Después de referirme los días 17 y 18 de agosto al libro de
Daniel Estulin que relata con hechos irrebatibles la forma horrible
en que las mentes de jóvenes y niños de Estados Unidos son
deformadas por las drogas y los medios de comunicación masivos, con
la participación consciente de los organismos de inteligencia
norteamericanos e ingleses, en la parte final de la última Reflexión
expresé: "Es terrible pensar que las inteligencias y los
sentimientos de los niños y los jóvenes de Estados Unidos son
mutilados de esa forma."
Ayer las agencias cablegráficas comunicaban la información
ofrecida de un estudio publicado por la Universidad de Beloit, en el
que señala hechos que ocurren por primera vez en la historia de
Estados Unidos y el mundo, asociados a los conocimientos y
costumbres de los estudiantes universitarios estadounidenses que se
graduarán en el 2014.
El periódico Granma informa la noticia con lenguaje
elocuente:
1º "No llevan reloj para ver la hora, sino que utilizan sus
celulares."
2º "Creen que Beethoven es un perro que conocieron en un film."
3º "Que Miguel Ángel es un virus informático."
4º "Que el correo electrónico es ‘demasiado lento’, acostumbrados
como están a teclear mensajes en sofisticados teléfonos móviles."
5º "Muy pocos de ellos saben escribir en cursiva."
6º "Creen que Checoslovaquia nunca existió."
7º "Que las empresas norteamericanas siempre han hecho negocios
en Vietnam."
8º "Que los automóviles coreanos han circulado todo el tiempo en
su país."
9º "Que Estados Unidos, Canadá y México siempre han estado
ligados por un Tratado de Libre Comercio."
Se queda uno frío, cuando ve hasta qué punto la educación puede
ser deformada y prostituida, en un país que cuenta con más de 8 000
armas nucleares y los más poderosos medios de guerra en el mundo.
¡Y pensar que todavía hay personas cuerdas capaces de creer que
mis advertencias son exageradas!