14 de septiembre de 2006

Arribó a la capital cubana el Presidente de Irán

Mahmud Ahmadineyad, presidente de la República Islámica de Irán, llegó a esta capital para participar en la XIV Cumbre del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL).

Esta es una de las visitas más esperadas de la Cumbre, dada la controversia sobre el programa nuclear que mantiene este país asiático con Estados Unidos y varias potencias occidentales, empeñadas en negarle el derecho de utilizar la energía del átomo para producir electricidad.

En el aeropuerto internacional José Martí se le rindieron honores inherentes a su rango, luego de ser recibido por Alfredo López, ministro de la Industria Pesquera.

Cuba es la segunda escala de una gira iniciada la víspera por Senegal, que luego lo conducirá a Venezuela, y finalmente a Nueva York, los días 18, 19 y 20 para asistir a la Asamblea General de la ONU, donde debe pronunciar un discurso.

Ahmadinejad planteará la posición de su gobierno ante las delegaciones de los 117 restantes miembros del MNOAL, que prevé en la Declaración Final de la Cumbre un pronunciamiento en apoyo al derecho de Irán a proveerse de energía nuclear con fines pacíficos y llamará a la reanudación incondicional de las negociaciones.

La nación persa es amenazada de sanciones por el Consejo de Seguridad de la ONU, luego de que rechazó el ultimátum de Estados Unidos y varios aliados europeos para que detuviera su programa de enriquecimiento de uranio antes del 31 de agosto pasado.

En tal sentido se prevé que la Cumbre ratifique la Declaración de Putrajaya, Malasia, el 30 de mayo del 2006, de la Reunión Ministerial del Buró de Coordinación del Movimiento, que ratifica la posición de principios sobre el tema.

El texto reitera el derecho básico e inalienable de todos los estados de desarrollar la investigación, producción y aprovechamiento de la energía atómica con fines pacíficos, sin discriminación y de conformidad con sus obligaciones legales respectivas.

Irán tiene una población de más de 72 millones de personas, una extensión de un millón 622 kilómetros cuadrados, y constituye una potencia emergente por su desarrollo productivo, científico y social, su política independiente y el prestigio ganado por sus posiciones antiimperialistas. (AIN)

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