(12 de marzo de 2005)
La guerra no es el
camino para enfrentar el terrorismo
Mariela
Pérez Valenzuela
España llora este
viernes de dolor recordando los trágicos acontecimientos del 11 de
marzo en ese país y el mundo vuelve a recibir un llamado a la
conciencia sobre la necesidad de combatir el terrorismo y atacar sus
causas.
Las matanzas en
Afganistán e Iraq bajo las banderas de la cruzada antiterrorista de
Washington avivan la violencia y multiplican la inseguridad en el
Planeta.
Cuba, que condenó los
hechos del 11 de septiembre en Estados Unidos y del 11 de marzo en
España, reitera la posición expresada por el Comandante en Jefe
Fidel Castro desde los acontecimientos de Nueva York: ... la guerra
no es la solución para enfrentar el terrible flagelo, solo la
acción concertada de la comunidad internacional encontrará
verdaderos caminos para enfrentar el terror.
Con estas palabras
resumió Randy Alonso la Mesa Redonda Informativa de ayer Europa: el
terrorismo, la guerra y la economía, en la cual trascendió que
Madrid guardó este viernes cinco minutos de silencio en
recordación a las 192 víctimas de los atentados de Marzo del
pasado año.
Arsenio Rodríguez
apuntó que las secuelas de esa matanza, en la que también
resultaron heridas unas 1 500 personas, todavía hoy afectan al
pueblo español, el cual espera los resultados de las
investigaciones en curso, mientras permanecen detenidas casi dos
decenas de sospechosos.
El colega Eduardo Dimas
dijo que en el caso de España la mayoría de la población se opuso
a la guerra contra Iraq y fue la política del entonces presidente
José María Aznar de apoyo a la agresión la que probablemente
determinó que ese país se convirtiera en un objetivo de acciones
terroristas.
Tras afirmar que en el
mundo hay personas interesadas en que no se acabe de definir que es
el terrorismo, comentó que el principal agente promotor de ese
fenómeno es el Gobierno norteamericano que con una política de
supuesta lucha contra ese flagelo lo único que hace es promoverlo.
Más adelante Rogelio
Polanco expresó que a casi un año de la salida del poder de Aznar
los españoles quieren tenerlo bien lejos de su territorio, cuando
continúa haciendo declaraciones muy cercanas a la política
injerencista de Washington.
Tras recordar que el ex
gobernante pretendió llevar adelante una política unilateral
contraria al sentimiento de la mayoría del pueblo, dijo que España
ha cambiado mucho después de su retirada, tanto en lo interno como
en sus relaciones internacionales.
En el último año
presidentes latinoamericanos han visitado esa nación, cuyo actual
Gobierno también ha tratado de influir en el cambio de la política
de la Unión Europea hacia Cuba y en lo nacional da pasos de avance
en la atención a los problemas sociales, agregó.
En otro momento Reinaldo
Taladrid se refirió a la tensa situación que continúa viviéndose
en Iraq, donde las noticias que circulan todos los días hablan de
violencia, asesinatos, muertes, terrorismo....
Sobre la polémica que
suscitó el reciente atentado a la periodista italiana Giuliana
Sgrenma y en la que resultó muerto el agente del servicio secreto
de ese país Nicola Calipari, la periodista Elsa Claro dijo que ha
puesto en apuros al gobierno de Silvio Berlusconi, que, fiel aliado
a la neofascista administración estadounidense, trata de hacer ver
que se trató de un accidente.
La administración de
Bush también prácticamente culpó a las víctimas al sostener que
iba a alta velocidad el auto que trasladaba a la periodista hacia el
aeropuerto, luego de ser liberada tras permanecer varias semanas
secuestrada en Iraq.
Comentó que Giuliana
—quien ha dicho que no cree en la investigación actual sobre los
hechos— dio a conocer el uso de agentes químicos por parte de
Estados Unidos en Iraq y trasmitía de forma veraz lo que sucedía
en ese país árabe, como las torturas en las cárceles, que han
provocado un rechazo mundial.
Durante la Mesa
trascendió que en Europa todavía se sienten las huellas que dejó
la invasión de las tropas de la OTAN y Estados Unidos contra la
provincia de Kosovo, territorio que aun se mantiene ocupado seis
años después de la guerra.
Los panelistas se
refirieron, además, a la subida del precio del petróleo y las
especulaciones en el mercado mundial sobre este tema, el deterioro
gradual del dólar y la delicada situación económica y social en
Europa.
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