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20 de julio de 2004)
Mal momento para el Gobierno de Bush
Mariela
Pérez Valenzuela
Indudablemente no es un
buen momento para la Administración del presidente George W. Bush.
Entre el atolladero de la guerra en Iraq y el peso de las torturas,
las ejecuciones extrajudiciales, las detenciones arbitrarias y la
política represiva interna, que hacen triza la fabricada imagen de
la grandeza moral de Estados Unidos, transcurren estos meses previos
a las elecciones presidenciales.
La Mesa Redonda
Informativa de ayer con este mismo tema trató acerca de los planes
del Ejecutivo para el probable aplazamiento de los comicios de
noviembre próximo, si ocurriera, como prevé, un atentado
terrorista.
Reinaldo Taladrid
apuntó que la búsqueda de los aspectos legales para solicitar la
postergación de los comicios, de producirse un ataque, provoca
expresiones de rechazo y es desaprobada por el 82% de los
estadounidenses.
Aunque legalmente es
prácticamente imposible, dijo, que se acepte el pedido de un
retraso en la votación, los analistas políticos coinciden en que
esta podría ser una de las sorpresas preparadas por la actual
Administración republicana en los días anteriores a las
elecciones, junto al repentino hallazgo de armas químicas o la
captura de Osama bin Laden, lo cual sería presentado como un
triunfo de Bush.
Mientras, la situación
en Iraq se complica aún más después del publicitado traspaso del
poder el pasado 28 de junio: Estados Unidos ha tenido que mover más
tropas ante la imposibilidad de detener las osadas acciones de la
resistencia que todos los días causa más bajas, comentó el colega
Lázaro Barredo.
A ello se suma que
prácticamente todas las semanas son difundidos nuevos casos de
torturas perpetradas por el ejército norteamericano no solo en las
prisiones de Iraq, sino también en la base naval de Guantánamo,
territorio que Estados Unidos ocupa de forma ilegal en Cuba.
Otras noticias nada
favorables están relacionadas con las dudas que tienen los
organismos internacionales sobre el destino del dinero proveniente
del petróleo iraquí, que motivaron una investigación incompleta
torpedeada por los nuevos administradores y la cual arrojó
descontrol y contrabando, entre otras irregularidades.
En la Mesa también
trascendió que la comisión "independiente" que investiga las
causas que llevaron a la guerra contra Iraq y los atentados
terroristas del 11 de septiembre, más que buscar la verdad, lucha
por la preservación del sistema al exonerar a la Administración de
Bush de cualquier responsabilidad, señaló Renato Recio.
Se ha limitado a decir
que hubo un fallo de inteligencia y, entre otras recomendaciones,
planteó la necesidad de reestructurar la CIA.
Acerca de las elecciones
de noviembre, los panelistas se refirieron a las dudas que existen
en el propio territorio norteamericano sobre si realmente serán
verdaderamente transparentes a pesar de lo anunciado de invertir
cuatro mil millones de dólares para asegurar la confiabilidad de
los comicios.
Por ese motivo miles de
personas protestaron en los últimos días en varias ciudades
norteamericanas contra el uso de las máquinas electrónicas de
votación, tecnología empleada en las fraudulentas elecciones del
2000, así como lo hacen contra las torturas en Iraq, la represión
en su país y las injustas medidas anticubanas que violan el derecho
de los propios ciudadanos de Estados Unidos.
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