(5 de enero de 2006)
La nueva huella de
Evo Morales en Bolivia y América Latina
Joaquín
Rivery Tur
rivery@granma.cip.cu
Lo que más están
destacando los comentarios internacionales sobre la victoria
obtenida por el líder popular Evo Morales en Bolivia es la nueva
huella, la nueva impronta que impone en su país y en toda América
Latina en unión con la Revolución cubana y la Venezuela
bolivariana.
Ese nuevo derrotero que
va cobrando forma, con los odios de la derecha y los apoyos de la
izquierda, fue el tema central de la Mesa Redonda Informativa
conducida por Randy Alonso, quien recordó que el Consejo Nacional
Electoral proclamará a Evo como presidente el próximo viernes.
Marina Menéndez, del
periódico Juventud Rebelde, rememoró el memorable encuentro que
sostuvieron Evo Morales y el Presidente de los Consejos de Estado y
de Ministros de Cuba, Comandante en Jefe Fidel Castro, y el acuerdo
de colaboración firmado por ambos, que entrará en vigor a partir
del 22 de enero próximo, cuando se produzca la trasmisión del
mando en La Paz.
El encuentro en
Venezuela, en opinión de Nidia Díaz, reivindica la historia de un
continente, que levanta las banderas contra el imperialismo y el
neoliberalismo.
En Caracas, Evo y el
presidente Hugo Chávez sellaron y reforzaron el pacto de la unidad
latinoamericana. Estuvo en la capital venezolana solamente diez
horas, pero sumamente fructíferas, coronadas por un acuerdo de
colaboración con Venezuela, firmado por él y por Chávez. Para las
primeras tareas a favor de la gran población indígena, el
Presidente Chávez ofreció una donación de 30 millones de dólares
para proyectos sociales, porque —dijo— Venezuela no se puede
quedar fuera del convenio firmado por Evo y Fidel en La Habana.
Nidia Díaz señaló que
la Revolución bolivariana también va a asumir la entrega de 150
000 barriles de combustible diéssel importados anualmente por
Bolivia, que serán pagados solamente con productos agrícolas, con
lo que se ayuda a impulsar la agricultura del país del altiplano.
Después que Evo asuma
la presidencia, habrá otros acuerdos de complementación que
ayudarán a la nueva Bolivia 180 años después que Bolívar
entregara la presidencia del altiplano a Antonio José de Sucre.
De Venezuela, el
Presidente electo de Bolivia salió para España, donde tuvo una
apretada agenda, según informó el moderador del programa
televisivo. Evo sostuvo una entrevista con el Rey Juan Carlos y de
la visita surgió que el Príncipe de Asturias encabezará la
delegación española a la toma de posesión de Evo Morales.
El líder popular
boliviano fue recibido por el jefe de Gobierno, José Luis Zapatero,
y el canciller Ángel Moratinos, algo muy importante si se tiene en
cuenta, como dijo Ana Teresa Badía, que España tiene fuertes
inversiones en Bolivia. Uno de los temas más destacados fue la
cooperación en la agricultura y el aumento de la ayuda española al
país sudamericano.
En las próximas horas
de hoy el líder boliviano sostendrá reuniones con dirigentes
sindicales y políticos de la izquierda en España. Se destaca el
hecho de que Mariano Rajoy, presidente del ultraderechista Partido
Popular, se negó a entrevistarse con el líder del Movimiento al
Socialismo (MAS), siguiendo la línea pronorteamericana de José
María Aznar.
También citó Ana
Teresa Badía la opinión de un periódico digital que destacó el
hecho del "eje del bien" que se forma ahora en América
Latina entre Evo Morales, Hugo Chávez y Fidel Castro, sobre todo
por el énfasis de los tres en resolver los problemas sociales del
subcontinente.
Renato Recio comentó la
reacción norteamericana ante la victoria de Evo y subrayó que un
vocero declaró que ya se verá la política que emprenderá el
nuevo Gobierno boliviano e hizo hincapié en la necesidad de que se
observen los "principios" que valora Estados Unidos.
Muchos presidentes y
países ya han anunciado su asistencia al traspaso de mando en La
Paz y se espera una afluencia muy importante de mandatarios del
continente.
Marina Menéndez
informó que se esperan unas 1 500 delegaciones a la toma de
posesión de Evo Morales, porque no serán solamente
representaciones de Gobierno, sino también de organizaciones
sociales y de carácter popular.
Además, Evo recibirá
el bastón de mando en Tiwanaco por parte de las poblaciones
originarias de Bolivia, respecto a las cuales el Presidente electo
ha dicho más de una vez que comandará al pueblo que lo manda.
El control social
fiscalizará la nueva forma de gobernar que busca Evo Morales,
señaló Marina, es decir, que el pueblo debe desempeñar un papel
más activo en las decisiones del país. Se espera para los
próximos seis meses la convocatoria a una Asamblea Constituyente
(para lo cual necesita los dos tercios del Parlamento) y la
nacionalización de los recursos naturales, aunque sin prescindir de
las inversiones extranjeras.
Bolivia tiene ante sí
grandes retos. Renato Recio señalaba que la derecha está
aterrorizada por próximos procesos electorales en América, en los
que pueden dominar fuerzas no exactamente sometidas al imperialismo.
La CEPAL (Comisión
Económica para América Latina y el Caribe) señalaba que los
gobiernos de izquierda y centroizaquierda han sido precisamente los
de mayor crecimiento económico de América Latina.
Bolivia, destacó Randy,
se prepara para una nueva historia, para ese enorme empeño de
saldar la deuda histórica con su pueblo.
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