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(31 de marzo de 2004)
Nada debe hacer callar a los pueblos ante la injusticia
Mariela
Pérez Valenzuela
Veintiocho años
después del asesinato de seis manifestantes árabes que reclamaban
las tierras injustamente expropiadas por el Gobierno sionista, el
pueblo palestino salió ayer a las calles a reclamar su derecho a la
tierra y a un Estado.
Manifestantes palestinos e israelíes árabes salieron a las calles durante el Día de la Tierra sosteniendo fotos de sus mártires.
En otra nación árabe,
Iraq, los invasores continúan asediados por la resistencia y el
país sigue plagado de violencia e inestabilidad, mientras se acerca
el 30 de junio, fecha del supuesto traspaso de mando a un Gobierno
iraquí diseñado por la Casa Blanca.
Con estas palabras
resumió el moderador Randy Alonso la Mesa Redonda Informativa de
ayer Violencia e impunidad en el Oriente Medio, sobre la situación
en los territorios ocupados y los últimos sucesos en Iraq.
Las múltiples
manifestaciones en Gaza y Cisjordania contra la ocupación del
ejército israelí de esas zonas y para recordar a los ciudadanos
palestinos asesinados brutalmente el 30 de marzo de 1976, confirman
la continuidad de la lucha y la unidad nacionales.
Dos días atrás ese
mismo pueblo también se lanzó a las calles para protestar contra
el muro que levanta Israel en la franja con Cisjordania y por el
asesinato del líder espiritual del movimiento de resistencia
islámica Hamas, Ahmed Yassin, condenado en todo el mundo, y una
muestra de lo que es capaz de hacer el Gobierno de Ariel Sharon.
Mientras en la Comisión
de Derechos Humanos de Naciones Unidas, en Ginebra, se aprobó una
Resolución de condena a este crimen, en el Consejo de Seguridad no
ocurrió así al vetar Estados Unidos el proyecto presentado por los
países árabes.
Lo que aconteció en
Naciones Unidas el pasado día 25 da la medida de la impunidad con
que puede actuar un país aliado a la superpotencia y a su vez
evidencia la falta de moral del Gobierno del presidente George W.
Bush.
En la Mesa trascendió
que en un momento tan complejo para el Oriente Medio, donde
continúa el genocidio de palestinos, Iraq permanece ilegalmente
ocupada, y ha habido una repulsa al proceder norteamericano, el
principal obstáculo para que avance un proceso de paz en esa
violenta región.
El reciente aplazamiento
de la Cumbre de los países árabes, donde se discutirían temas
fundamentales, es una muestra de la falta de unidad y fortaleza de
los Gobiernos que integran la Liga, y es esa división lo que
facilita a Sharon actuar con total prepotencia y desarrollar su
política agresiva con el respaldo del Gobierno de Estados Unidos.
Acusado de corrupción,
Sharon dijo que revelará todos los detalles de su plan solo
después de reunirse con Bush en Washington el próximo 14 de abril.
La situación actual en
Iraq, donde crece la resistencia a la ocupación foránea, evidencia
el fracaso de lo que W. Bush prometió al mundo al desatar la
guerra. Reinan allí el caos y la inseguridad que convierten al
país en el lugar más peligroso para la tropas invasoras.
Lamentablemente la
tragedia del pueblo palestino y la ocupación injustificable de Iraq
ocurren ante los ojos del mundo, las protestas y el rechazo de los
pueblos siguen siendo soslayados por la prepotencia y la ceguera
imperiales, pero nada debe hacer callar a los pueblos ante la
injusticia, se reflexionó al final de la Mesa.
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