MESA REDONDA

(12 de noviembre  de 2005)

Con la miseria a cuestas

La situación migratoria internacional se agudiza como consecuencia de las disparidades originadas por el neoliberalismo

Arnaldo Musa
musa.amp@granma.cip.cu

La migración humana es tan vieja como el propio hombre, pero en los primeros años del nuevo milenio se agudiza como consecuencia de las disparidades provocadas por la mundialización del neoliberalismo, que concentra la riqueza y multiplica la pobreza.

Mientras en el mundo rico miles de millones de dólares se destinan a la alimentación de mascotas y las vidrieras estimulan el más variado y desenfrenado consumo, desde el otro extremo —el mundo pobre— millones de personas emprenden el camino de la emigración, para sostenerse ellos y sus familiares, en la mayoría de los casos por los cauces peligrosos de la ilegalidad.

La mayoría se deja encandilar por el faro de la opulencia, para luego terminar como mano de obra barata. Otros huyen de guerras y conflictos.

En el caso específico de Europa, el problema de la emigración está vinculado a una política cínica que estimula el ingreso de la mano de obra que demanda el continente. A esos inmigrantes, a quienes se explota, al mismo tiempo se les culpa de ser los causantes del incremento del terrorismo, la criminalidad, la inseguridad, el tráfico de drogas y otros males..

Esa grave situación ha generado en estos días las más violentas protestas en países como Francia, y se han ido extendiendo a otras naciones del denominado Viejo Continente. También tienen carácter explosivo en Estados Unidos.

Sobre estos temas versó la Mesa Redonda Informativa de este viernes, Racismo y Emigración, con la moderación de Arleen Rodríguez. Un reportaje de la televisión española mostró que aún está muy lejos de calmarse la violencia en París y otras ciudades francesas, detonada por la muerte de dos jóvenes inmigrantes.

Todo agravado por declaraciones del Ministro del Interior, Nicolás Sarkozy, con amenazas de expulsiones y otras medidas que empeoran la situación de los inmigrantes, acotó Ana Teresa Badía, quien señaló que este tipo de situación es causada por el alto desempleo y la marginalización.

Elsa Claro afirmó que este es un problema muy viejo, que no tiene nada que ver con la religión, ni el choque de culturas, ni problemas políticos, ni ideológicos. En el mundo existen 200 millones de emigrantes que aportan unos 2 000 millones de euros a la riqueza mundial. Pero son considerados inferiores. El propio Presidente de Francia admitió estos problemas y dijo que no ha habido atención oficial para resolverlos. Por eso entre los inmigrantes hay un 25% de desempleo y enorme discriminación racial.

Como no hay integración, existen desigualdades y problemas raciales, y ello ocurre en toda Europa, donde se busca principalmente una emigración calificada.

Lázaro Barredo explicó que, tras el 11 de septiembre, Estados Unidos aplicó la teoría de la lucha entre las civilizaciones para encubrir el racismo latente, mientras que Europa, debido a su baja natalidad, necesitaba de una mano de obra barata del exterior, aunque, por consideraciones raciales, le da preferencia al hombre blanco de Europa del Este. Ahora la derecha norteamericana trata de cortar el flujo de emigrantes, y propone hasta el envío de las fuerzas armadas a las fronteras para evitarlo. Toda una xenofobia que tiene una excepción en la Ley de Ajuste Cubano y en la acogida y protección, incluso, del criminal Luis Posada Carriles.

Este fenómeno de la emigración será el problema más grave en los próximos años, aseveró Reynaldo Taladrid, quien destacó que el traslado ilegal de estos emigrantes reporta grandes beneficios a las mafias, que son las mismas que mueven las drogas, todo una situación de corrupción que ha golpeado a la sociedad mexicana, en la frontera con Estados Unidos y de la cual también hay ejemplos en los antiguos países socialistas.

 

   

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