(23 de marzo de 2005)
En espera del fallo
Pujante solidaridad para que se haga justicia
Lourdes Pérez Navarro
La causa contra los Cinco Héroes cubanos prisioneros del imperio
no es un juicio cualquiera, es uno de los más importantes en muchos
años en la historia judicial de los Estados Unidos. En él ha sido
revisada la política exterior de ese país contra la Mayor de las
Antillas, algo muy pocas veces visto en un proceso de esta índole.
No hay otro caso similar de ataque sostenido de un país contra
otro durante más de 40 años de terrorismo y guerra económica, que
se refleja en esta causa y en los cerca de 800 documentos (entre
ellos las declaraciones de 74 testigos: generales, almirantes,
asesores de seguridad nacional, personajes del Gobierno
estadounidense y de la extrema derecha cubanoamericana, peritos,
científicos e intelectuales) y 50 000 páginas que componen el
expediente. Este es un proceso de dimensiones históricas.
Así trascendió ayer en la Mesa Redonda en la que participaron
los doctores Rodolfo Dávalos Fernández y Julio Fernández Bulté,
profesores titulares de la Facultad de Derecho de la Universidad de
La Habana, y los periodistas Reynaldo Taladrid y Aixa Hevia, bajo la
conducción del colega Randy Alonso.
Los panelistas analizaron la preocupación de quienes siguen de
cerca el caso de nuestros compatriotas, por la demora del fallo. La
legislación estadounidense, dijeron, no establece término para
ello. Lejos de ser un mal presagio es un buen augurio; significa que
los jueces tienen mucho que ver, estudiar, revisar y hacer un
trabajo a fondo; saben que su decisión impondrá un antecedente
importante en la práctica del Derecho.
No tenemos prisa, subrayaron, hay que confiar en que en algún
nivel judicial de los Estados Unidos tiene que haber justicia;
esperamos que sea en la Corte de Apelación del Onceno Circuito de
Atlanta.
Mientras, nuestros compatriotas se mantienen saludables, firmes y
optimistas; René fue recientemente trasladado a la prisión de
Mariana, en la ciudad de igual nombre, estado de Florida. Ellos se
comunican telefónicamente con la familia, reciben materiales
informativos e incontables cartas que poco a poco responden. Entre
los meses de enero y febrero disfrutaron las visitas consulares
permitidas trimestralmente, y las de algunos familiares.
De estos últimos sin embargo, no todos han podido visitarlos,
como sucede con la madre de Antonio Guerrero, quien a pesar de haber
solicitado la visa en enero del 2004 para encontrarse con su hijo
—a quien no ve desde hace más de un año—, hasta ayer no la
había recibido.
Recientemente les fueron negadas las visas de nuevo a Adriana y a
Olga, esposas de Gerardo y René, respectivamente, alegando como en
ocasiones anteriores, para la primera, que su visita puede ir en
detrimento de los intereses de los Estados Unidos, y para la
segunda, que fue deportada de dicho país en noviembre del 2000.
Ahora deben esperar otro largo plazo para una nueva solicitud.
Pero ellas, junto a otros familiares de los Cinco, no se
amilanan. Luchan junto a nuestro pueblo y a los Comités de
Solidaridad que cada día se multiplican en el mundo, a favor de la
pronta devolución de los jóvenes Héroes a la Patria.
Recientemente visitaron Costa Rica y Nicaragua, y actualmente
Adriana, Olga y su pequeña hija Ivette se encuentran en Ginebra,
donde se desarrolla el 61 periodo de sesiones de la Comisión de
Derechos Humanos de Naciones Unidas. Este —afirmaron los
panelistas— puede convertirse en un escenario de condena de las
violaciones de tales derechos en los Estados Unidos y de las
cometidas por este país contra otras naciones; y también de
denuncia de las injusticias y arbitrariedades en el proceso de los
Cinco.
Hasta allí han llegado para entrevistarse con relatores
temáticos de las diferentes comisiones de dicha organización,
parlamentarios suizos y grupos de amistad con Cuba, y para advertir
cómo en el caso de los Cinco los Estados Unidos violan los
preceptos establecidos en instrumentos jurídicos internacionales
como la Convención contra la tortura y otros tratos crueles e
inhumanos, la Declaración Universal de los Derechos del Niño, la
protección de la personalidad jurídica y el disfrute por todo
acusado en un proceso penal de un juicio imparcial.
También otras acciones se realizan a favor de la liberación de
nuestros compatriotas en varias partes del mundo, entre ellas una
marcha de solidaridad con Cuba en Ginebra, la celebración de cerca
de 80 actos públicos en Estados Unidos, y la exhibición en 22
ciudades de ese país del documental Misión contra el terror
que muestra parte de las acciones terroristas del Gobierno
estadounidense contra la Isla.
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