Rafael Correa, presidente de Ecuador, de visita en
Honduras, en vísperas de la reunión de la OEA, declaró: "Yo creo que
la OEA perdió su razón de ser, tal vez nunca tuvo razón de ser." La
noticia transmitida por ANSA, añade que Correa, "vaticinó ‘la
muerte’ de esa organización por los muchos errores cometidos".
Afirmó "que los países del continente americano, por
condiciones geográficas, no pueden ser metidos ‘todos en la misma
canasta’, y por eso Ecuador propuso hace varios meses la creación de
la Organización de Estados Latinoamericanos.
"‘No es posible que los problemas de la región se
discutan en Washington, construyamos algo propio, sin países ajenos
a nuestra cultura, a nuestros valores, incluyendo obviamente a
países que inexplicablemente fueron separados del sistema
interamericano, y me refiero al caso concreto de Cuba... fue una
real vergüenza y muestra la doble moral que existe en las relaciones
internacionales’". A su llegada a Honduras, tanto el presidente
Zelaya como él, declararon que "la OEA debe ser reformada y
reincorporar a Cuba de lo contrario tendrá que desaparecer".
Otro despacho de la agencia DPA afirma:
"La reintegración de Cuba en la Organización de
Estados Americanos (OEA) ha pasado de ser un tema per se de la
Asamblea General del organismo en la hondureña San Pedro Sula para
convertirse, una vez más, en la excusa de una lucha de intereses que
van mucho más allá de los límites de la isla caribeña y podrían
cuestionar (de nuevo) las relaciones hemisféricas.
"El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, lo dejó
bien claro al calificar el encuentro hemisférico que comienza este
martes en Honduras en términos cuasi bélicos.
"Será, dijo, una ‘batalla interesante’ en la que si
se demuestra que la OEA ‘sigue siendo un ministerio de las colonias’
que no se transforma para ‘subordinarse a la voluntad de los
gobiernos que la conforman’, entonces habrá que plantearse ‘salirse’
del organismo y crear otro alternativo."
‘"América Latina está haciendo de Cuba la prueba de
fuego de la sinceridad del verdadero acercamiento de la
administración Obama’ a la región, sostuvo la experta en Cuba del
Council of Foreign Relations de Washington, Julia Sweig, al diario
‘The Washington Post’, en vísperas del encuentro hondureño."
Al resistir las agresiones del imperio más poderoso
que haya existido jamás, nuestro pueblo luchó por los demás pueblos
hermanos de este continente. La OEA fue cómplice de todos los
crímenes cometidos contra Cuba.
En un momento u otro, la totalidad de los países de
América Latina fueron víctimas de las intervenciones y agresiones
políticas y económicas. No hay uno solo que pueda negarlo. Es
ingenuo creer que las buenas intenciones de un Presidente de Estados
Unidos justifiquen la existencia de esa institución que abrió las
puertas al caballo de Troya que apoyó las Cumbres de las Américas,
el neoliberalismo, el narcotráfico, las bases militares y las crisis
económicas. La ignorancia, el subdesarrollo, la dependencia
económica, la pobreza, la devolución forzosa de los que emigran en
busca de trabajo, el robo de cerebros, y hasta las armas
sofisticadas del crimen organizado fueron las consecuencias de las
intervenciones y el saqueo procedentes del Norte. Cuba, un pequeño
país, ha demostrado que se puede resistir el bloqueo y avanzar en
muchos campos e incluso cooperar con otros países.
El discurso pronunciado hoy por el presidente de
Honduras, Manuel Zelaya, en la Asamblea General de la OEA, contiene
principios que pueden pasar a la historia. Dijo cosas admirables de
su propio país. Me limitaré a lo que expresó sobre Cuba.
"... En la Asamblea de la Organización de Estados
Americanos que hoy se inicia en San Pedro Sula, Honduras, debemos
iniciar el proceso de sabias rectificaciones de viejos errores
cometidos.
