Con el Área de Libre Comercio de las
Américas (ALCA) los gobernantes de Estados Unidos pretenden
institucionalizar el saqueo de las riquezas nacionales de América
Latina y el Caribe, afirmó el economista argentino Julio Gambina.
El también profesor de la
Universidad de Rosario, declaró que con este proyecto anexionista
Washington aspira a supeditar la economía de los países de dicha
región a los intereses de las empresas transnacionales
estadounidenses.
Opinó acerca de la necesidad de que
el II Encuentro Hemisférico de Lucha contra el ALCA, que se celebra
en La Habana, denuncie los peligros que este empeño de la Casa
Blanca representa, y contribuya a la concientización de las masas.
Al referirse a su país natal, dijo
que es el que presenta mayor deterioro social en los primeros años
del presente siglo en la región, debido a que el 53 por ciento de
sus habitantes está por debajo de la línea de pobreza, entre
ellos, casi 9 000 000 de niños, y el desempleo afecta al
22 por ciento de la fuerza laboral.
Manifestó que la economía argentina
se sostuvo con el endeudamiento hasta que se produjo su estrepitoso
derrumbe cuando no recibió más préstamos del Fondo Monetario
Internacional (FMI).
Gambina aseguró que se fueron a
bolina los llamados años dorados del menemismo entre 1991 y 1997,
basados en los ingresos por privatizaciones de empresas estatales
con un volumen de casi 30 mil millones de dólares, ya que ese
dinero cayó en la trampa de la fuga de capitales y de la
corrupción.
Señaló que ante la incontenible
debacle política y socioeconómica en Argentina se ha registrado
desde el pasado año un auge inusitado del movimiento de resistencia
popular en rechazo del neoliberalismo y sus desastrosas
consecuencias, y para exigir la celebración anticipada de
elecciones generales en los primeros meses del venidero año.
El clamor popular —confirmó este
economista— es que se vayan todos los gobernantes actuales por
ineficientes y corruptos, y que se convoque a una asamblea
constituyente para reformar la Ley Magna en beneficio de la
mayoría, y para establecer lo que el pueblo denomina Nueva
Institucionalidad Popular.
Para él la terrible realidad
argentina puede transformarse si se logra una mayor participación
de los sectores populares en la gestión gubernamental. (AIN)