(30 de septiembre de 2005)
Desfachatez e hipocresía de Washington
Mariela
Pérez Valenzuela
El Gobierno
norteamericano siempre miente. Su hipocresía, cinismo y
desvergüenza se revelan cuando habla de Cuba, de Venezuela, cuando
se autoproclama el mayor defensor de los derechos humanos e intenta
inútilmente convencer al mundo de su cruzada antiterrorista.
La falsedad de ese
Gobierno se puso de manifiesto una vez más al conocerse la
decisión del juez William L. Abbott de no deportar al terrorista
Luis Posada Carriles ni a Venezuela ni a Cuba, así como la
solicitud de la Fiscalía Federal al Tribunal de Apelaciones de
Atlanta para que revise la decisión de tres jueces experimentados
de anular el juicio celebrado en Miami contra los Cinco luchadores
antiterroristas cubanos.
Sobre la implicación
que tiene esa solicitud de la Fiscalía al Tribunal de Apelaciones
de Atlanta, el profesor Rodolfo Dávalos señaló en la Mesa Redonda
de ayer que está condenada al fracaso.
Explicó que, no
obstante, la Fiscalía toma esta decisión porque le permite ganar
tiempo en un proceso de apelación que demoraría el regreso de
estos jóvenes a la Patria.
Precisó que hay
posibilidades de que se acceda a esta solicitud cuando es necesaria
para mantener la uniformidad de las decisiones de las cortes, que en
Estados Unidos, aclaró, son leyes.
Dávalos apuntó que
para ello el Fiscal debe argumentar que la medida de los jueces
está en conflicto con veredictos anteriores de la Corte Suprema y
afirmó que no existen precedentes de que una sentencia dictada
unánimemente sea revocada.
Entrevistado vía
telefónica sobre esta maniobra de Washington, Richard Klugh,
abogado de Fernando González Åuno de los Cinco cubanos
encarcelados injustamente en Estados UnidosÅ, comentó que está
encaminada a demorar el regreso de esos jóvenes, a la vez que
consideró que no se está frente a una decisión judicial, sino,
simplemente, ante una maniobra política.
Similar opinión
manifestó el colega Lázaro Barredo al sostener que todo este
proceso es el fruto de la venganza y la mentira, y señalar que la
Fiscalía, como parte del Gobierno, tratará de buscar las formas
para entorpecer el proceso y alargar el secuestro.
Al informar a nuestro
pueblo sobre la situación en que se encuentran nuestros Cinco
compañeros, Randy Alonso dijo que permanecen a la espera de los
resultados de este proceso de apelación, mantienen el optimismo y
su estado de salud es satisfactorio.
En el caso de René y
Ramón no han podido comunicarse con su familia en las últimas
semanas después del paso de los huracanes Katrina y Rita por
Estados Unidos, donde ambos meteoros dejaron efectos devastadores.
Más adelante, Arleen
Rodríguez se refirió a las numerosas muestras de solidaridad con
los Cinco y dijo que lo acontecido con la Fiscalía Federal
norteamericana apunta a que Estados Unidos está contra el mundo.
Señaló que frente al
intento de Washington de mantener secuestrados a los jóvenes
antiterroristas cubanos, las expresiones de apoyo a su liberación
son cada vez más numerosas y en ese sentido comentó que más de 6
000 personas ya han suscrito el llamamiento al Fiscal General de
Estados Unidos para que ponga fin a ese secuestro.
Los panelistas se
refirieron, además, a la amplia repercusión internacional que ha
tenido la decisión expedita del juez William L. Abbott de no
deportar a Posada Carriles ni a Cuba ni a Venezuela.
El profesor Dávalos
dijo que jurídicamente esta decisión es absurda, al considerar el
juez que no hay evidencias sustanciales que sugieran que el
testimonio del demandado sea inverosímil.
Señaló que aunque en
efecto ningún Estado procede a la devolución de un extraditable
cuando existe peligro de que sea sometido a torturas, eso tiene que
ser probado.
Posteriormente, Reinaldo
Taladrid comentó que al Gobierno norteamericano no le conviene que
Posada Carriles y otros terroristas hablen de sus actividades
criminales porque todo lo que han hecho en su vida ha sido orientado
por Washington o con su conocimiento.
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