Tuve hoy el privilegio de apreciar el impresionante
desfile con que nuestro pueblo conmemoró el 50 Aniversario de la
proclamación del carácter Socialista de la Revolución y la victoria
de Playa Girón.
También se inició este día el Sexto Congreso del
Partido Comunista de Cuba.
Disfruté mucho la narración pormenorizada y la
música, gestos, rostros, inteligencia, marcialidad y combatividad de
nuestro pueblo; a Mabelita en la silla de ruedas con el rostro feliz
y a los niños y adolescentes de "La Colmenita" multiplicados varias
veces.
Vale la pena haber vivido para el espectáculo de
hoy, y vale la pena recordar siempre a los que murieron para hacerlo
posible.
Al iniciarse esta tarde el Sexto Congreso pude
apreciar, en las palabras de Raúl y en el rostro de los delegados al
máximo evento de nuestro Partido, el mismo sentimiento de orgullo.
Podía estar en la Plaza, tal vez una hora bajo el
sol y el calor reinante, pero no tres horas. Atraído por el calor
humano allí presente, me habría creado un dilema.
Créanme que sentí dolor cuando vi que algunos de
ustedes me buscaban en la tribuna. Pensaba que todos comprenderían
que no puedo ya hacer lo que tantas veces hice.
Les prometí ser un soldado de las ideas, y ese deber
puedo cumplirlo todavía.