Hago un alto en el trabajo que estaba elaborando desde hace dos
semanas sobre un episodio histórico, para solidarizarme con el
presidente constitucional de Honduras, José Manuel Zelaya.
Fue impresionante verlo a través de Telesur, arengando al
pueblo de Honduras. Denunciaba enérgicamente la burda negativa
reaccionaria de impedir una importante consulta popular. Esa es la
"democracia" que defiende el imperialismo. Zelaya no ha cometido la
menor violación de la ley. No realizó un acto de fuerza. Es el
Presidente y Comandante General de las Fuerzas Armadas de Honduras.
Lo que allí ocurra será una prueba para la OEA y para la actual
administración de Estados Unidos.
Ayer tuvo lugar una reunión del ALBA en Maracay, en el Estado
venezolano de Aragua. Los líderes latinoamericanos y caribeños que
allí hablaron, brillaron tanto por su elocuencia como por su
dignidad.
Hoy escuchaba los sólidos argumentos del presidente Hugo Chávez
denunciando la acción golpista a través de Venezolana de Televisión.
Ignoramos qué ocurrirá esta noche o mañana en Honduras, pero la
conducta valiente de Zelaya pasará a la historia.
Sus palabras nos hacían recordar el discurso del presidente
Salvador Allende mientras los aviones de guerra bombardeaban el
Palacio Presidencial, donde murió heroicamente el 11 de Septiembre
de 1973. Esta vez veíamos a otro Presidente latinoamericano entrando
con el pueblo en una base aérea para reclamar las boletas para una
consulta popular, confiscadas espuriamente.
Así actúa un Presidente y Comandante General.
¡El pueblo de Honduras jamás olvidará ese gesto!