(25 de noviembre de 2005)
El desenfreno del
Imperio
Janet
Comellas
El presidente de Estados
Unidos, George W. Bush, continúa aplicando políticas imperiales
con total impunidad. Sus continuas guerras atizan la violencia y
conducen a la muerte y la tortura a numerosos ciudadanos del orbe.
Su Gobierno hace y deshace sin límites.
Terror y mentira son
pilares de una política guerrerista y avasalladora, que violenta
los más claros principios del Derecho internacional.
No basta estar
empantanados en Iraq y Afganistán, escenarios bélicos que están
muy lejos de representar un ejemplo de seguridad; los continuos
escándalos de corrupción; el caso CIA-gate; el descubrimiento de
las mentiras sobre la existencia de armas de destrucción masiva en
Iraq, y la existencia de cárceles secretas de la CIA en todo el
mundo, donde se tortura sin escrúpulos. Las irregularidades e
ilegalidades parecen no tener un punto final.
ESCÁNDALOS
Hace ya varios meses se
hizo pública la denuncia del empleo de fósforo blanco durante la
ofensiva contra Fallujah en el 2004. Sin embargo, es por estos días
que el Pentágono ha confirmado su uso escudándose en la manida y
cínica justificación de que había sido utilizada para defender al
país de sus "enemigos".
Solo que las víctimas
de esta arma química son miles de inocentes, entre ellos niños,
quienes fueron masacrados a sangre fría y quemados vivos en sus
propios hogares.
Por supuesto, esta
realidad no la confirman las tropas ocupantes. Hoy el Gobierno
norteamericano se empeña en catalogar al fósforo blanco como arma
convencional, y parece haber olvidado cuando en 1991 la reconocieron
públicamente como química, tras ser empleada por Sadam Hussein
contra los rebeldes kurdos en la guerra del Golfo Pérsico. Típicas
contradicciones de una mentirosa administración.
Por otra parte, aflora
un nuevo contratiempo para Bush y sus aliados. Un posible plan del
presidente norteamericano de bombardear la sede de la televisora
árabe Al Jazzeera en Qatar, desestimado por la mediación del
primer ministro, Anthony Blair, ha sido revelado por medios
británicos.
Pero rápidamente la
represalia ha salido al paso para evitar una bochornosa situación
para ambos Gobiernos, ha denunciado uno de los editores políticos
del cotidiano The Mirror, amenazado judicialmente por el Procurador
General.
Según la advertencia,
el rotativo estaría violando la Ley de Secretos Oficiales si devela
el resto del documento que da fe de la componenda Bush- Blair, lo
cual evidencia la intención de esconder a toda costa otros puntos
oscuros, totalmente inconvenientes, que allí se recogen.
¿Qué se puede esperar
de un Gobierno corrupto que da cobijo a connotados terroristas como
Luis Posada Carriles y sus cómplices? ¿Tendrá moral para
pavonearse a vivas voces de su "cruzada contra el
terrorismo"? Cualquier respuesta a estas interrogantes sería
negativa. La impunidad de la cual gozan archiconocidos asesinos en
Estados Unidos denuncia el carácter inmoral de sus estructuras
legales.
CRISIS INTERNA Y
FRACASOS
A las habituales
manifestaciones del pueblo estadounidense contra la presencia de las
tropas norteamericanas en Iraq, se suman algunas voces republicanas.
La situación ha causado uno de los más agrios encontronazos en la
Cámara baja de Estados Unidos. Asistimos a un violento choque de
grupos de poder, cuyos intereses económicos y estratégicos se han
visto afectados.
Lo que se discute, no
obstante, es cuál es la mejor forma de lograr el mismo objetivo,
afirmó Reynaldo Taladrid en la Mesa Redonda de este jueves, donde
también participaron Randy Alonso, Juana Carrasco, Arleen
Rodríguez y Eduardo Dimas.
"No se cuestiona
que la invasión a Iraq sea ilegal. No circulan intereses legítimos
éticos, de defensa de la soberanía, sino de lo que es más
conveniente para los objetivos imperialistas", expresó.
Mas la convulsa
situación en el Congreso, donde además se enfrentan demócratas y
republicanos, y las expresiones de rechazo de los ciudadanos no
hacen mella en la desvergüenza de Bush, que ha vuelto a Camp David
para celebrar el Día de Acción de Gracias. Fin de semana que
promete ser nada tranquilo pues hasta el Rancho han llegado los
manifestantes antibelicistas.
Actos de repudio
persiguen a Bush alrededor del mundo. Desde Mar del Plata, donde
cosechó un contundente fracaso, hasta la reciente gira que hiciera
por Asia, durante la cual solo encontró abucheos y consignas en su
contra.
Los medios de
comunicación norteamericanos, que han acompañado al Presidente
durante sus cinco años de mandato, se tornan, poco a poco, hacia
posiciones críticas, que reflejan también el disenso en la elite
política de los Estados Unidos. El periodista Eduardo Dimas afirmó
que no estamos solamente ante la decadencia de una Administración,
sino de todo el sistema.
Pero a pesar de ello, y
del descenso en picada de la popularidad y respaldo al dúo
Bush-Cheney, según Dimas, es muy prematuro cualquier vaticinio de
impugnación del mandatario. Todo dependerá de la correlación de
fuerzas dentro de las elites norteamericanas y la conciliación de
sus intereses.
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