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Reflexiones del Comandante en Jefe
El silencio cómplice
El mundo no puede darse el lujo de
permitir que el drama de la guerra de la OTAN contra Yugoslavia sea
olvidado por el silencio de quienes fueron actores y cómplices
importantes de aquel brutal genocidio.
En la reunión de Clinton con Aznar el 13 de abril de 1999 en la
Casa Blanca, donde se tomó la decisión de intensificar los
bombardeos y se sugirió por Aznar atacar la televisión, la radio y
otros puntos que costarían la vida a incontables civiles indefensos,
estaban el presidente Clinton, el Consejero de Seguridad Nacional
Sandy Berger, la Secretaria de Estado Madeleine Albright y otros
colaboradores cercanos al Presidente, entre ellos el que recibió de
Berger la orden de no tomar nota cuando se hablaba de Cuba.
Tal vez en declaraciones de prensa o en algún libro o memoria,
algunos de ellos escribiera aisladamente sobre la aventura, pero no
en el contexto de la situación de peligro real y guerras suicidas
hacia los que Estados Unidos conduce a la humanidad. Existen
documentos secretos para ser publicados dentro de 200 años como
legado histórico de algún Presidente, cuando al paso que vamos ya no
habrá publicidad ni lectores.
Han transcurrido menos de diez años desde entonces.
En Europa y en otras partes tienen muchos cómplices que guardan
silencio.
Después del tercer mensaje a Milosevic, visitó Cuba el Ministro
de Transporte de Italia, a quien recibí y con el que abordé
directamente el asunto de la guerra contra Yugoslavia el 30 de marzo
de 1999.
A continuación lo que le dije, según notas tomadas de nuestra
conversación en presencia del personal de mi Oficina y del
Ministerio de Relaciones Exteriores:
"Comencé preguntándole por qué habían invadido a Serbia. Cómo
iban a encontrar una solución. Que en mi opinión era un gran error y
los conduciría a un callejón sin salida si los serbios resistían.
¿Qué necesidad tenía Europa de desintegrar a Yugoslavia, que había
llevado a cabo muchas reformas y que, estrictamente hablando,
finalizada la Guerra Fría, no podía ser calificada como un Estado
comunista ni mucho menos enemiga de Europa? Que Europa, por
satisfacer la demanda del gobierno alemán, había promovido y apoyado
la separación de Croacia, donde en realidad, durante la Segunda
Guerra Mundial, la Alemania nazi organizó los temibles grupos
chetniks que cometieron infinidad de crímenes y masacres contra
los serbios y el movimiento de liberación dirigido por Tito.
"Por esta complacencia y falta de previsión política, en medio de
la euforia de los días de crisis del campo socialista y de la URSS,
Europa de-sintegró a Yugoslavia, lo que condujo a episodios
sangrientos y de modo especial a la larga y cruenta guerra de Bosnia
y finalmente a la actual guerra de la OTAN contra Serbia. Como se
había producido también la separación de Macedonia, que significó la
mutilación de la mayor parte de la República Federativa de
Yugoslavia. De este modo solo restaban Serbia, Montenegro y Kosovo.
"Como se conoce, durante decenas de años la población de origen
albanés de Kosovo no cesó de crecer hasta constituir una amplia
mayoría. Que en vida de Tito, bastante antes de su muerte, muchas
familias serbias abandonaron Kosovo buscando seguridad ante
numerosos actos de violencia que grupos extremistas de Kosovo
cometían contra ellas. Se produjo en aquella época contra los
serbios que vivían en Kosovo lo que hoy se califica como limpieza
étnica.
"La innecesaria y sangrienta desintegración de Yugoslavia
estimuló y desató los conflictos latentes entre la mayoría de origen
albanés y la minoría serbia de Kosovo, que están en la base del
problema actual.
"El pueblo serbio constituye el núcleo fundamental de lo que
resta de la antigua Yugoslavia. Es un pueblo combativo y valiente
que ha sido extraordinariamente humillado. Tenía la convicción de
que Serbia habría aceptado una solución honorable y pacífica al
problema de Kosovo sobre la base de una amplia autonomía.
"Los grupos moderados de Kosovo, actuando de forma inteligente y
constructiva, apoyaban esa solución puesto que la presencia de una
gran mayoría de población de origen albanés haría posible más tarde
o más temprano el surgimiento de un Estado independiente por vías
pacíficas. Europa sabe perfectamente que los grupos extremistas de
Kosovo no querían esa solución; exigían la inmediata independencia y
para ello deseaban la intervención de las fuerzas de la OTAN.
"Es injusto cargar toda la responsabilidad sobre Serbia. Serbia
no ha invadido ningún país soberano. Se ha opuesto, en esencia, a la
presencia militar de tropas extranjeras en su territorio. A lo largo
de meses, especialmente en las últimas semanas, no se hizo otra cosa
que amenazarla constantemente. Se le exigía la rendición
incondicional. A ningún país se le puede tratar de esa forma, y
menos aún al pueblo que en los tiempos de la Europa ocupada luchó
con más heroísmo contra los nazis y tiene gran experiencia en la
guerra irregular.
"Si los serbios resisten —y tengo la convicción de que van a
resistir—, a la OTAN no le quedaría otra alternativa que un
genocidio; pero un genocidio que no tendría éxito por dos razones:
"Primero: no podrían derrotar al pueblo serbio si aplica toda su
experiencia y su doctrina de lucha irregular.
"Segundo: La opinión pública de los propios países de la OTAN no
lo permitiría.
