19 diciembre de 2007

Un palacio ecléctico en Cienfuegos para comunicadores de Petrocaribe

FRANCISCO G. NAVARRO

CIENFUEGOS, Cuba, 19 dic (PL) La cobertura de prensa de la IV Cumbre de Petrocaribe, que sesionará en esta ciudad del centro-sur de la isla durante jueves y viernes, será realizada desde el Palacio de Valle, monumento del eclecticismo cubano.

En un recorrido este miércoles por el centro de prensa de la reunión del mecanismo regional de integración energética, Prensa Latina comprobó el ajetreo característico de los organizadores en las horas previas a una cita de este nivel.

Los dos niveles de la edificación que parece salida de un cuento de Las mil y una noches ofrecerán facilidades a los profesionales de los medios que reportarán las incidencias de la Cumbre desde esta ciudad, 250 kilómetros al sudeste de La Habana.

A unos metros del palacete que clasifica como la postal turística por excelencia de esta ciudad, la única de Cuba fundada por colonos franceses, se yergue el hotel Jagua, sede de la reunión de mandatarios.

Es que la hostería, inaugurada el 31 de diciembre de 1959, fue construida en terreno original de los jardines del palacio, regalo de bodas del cienfueguero Alejando Suero a su hija Amparo, cuando a principios del siglo pasado se casó con el español Acisclo del Valle.

El nuevo propietario, uno de los comerciantes más acaudalados de la ciudad, ya por entonces conocida como Perla del Sur cubano, realizó trabajos de ampliación del edificio por valor de millón y medio de pesos de la época, equivalentes a dólares.

En la edificación trabajaron artesanos franceses, italianos, árabes y cubanos y excepto las maderas preciosas el resto de los materiales: mármol, alabastro, bronce, cristal y cerámica, fueron importados de España, Italia y Estados Unidos.

La planta central integra un vestíbulo gótico-primitivo, un salón comedor de influencia mudéjar, una sala de música y juego Luis XVI y otra de visitas, estilo Imperio, con el artesonado en oro.

El piso superior, al que se accede por una majestuosa escalera de mármol, se divide en ocho dormitorios, además de dos salones, uno de estar y otro de estudio.

Como remate del edificio se alzan en la azotea tres torres: una, gótico-romana, otra hindú y la tercera, un minorete de estilo árabe, además de una glorieta en la plataforma del techo.

Algunas columnas interiores y exteriores recuerdan por sus motivos la mezquita de la ciudad española de Córdoba.

Ejemplo del modo de vida de la opulenta burguesía de la época, el palacio resulta un muestrario de técnicas constructivas y de las artes aplicadas a la construcción, introducidos en la isla a principios del pasado siglo.

Constituye uno de los símbolos de la ciudad de Cienfuegos por sus valores arquitectónicos, históricos y ambientales, además de su relación con la bahía y el hotel Jagua.

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