Che era un hombre de ideas
Con dolor profundo escucharía los discursos que
desde posiciones tradicionales de izquierda se pronunciaron en la
Cumbre Iberoamericana en Santiago de Chile.
Los de la derecha asumieron las posiciones
igualmente tradicionales haciendo inteligentes concesiones a la
su-puesta izquierda.
Orgullo sentiría por los pronunciamientos de varios
líderes, revolucionarios y valientes, con independencia de la poca o
mucha experiencia política de cualquiera de ellos.
La experiencia es la madre de la ciencia y de las
ideas.
De las batallas libradas por un puñado de
combatientes cubanos en un fragmento de la Sierra Maestra contra
fuerzas extraordinariamente superiores en número y en armas, elaboró
el Che las ideas que después sintetizó en su libro La guerra de
guerrillas.
La crítica de Chávez a Europa fue demoledora. La
Europa que precisamente pretendió dar lecciones de rectoría en esa
Cumbre Iberoamericana.
En las palabras de Daniel y Evo se escucharon las
voces de Sandino y de las culturas milenarias de este hemisferio.
El discurso que en esa Cumbre pronunció el
presidente de El Salvador provoca náuseas.
El capitalismo es un sistema regido por leyes
ciegas, destructivas y tiránicas impuestas a la especie humana.
Dedicar la próxima Cumbre a la juventud
latinoamericana es una mezcla indigerible de cinismo y de mentira
para sembrar reflejos condicionados en la mente de los pueblos.