"No es cuestión de divisiones acorazadas, bombarderos invisibles,
misiles Tomahawks y Cruceros o cualquier otra arma de las llamadas
inteligentes. Tendría que lanzarse un misil o una bomba por cada
hombre capaz de portar un fusil, una bazuka o un arma antiaérea
portátil. Todo el poder de la OTAN en ese caso estaría de más. Hay
guerras de las galaxias y guerras en tierra. Pese a todos los
adelantos tecnológicos, el combatiente individual tendría el peso
principal en ese tipo de lucha.
"Aparte de Kosovo, un problema mucho más grande se está gestando
en perjuicio de los intereses de Europa y del mundo. A Rusia se le
ha humillado terriblemente. La OTAN avanzó ya hasta las fronteras de
lo que fue la URSS. Promete incluir a otros Estados del antiguo
campo socialista, e incluso a los países bálticos que fueron parte
de la Unión Soviética. Los rusos tienen toda la razón para pensar
que no se detendrían hasta las murallas del Kremlin.
"Los rusos son eslavos al igual que los serbios, y este
sentimiento es muy fuerte entre esos pueblos. Los ataques contra
Serbia constituyen para ellos una enorme humillación, y han
provocado, más que ningún otro hecho, profundos y justificados
sentimientos de inseguridad no solo para ellos sino también para
otros países como la India y China, que lógicamente tratarán de
unirse a Rusia para garantizar su seguridad. No creo que los rusos
dejen de hacer todo lo que sea necesario para preservar una
capacidad de respuesta como única garantía ante lo que está
ocurriendo.
"Ni Europa ni el mundo, con sus actuales y agobiantes problemas
económicos, ganarían absolutamente nada con este curso de los
acontecimientos.
"Hace breves días, en la madrugada del viernes 26 de marzo, al
regresar anticipadamente de Colombia hacia la URSS, hizo escala en
el Aeropuerto de La Habana, el Presidente de la DUMA del Estado de
la Federación Rusa, Guennadi Selezniov. Por mi propia iniciativa
abordé estos problemas. Le dije que no había ninguna solución
militar posible, que sin duda cualquier esfuerzo por apoyar
militarmente a Serbia conduciría inevitablemente a una guerra
general, por cuanto los únicos medios con que cuentan hoy para
hacerla no son los convencionales; que la batalla era de carácter
político y no militar.
"El propio Selezniov informó públicamente sobre este punto de
vista que le comuniqué.
"Tanto Europa como el mundo tienen el deber de buscar esa
solución que, aunque difícil y compleja, es perfectamente posible.
Si en vez de dedicarse por entero a amenazar a Serbia con terribles
bombardeos hubiesen presionado a los extremistas de Kosovo, se
habría podido encontrar esa solución. Solo la OTAN puede frenar a
los extremistas de Kosovo si lo hace de forma franca y categórica.
No se trata de utilizar las armas para ello, sino de advertirlo de
tal forma que no les quepa la menor duda de que no contarán con su
apoyo. Indiscutiblemente que las bombas que se lanzan sobre Serbia
desde hace una semana no contribuirán jamás a ese esfuerzo
disuasivo.
"Por otro lado, considero un grave error de la política que tanto
Estados Unidos como Europa están siguiendo de mantener a Rusia al
borde del abismo en el campo económico, tratando de imponerle las
fórmulas imposibles del Fondo Monetario Internacional.
"Occidente no habla de los 300 000 millones de dólares que han
sido robados en Rusia y trasladados a Portugal, España, Francia,
Italia, Austria y otros países. Quince veces más que la mísera suma
de 20 000 millones que lleva ya meses discutiéndose como préstamo
del Fondo Monetario Internacional. De ese saqueo despiadado de las
riquezas rusas, Occidente no está exento de culpa con los métodos y
modelos de políticas económicas que recomendó o impuso a Rusia.
"Una explosión interna en Rusia sería catastrófica. A esto se
añade el avance de la OTAN que ya mencioné, el proyecto de cancelar
el Acuerdo sobre Defensa Antimisiles Estratégicos, y ahora la
increíble humillación del ataque lanzado por las poderosas fuerzas
de la OTAN contra un pequeño país como Serbia.
"Que estaba contra todo tipo de genocidio o de matanza, vengan de
donde vengan, y que todas las etnias y religiones deben ser
acreedoras, sin excepción alguna, al respeto de su derecho a la
vida, la cultura y la paz.
"Si me he tomado la libertad de explicar esto es porque pienso en
el deber de advertir estos peligros y la necesidad de solucionarlos.
Exponerlo no perjudica absolutamente a nadie y puede beneficiar, en
cambio, a todos. Reiteré mi convicción de que los serbios
resistirán, y que aunque no resulta nada fácil negociar con un país
sobre el que se han lanzado miles de bombas y cuyo honor, dignidad y
economía han sido duramente golpeados, una solución pacífica es a mi
juicio posible.
"A la OTAN ya no le quedan prácticamente objetivos militares que
golpear, tal vez solo tropas concentradas o en movimiento, y nada es
más fácil en el mundo que dispersarlas para desarrollar otro tipo de
guerra sin que puedan destruirlas con golpes aéreos.
"Europa sabe que la lucha por tierra sería muy costosa en vidas
humanas y además inútil. Que si los serbios aplican la propia
concepción que nosotros aplicaríamos en nuestro país en caso de una
invasión de Estados Unidos, en lo cual demostraron ya extraordinaria
experiencia, la guerra desatada por la OTAN sería inútil y
repulsiva, destinada a la condena universal contra un genocidio en
pleno corazón de Europa."
Hoy es un glorioso día patrio, la fecha en que Carlos Manuel de
Céspedes inició la guerra de independencia contra la metrópoli
española.
En su ejemplo se inspiraron las generaciones posteriores de
cubanos. La lección que nos impone es el deber de pensar y luchar
contra los peligros que amenazan en la actualidad a la especie
humana.
Fidel Castro Ruz
10 de octubre del 2007
7:55 p.m. |