MESA REDONDA

(18 de octubre de 2005)

La agresiva política del Gobierno de EE.UU jamás destruirá a la Revolución

Mariela Pérez Valenzuela
mari.pv@granma.cip.cu 

La despiadada violencia económica aplicada contra Cuba por diez administraciones estadounidenses durante más de cuatro décadas no ha logrado rendir a nuestro pueblo y, menos, destruir a la Revolución, cada vez más fortalecida.

Estados Unidos ha hecho en los últimos tiempos mucho más férreo el bloqueo comercial, económico y financiero más largo de la historia, a la par con el estrechamiento de vínculos entre la Administración republicana del presidente George W.Bush y la mafia contrarrevolucionaria de Miami, a la que la unen muchísimos compromisos políticos.

El colega Reinaldo Taladrid, al comentar en la Mesa Redonda Informativa de este lunes el bloqueo —que califica como un verdadero acto de  genocidio—, se refirió a la Ley Helms-Burton, que intenta internacionalizar esa política al presionar a otras naciones para que también la apliquen.

Parte del bloqueo es la persecución, por parte de EE.UU., de cualquier relación financiera de Cuba con el resto del mundo. Los bancos, por ejemplo, deben pagar altas sumas si realizan transacciones con nuestro país en dólares estadounidenses.

Rogelio Polanco apuntó que cada año que Cuba presenta en Naciones Unidas un proyecto de resolución que pide poner fin al bloqueo, demuestra con detalles concretos que la persecución continúa.

En ese sentido comentó los esfuerzos que tiene que hacer el Gobierno cubano para lograr una mayor garantía en la generación y ahorro de electricidad mediante la compra de equipamiento que Estados Unidos trata de impedir por todos los medios sea adquirido por la Isla.

La intención del Gobierno de W. Bush de otorgar mayor protagonismo a la mafia contrarrevolucionaria cubana de Miami como parte de esa política hostil que tiene de punta de lanza al bloqueo, se evidencia —entre otros ejemplos— en la reciente designación de Emilio González como director de la Oficina de Servicios de Inmigración y Ciudadanía (USCIS).

Juana Carrasco explicó que González, cuya familia se estableció en el país norteño cuando él tenía tenía cuatro años de edad, sirvió durante 26 años en el ejército de Estados Unidos, del cual se retiró con el grado de coronel.

Precisó, además, que dirigió la Oficina de Asistentes Especiales del jefe del estado mayor del Comando Sur, fue director de asuntos hemisféricos del Consejo Nacional de Seguridad y se dedica hoy a escribir trabajos para desprestigiar a la Revolución cubana.

El nombramiento de este individuo al frente de la oficina que procesa las solicitudes de naturalización, tramita los permisos de trabajo y los pedidos de asilo, coincide con otro lamentable suceso estrechamente relacionado con la aplicación de la asesina Ley de Ajuste Cubano, a causa de la cual perdió la vida en los últimos días un niño cubano de seis años, cuando la embarcación en la que viajaba a Estados Unidos naufragó, añadió la colega.

Lo anterior —sostuvo— remarca la posición de la Administración de Bush de acrecentar las medidas contra Cuba, de facilitar que tal ley asesina siga siendo la política que rija las relaciones migratorias entre los dos países.

Otro caso que demuestra el interés de la Casa Blanca de fortalecer la presencia de la mafia anticubana en cargos claves en el Congreso es su apoyo a las aspiraciones de la congresista republicana Ileana Ross de ser la próxima presidenta del Comité de Relaciones Internacionales de la Cámara de Representantes, y de Lincoln Díaz Balart, quien pretende ser el próximo presidente del Comité de Reglas del mismo órgano.

A esta política hostil de Washington, que en el último año recrudeció las medidas para derrocar a la Revolución, al restringir, por ejemplo, los viajes a Cuba desde Estados Unidos, se opone la mayoría de los ciudadanos de ese país por considerar que va en contra de los valores familiares defendidos por ellos mismos.

La Mesa Redonda estableció contacto telefónico con Andrés Gómez, director de la revista Areito digital, quien comentó desde Miami que la manifestación del pasado sábado en esa ciudad tuvo dos propósitos principales: reclamar la libertad de los Cinco cubanos luchadores antiterroristas encarcelados injustamente en ese país y pedir la extradición del terrorista internacional Luis Posada Carriles a Venezuela.

Gómez señaló que esta acción es parte de un conjunto de actividades públicas desarrolladas en Miami para dar a conocer la verdad sobre los Cinco y en repudio a la política terrorista del Gobierno de Bush.

   

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