Especial para
Cubadebate
Me llamó la atención que ninguna de mis amigas, las agencias
cablegráficas de información, dijeran una palabra el sábado de la
alta valoración que la UNESCO expresó sobre la educación en Cuba
que, a pesar de las acciones de los Estados Unidos, rebasa los
niveles alcanzados por los demás países de la región, como si eso no
tuviera nada que ver con el respeto a los derechos humanos.
Todas insistían en calificar la Reflexión como diatriba contra
Europa. Un cable de la agencia china XINJUA no lo interpreta de esa
forma. Transcribe los argumentos con fidelidad.
Solicité los servicios de INTERNET para analizar el sustantivo
diatriba. Respuesta: "Discusión o escrito violento e injurioso
contra persona o cosa".
Pido definición de injuria. Respuesta: "Hecho o dicho contra
razón y justicia".
¿Acaso no ha sido calumnia la afirmación, millones de veces
repetida, de que en Cuba se tortura y se violan los derechos
humanos? Nunca hemos torturado a nadie, ni privado de la vida a
alguien por métodos extrajudiciales.
Si Europa toma medidas diplomáticas contra Cuba alegando defender
esos derechos, ¿por qué no se adoptan esas medidas contra Estados
Unidos por el genocidio de Bush en Iraq y las miles de personas
arrestadas sin juicio y torturadas durante años allí y en cualquier
parte del mundo?
Es curioso que un órgano de la prensa española, que sin duda es
diametral y abiertamente opuesto al socialismo, menciona el
reconocimiento de la UNESCO a los resultados del sistema educacional
de Cuba, e incluye textualmente mi afirmación: "Ningún país donde
los derechos humanos sean sistemáticamente violados alcanzaría tan
elevados niveles de conocimientos".
Mientras escribo esta Reflexión, a las tres de la tarde, veo por
la televisión el partido de fútbol entre España e Italia. Están cero
a cero después de una hora de juego. El Rey de España contempla
satisfecho el desafío. No ha concluido todavía. Son, sin dudas,
temibles equipos. Hay que reconocerlo.
Pido sintonizar el televisor para ver el partido de pelota entre
el equipo olímpico de Cuba y una fuerte selección de las
universidades de Estados Unidos. Ayer por la noche, observé el
choque entre los equipos olímpicos de boxeo de Cuba y de Francia.
Los atletas que representan a esta son excelentes, como los
boxeadores cubanos. Nuestro público, bien instruido en cuestiones
deportivas, es imparcial, respetuoso y objetivo. Hubo paz, himnos y
banderas izadas, a pesar del afán de los europeos y los yanquis por
sobornar y comprar atletas cubanos.
Agradezco a todos los mencionados por haberme suministrado la
materia prima para esta Reflexión.
Tal vez en los próximos días dedique este tiempo a otras
actividades.

Fidel Castro
Junio 22 de 2008
4 y 20 p.m.