ideas, el análisis, el problema mundial, el problema de la
energía, la crisis energética mundial, Fidel tiene una gran
preocupación por eso.
Revisamos datos sobre la marcha de la revolución energética, el
tema del petróleo, las amenazas del imperio contra el mundo, y los
potenciales nuevos conflictos, de los que hay que estar pendientes, y,
como siempre, una gran generosidad, una gran calidad humana.
Ahí está Fidel de pie, completo, y pido a Dios que siga
recuperándose.
Yo le dejo a Cuba mi corazón y el más grande sentimiento de
complacencia, de alegría, de júbilo incluso diría, por conseguir a
Fidel como lo he conseguido, y quiero extender ese reconocimiento a
todos: sus familiares, compañeros, compañeras, los médicos,
enfermeros, porque sé del gran esfuerzo que están haciendo.
Fidel ha dicho hace unos días que esta batalla no la hemos perdido,
yo diría más: la estamos ganando y la ganaremos.
¡Hasta la victoria siempre!
¡Venceremos!
¡Patria, Socialismo o Muerte!
Imágenes del encuentro entre Fidel y Chávez