(29 de marzo de 2005)
Bush y la
mafia
La agresión sin
límites
Joaquín Rivery Tur
La política anticubana
de Bush y la mafia de Miami no es un tema simple, sino profundamente
histórico y tiene sus inicios con los primeros gobiernos de Estados
Unidos y la famosa teoría de la manzana madura.
Por eso no puede faltar
cada cierto tiempo que la Mesa Redonda Informativa aborde ese tema,
porque el enemigo es demasiado traicionero y poderoso como para
quitarle la vista de encima.
Así fue anoche, cuando
el moderador presentó la agresividad del Gobierno de Bush contra la
Revolución y Lázaro Barredo comenzó a rememorar las declaraciones
agresivas de las últimas semanas, entre ellas un informe del
Departamento de Estado emitido ayer en el que desbordan las amenazas
contra los países que, según ellos, no respetan los derechos
humanos. Los cubanos, por supuesto, estamos en esa clasificación de
Washington, no los torturadores de Iraq.
Condoleezza Rice,
secretaria de Estado, calificó el financiamiento de la
contrarrevolución como una obligación de Estados Unidos por
"derecho internacional" establecido por el Congreso
norteamericano. Así fue la formulación.
Entre los aspectos de
este etapa, no se podía dejar de recordar que esa política es un
fracaso y se indicó la derrota de Washington al no poder encontrar
a nadie que presente un proyecto anticubano en la Comisión de
Derechos Humanos y haya tenido que asumirlo directamente.
No tienen apoyo y están
preocupados con eso. El senador republicano Mario Díaz Balart se ha
quejado cínicamente de que la CDH esté compuesta por muchos
países contrarios a Estados Unidos. Se sigue con la táctica de la
presión a otros países para que voten contra Cuba, pero hay quien
piensa que esta vez EE.UU. no ganará la votación ni siquiera con
apretado margén a pesar del chantaje, el soborno y la amenaza.
El Gobierno de Bush
viola el derecho de los ciudadanos de origen cubano, entre otras
arbitrarias medidas, al prohibirles viajar a Cuba a visitar a sus
seres queridos y en Miami se están viendo las actividades
convocadas por la Asociación de Mujeres Cristianas en reclamo de
sus derechos a visitar y ayudar a sus familiares en Cuba, según
comentó Juana Carrasco.
Un ciudadano de origen
cubano que fue a combatir contra los iraquíes, al regresar a
Estados Unidos se ha propuesto lanzarse al combate contra las
restricciones del Gobierno norteamericano y la mafia, pues no pudo
ver a sus dos hijos que viven en Cuba antes de irse para Iraq ni al
regresar tampoco. Combatió por el imperio, pero el imperio le niega
sus más entrañables derechos.
Bush ha aprobado nuevos
fondos para financiar a los grupúsculos que viven de los aportes
norteamericanos para sus actividades. Reinaldo Taladrid informó que
fueron aprobados 15 millones este año para esos mercenarios y otra
cantidad no determinada para fines similares no revelados.
Cinco millones de
dólares van destinados a "monitores", como ellos
denominan a extranjeros a los cuales envían a Cuba a traer dinero y
equipos a la contrarrevolución, y también habrá sumas para los
llamados "periodistas" que detractan a Cuba y hasta
destinan 700 000 dólares para capacitar a "futuros
líderes" de los minúsculos grupos pagados por Washington.
¿Cuál puede ser la independencia de una persona instruida y pagada
con dinero de otra potencia?, se preguntó Taladrid.
No hace mucho hubo
nuevas limitaciones para las compras que hace Cuba en el mercado
norteamericano, expresó Lázaro Barredo. Y posiblemente vengan
nuevas medidas porque ellos no pueden descansar en su odio contra la
construcción de una sociedad de justicia e igualdad para todos.
En la práctica del
comercio internacional no hay ninguna norma como la dictada contra
Cuba por la cual esta tendría que pagar por adelantado las compras
que haga a empresas norteamericanas. La medida se debió a que la
restricción anterior. de que el pago tenía que ser en efectivo e
inmediatamente, fue asumida con solvencia por la Revolución.
El pago por adelantado
podría significar que las autoridades norteamericanas confiscaran
los depósitos y Cuba no puede correr ese riesgo. Aparte de muchos
pronunciamientos, ya hay una iniciativa de ley para anular esa
medida, presentada por legisladores demócratas y republicanos, que
reconocen el beneficio que están obteniendo muchas empresas
relacionadas con la agricultura de Estados Unidos.
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