(13 de noviembre de 2004)
Unidad y Resistencia:
bastiones fundamentales de
la lucha palestina
La repercusión mundial
ante la muerte del líder palestino, Yasser Arafat y el reto que
tiene la nueva dirección y su pueblo en la conducción de la lucha
por la formación de un Estado independiente, donde la unidad y la
resistencia constituyen los eslabones principales, fueron temas
abordados en la Mesa Redonda Informativa de anoche.
Los periodistas Arleen
Rodríguez, Juan Duflar y Elson Concepción, bajo la conducción de
Randy Alonso, destacaron cuánto respeto y cariño se ha expresado
en casi todo el mundo ante la pérdida de tan destacado dirigente y
luchador revolucionario.
La afirmación del
Comandante en Jefe Fidel Castro, escrita en el libro de condolencias
abierto por la embajada palestina en Cuba, de que "Nada
podrá borrar su nombre en la historia de los grandes luchadores por
la libertad de los pueblos", resume la trayectoria de quien
dedicara toda su vida a la lucha, tanto militar como política y
diplomática, por la constitución de un Estado palestino y el
regreso a su Patria de los millones de sus compatriotas obligados a
vivir en la diáspora.
En el foro televisivo se
expusieron imágenes de las ceremonias realizadas en París, El
Cairo y Ramallah, donde se rindió homenaje al fallecido Presidente
palestino, y, en el caso de la capital egipcia con la asistencia de
mandatarios y delegaciones oficiales de más de 40 países.
En cuanto a la
formación de la nueva dirección palestina días antes de la muerte
de Arafat, se constató que eso permitió entre otras cosas, dar
continuidad a Gobierno, a la política y a todas las actividades
propias en los territorios ocupados, y además que fueran estas
autoridades quienes encabezaran las exequias y adoptaran las medidas
necesarias para evitar cualquier tipo de incidente en medio del
sepelio.
Cuatro dirigentes
palestinos han sido designados para encabezar, tanto al Gobierno de
la ANP, como a la OLP, el Movimiento Al Fatah y el Parlamento.
La última de las
decisiones adoptadas es la designación de Faruk Kaddumi, quien
asumió la conducción del movimiento Al Fatah, el grupo mayoritario
dentro del movimiento palestino.
Kaddumi permanece
exiliado en Tunez, lo que para algunos analistas es una dificultad
en el trabajo de conducción de Al Fatah.
Su primer mensaje, una
vez nombrado al frente de Al Fatah fue el de que "la
resistencia es el camino para alcanzar una solución
política".
Por su parte, Fauhi
Fatuh, el nuevo presidente de la Autoridad Nacional Palestina, en
sustitución de Arafat, tendrá en sus manos la tarea nada sencilla
de encaminar el proceso político y la convocatoria a elecciones
dentro de dos meses.
Como primer ministro
continuará Ahmed Qureia (Abu Ala), y al frente de la OLP estará su
actual secretario general, Mahmud Abbas (Abu Mazen).
Todos ellos, y el
aguerrido pueblo palestino, tienen el gran reto de conducir la lucha
y la resistencia, forjar la unidad indispensable, para el
enfrentamiento al ocupante israelí y en la tarea de encausar la
vía pacífica en la búsqueda del apoyo internacional para la
constitución de un Estado palestino independiente.
Tal objetivo no es nada
fácil si se tiene en cuenta que, incluso, ha sido el Gobierno
israelí de Ariel Sharon el único que no ha expresado condolencias
por la muerte de Arafat, que más bien algunos judíos extremistas
salieron a la calle a festejar, y un ministro del Gabinete hasta
aseguró que es lo mejor que había pasado.
Más aun es importante
la resistencia y la lucha diaria, si se tiene en cuenta que el
Gobierno de Israel está apuntalado militar, económica, financiera
y diplomáticamente por el de Estados Unidos.
Incluso, el presidente
George W. Bush, al referirse a la muerte de Arafat, ha dedicado las
varias intervenciones que ha hecho, incluso la última durante su
encuentro con el premier británico Anthoni Blair, a exigir que la
nueva dirección palestina trabaje por la democracia —como la
concibe Washington— y contra el terrorismo, como denomina Bush a
los movimientos de la resistencia palestina.
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