Cualquiera pensaría que después de la Cumbre de las
Américas, a solo 13 días de la del G-20 y tras el recorrido agotador
del presidente Obama por Francia, Alemania, Praga y Turquía, el
mundo tendría derecho a descansar unos días.
Pero no es así. El Secretario del Tesoro de Estados
Unidos, Timothy Geithner se reunirá en Washington el 24 de abril con
los Ministros de Finanzas del G-7, los superricos, que de inmediato
será seguida por una reunión ministerial del G-20 ese mismo día.
Las dos reuniones tendrían lugar antes de las
asambleas de primavera del Fondo Monetario Internacional y del Banco
Mundial, rectoras de las finanzas del mundo.
Lo interesante es que ayer el Financial Times de
Londres, el más importante órgano de Gran Bretaña en materia
económica, explicó las complicaciones de Europa en el campo de la
energía.
La agencia EFE, citando al mencionado órgano,
informa lo siguiente: "La producción de petróleo y gas del Reino
Unido en el Mar del Norte puede disminuir porque la crisis económica
ha llevado a la caída de la exploración en uno de los depósitos más
importantes del mundo occidental.
"El número de pozos de exploración perforados en el
Mar del Norte ha disminuido un 78 por ciento en el primer trimestre
del 2009 en comparación con el mismo período del año anterior, según
datos de la firma Deloitte divulgados por el periódico económico.
"Se ha trabajado en solo 18 pozos de evaluación y
exploración en el primer trimestre, una caída del 41 por ciento en
la actividad total de perforación frente al mismo período del 2008.
"El grupo UK Oil and Gas es aún más pesimista, ya
que pronostica que la perforación puede disminuir este año un 66 por
ciento.
"La situación del Mar del Norte es peor que en otros
lugares puesto que los nuevos hallazgos tienden a ser más pequeños y
los pozos petrolíferos menos productivos y costosos de mantener,
agrega el periódico".
Durante la Cumbre de Londres, el 4 de abril,
presidida por Gordon Brown como anfitrión del evento, según cuentan
fuentes de total crédito, el Primer Ministro de Gran Bretaña se
comportó visiblemente despectivo con los participantes del Tercer
Mundo. Trató con prejuicios al propio Obama por su condición de
hombre negro.
¿Cuánto petróleo se va a consumir en el mundo, a qué
costo y a qué precio? ¿Quiénes son los responsables de la tragedia?
¿Qué límites les impondrán en Copenhague a los países que están por
desarrollarse? Es un problema verdaderamente complicado.
El mundo no descansa. Tampoco Obama.