"Nosotros, los latinoamericanos que estamos aquí,
hace poco, hace un par de semanas o meses, tuvimos una gran cumbre
en el Grupo de Río, en Salvador de Bahía, Brasil. Ahí tomamos un
compromiso. El compromiso, que se tomó por escrito y por unanimidad
de toda Latinoamérica, es que en esta asamblea de San Pedro Sula,
por mayoría de votos o por consenso, se debía enmendar ese viejo y
gastado error que se cometió en 1962 de expulsar al pueblo cubano de
esta organización.
"No debemos irnos de esta asamblea, queridos
dignatarios, sin derogar el decreto de esa octava reunión que
sancionó a un pueblo entero por haber proclamado ideas y principios
socialistas, que hoy esos mismos principios se practican en todas
partes del mundo, incluyendo a Estados Unidos y a Europa (Aplausos).
Los principios, hoy, de buscar alternativas diferentes de desarrollo
son evidentes en el cambio precisamente que ha habido en Estados
Unidos al elegir al presidente Barack Obama...
"No podemos irnos de esta asamblea sin reparar ese
error y esa infamia, porque basados en esta resolución de la
Organización de Estados Americanos, que ya tiene más de cuatro
décadas, a este pueblo hermano de Cuba se le ha mantenido un bloqueo
injusto e inútil, precisamente porque no ha logrado ningún
propósito, pero sí ha demostrado que ahí, a pocos kilómetros aquí de
nuestro país, en una isla pequeña, hay un pueblo dispuesto a
resistir y a sacrificios por su independencia y su soberanía.
"... no hacerlo nos hace cómplices a nosotros de una
resolución de 1962 de expulsar a un Estado de la Organización de
Estados Americanos simplemente porque tiene otras ideas, otros
pensamientos, y proclama principios de una diferente democracia. Y
nosotros no vamos a ser cómplices de eso.
"... No podemos irnos de esta asamblea sin derogar
lo actuado en esa época.
"Un hondureño excepcional, llamado en nuestro país
—y uno de nuestros próceres— José Cecilio del Valle, el sabio Valle,
expresaba el 17 de abril de 1826, en su famoso artículo 'Soberanía y
no intervención' —acabábamos de proclamar nuestra independencia del
reino español—: ‘Las naciones del mundo son independientes y
soberanas. Cualquiera que fuese su extensión territorial o el número
de habitantes, una nación debe tratar a otros con el mismo trato que
desea recibir de estos. Una nación no tiene el derecho de intervenir
en los asuntos internos de otra nación.’"
Con esas palabras de Cecilio del Valle y la mención
de Mahatma Gandhi, Jesucristo, Martin Luther King, Abraham Lincoln,
Morazán, Martí, Sandino y Bolívar, concluyó su discurso.
Minutos después, en la conferencia de prensa
posterior a la apertura de la Asamblea, respondió preguntas y
reiteró principios. Luego cedió la palabra a Daniel Ortega, que fue
autor de una de las ponencias más profundas y argumentadas en la
Asamblea de la OEA. En la conferencia hicieron uso de la palabra,
invitados por Zelaya, Fernando Lugo, presidente de Paraguay, y
Rigoberta Menchú, que se expresaron en la misma dirección que Zelaya
y Daniel.
La Asamblea discute hace horas. En el momento que
concluyo esta Reflexión, casi ya de noche, no hay todavía noticias
de la decisión. Se conoce que el discurso de Zelaya influyó. Chávez
conversa con Maduro y le insta a mantener firmemente que no puede
admitirse resolución alguna que condicione la derogación de la
injusta sanción contra Cuba. Nunca se vio tanta rebeldía. La batalla
es sin duda dura. Muchos países dependen del dedo índice de una mano
del Gobierno de Estados Unidos apuntando al Fondo Monetario, el
Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo o cualquier
otra dirección para castigar rebeldías. Haberla librado es ya de por
sí una proeza de los más rebeldes. El 2 de junio de 2009 será
recordado por las futuras generaciones.
Cuba no es enemiga de la paz, ni reacia al
intercambio o la cooperación entre países de diferentes sistemas
políticos, pero ha sido y será intransigente en la defensa de sus
principios.
