Leí hoy que la Reserva Federal de Estados Unidos
había creado una nueva línea de créditos para los Bancos Centrales
de México, Brasil, Corea del Sur y Singapur.
En la misma declaración informa que ha proporcionado
créditos similares a los Bancos Centrales de Australia, Canadá,
Dinamarca, Reino Unido, Japón, Nueva Zelanda, Suiza y el Banco
Central Europeo.
En virtud de esos acuerdos, proporciona dólares a
los Bancos Centrales a cambio de reservas en divisas de esos países,
que han sufrido pérdidas considerables debido a la crisis financiera
y comercial.
De ese modo se afianza el poder económico de su
moneda, privilegio otorgado en Bretton Woods.
El Fondo Monetario Internacional, que es el mismo
perro con diferente collar, anuncia la inyección de elevadas sumas a
sus clientes de Europa Oriental. A Hungría le inyecta el equivalente
a 20 mil millones de euros, gran parte de los cuales son dólares
procedentes de Estados Unidos. No cesan las máquinas de imprimir
billetes ni el FMI de otorgar sus leoninos préstamos.
Por su parte, ayer el Fondo Mundial para la
Naturaleza (WWF) declaraba en Ginebra que al ritmo actual de gastos,
la humanidad necesitaría los recursos de dos planetas en 2030 para
mantener su estilo de vida.
El WWF es una institución seria. No hace falta ser
graduado universitario en Matemáticas, Economía o Ciencias Políticas
para comprender lo que eso significa. Es la peor variante. El
capitalismo desarrollado aspira todavía a seguir saqueando al mundo
como si el mundo pudiera soportarlo.