|
(24 de marzo de 2004)
Sistema Penitenciario Cubano
Respeto pleno a la
condición humana
La educación, la cultura y el deporte son hoy los instrumentos principales que se utilizan cada vez con mayor precisión y efectividad entre la población penal del país para lograr el cambio humano que la sociedad necesita en quienes la integran
Aldo
Madruga
Si un hombre está en
prisión por las causas que sean tratamos por todos los medios
posibles hacer de él alguien útil, para que pueda trabajar y vivir
de una manera decente y lo hacemos respetando plenamente su
condición humana, subrayó el coronel Rafael Guzmán, segundo jefe
de la Dirección de Prisiones del Ministerio del Interior, al
intervenir en la Mesa Redonda Informativa que abordó este martes
cómo se reflejan en el sistema penitenciario cubano los nuevos
programas que, dentro de la Batalla de Ideas, fortalecen la
prevención y atención social en amplios sectores de la población.
Este proceso, conocido
también como la Tarea 500, forma parte de los programas de la
Revolución y comenzó desde el mismo momento en que nació el
movimiento de trabajadores sociales en el año 2000. A partir de un
estudio realizado en las cárceles cubanas, relató Enrique Javier
Gómez Cabezas, miembro del Buró Nacional de la UJC, se comprobó
que el 58% de los jóvenes presos iniciaron sus actividades
delictivas entre los 16 y 24 años. El 64% de ellos en ese momento
ni estudiaba ni trabajaba, solo cerca del 2% provenía de padres
universitarios.
Esta situación también
se reflejaba en los muchachos y muchachas desvinculados del estudio
o del trabajo, hacia los cuales se encaminó de manera prioritaria
el desempeño de los trabajadores sociales, con el fin de encontrar
y encaminar los llamados "eslabones perdidos". Una investigación
demostró que provenían en un 70% de familias divorciadas, en un
19% vivían con un tercer familiar, e incluso el 16,4% de las
muchachas había dejado los estudios por embarazo precoz.
La Revolución formó
más de 15 000 trabajadores sociales que se dedicaron a descubrir a
los que pudieran ser futura cantera de una prisión. En poco más de
dos años, se han incorporado más de 107 000 personas a los cursos
para jóvenes desvinculados.
En el centro
penitenciario San Francisco de Paula se empezó a experimentar con
la idea de una cárcel sin cercas, sin rejas, ni cerrojos, los
cuales fueron sustituidos por aulas, talleres, laboratorios de
computación y bibliotecas.
Era el primer paso de
una experiencia que pretende convertir a los centros penitenciarios
en escuelas, partiendo del estrecho vínculo entre los jóvenes
internados, sus familias y los trabajadores sociales encargados de
atenderlos a ambos. Por él han pasado más de 300 recluidos.
Entre los nuevos
programas que se desarrollan en los establecimientos penitenciarios
abordados por el Segundo Jefe de la Dirección de Prisiones del
MININT, está la organización de cursos de Enfermería y de
Educación Física entre los reclusos, en coordinación con el
MINSAP y el INDER, junto a la organización de las bibliotecas en
las prisiones para que tengan la posibilidad de ampliar sus
conocimientos, se instruyan y puedan recrearse de forma sana.
El popular espacio
televisivo mostró cómo la educación, la cultura y el deporte son
cada vez más instrumentos principales que con creciente precisión
y efectividad se utilizan entre la población penal cubana para
lograr el cambio humano que la sociedad necesita en quienes la
integran, y destacó que, junto con ello, se garantizan los derechos
como el de la atención médica y estomatológica con calidad en
todos los establecimientos penitenciarios, la rebaja de la sanción
hasta dos meses por cada año que cumpla, el espacio para mantener
relaciones afectivas con su pareja y, en medio de las limitaciones
económicas conocidas, se busca mejorar la alimentación, vestuario
y otras condiciones de vida y trabajo para reclusos y personal
carcelario. A ello se añade el tratamiento diferenciado al joven
recluso.
Francisco Ferreira
Báez, viceministro primero de Educación, expuso cómo los amplios
programas que desarrolla la Revolución en ese campo y en todas las
esferas de la vida del país, también llegan a las cárceles con un
amplio efecto transformador y renovador en la exis-tencia de las
personas que están en ellas, sobre todo en sus relaciones entre
sí, y en un cambio de actitud ante la vida.
Iniciada el primero de
septiembre del 2002, "Por nuevos caminos", como se nombró a esta
novedosa forma reeducativa, abarca a 84 centros penales e incluyó
la instalación de 1 076 televisores y 195 equipos de video, que
mediante circuito cerrado permiten ver los diferentes materiales en
los locales habilitados para ello.
Informó que en el 100%
de los establecimientos penitenciarios del país existen y funcionan
los cursos de superación para los reclusos a los cuales están
incorporados actualmente y de forma voluntaria más del 90% de
quienes hoy cumplen condenas en prisiones.
Explicó que el programa
audiovisual, que actualmente llega a todas las escuelas del país,
también ha ido introduciéndose paulatinamente en las prisiones y
mediante él los reclusos han recibido, tanto para aumentar el nivel
escolar como para ampliar la cultura general, cursos de idioma
Español, Geografía, Apreciación literaria y cinematográfica,
Historia y otros con una promoción superior al 90%.
Contrastando con lo que
sucede dentro del sistema penitenciario cubano está la realidad de
las cárceles norteamericanas donde, según Lázaro Barredo Medina,
periodista y diputado que ha recorrido instalaciones penales de
otros países como integrante del PARLATINO, existe una población
penal en EE.UU. de más de dos millones de convictos, donde uno de
cada cinco reclusos es violado, el 29% de los fallecidos en las
cárceles mueren a causa del SIDA y 3 500 niños están presos junto
con los adultos.
Recordó cómo es de
cruel ese sistema con el ejemplo del Héroe Cubano y prisionero
político Antonio Guerrero, quien fue trasladado de su prisión para
ser sometido a una operación quirúrgica, luego de la cual y sin
ningún motivo, en vez de regresarlo a su celda normal, lo pusieron
en una de castigo y que llaman "el hueco", pese a que el joven
todavía estaba recuperándose de la cirugía y no representaba
ningún peligro por su conducta.
El coronel Guzmán
subrayó que la creación, organización, y perfeccionamiento del
sistema penitenciario cubano ha estado y estará siempre inspirado
en ese pensamiento del Comandante en Jefe que plantea que el Estado
Socialista no puede sentirse ajeno al destino de ningún hombre.
Agregó que, además, ha
mejorado la forma de expresarse y el vocabulario de los reclusos se
aleja cada vez más de la jerga clásica que se imponía en este
ámbito, y en general se ha creado un clima, un ambiente de
superación en las prisiones.
Al resumir el programa
televisivo, su moderador Randy Alonso destacó la esencia
profundamente humana de la Revolución, la cual se multiplica en los
más de 170 programas que como parte de la Batalla de Ideas hoy
privilegian la educación, la cultura, la salud, y la información
de nuestro pueblo.
Añadió que en tan
revolucionarios caminos, hoy se inserta la extraordinaria labor de
los trabajadores sociales y también las significativas
transformaciones que tienen lugar en el sistema penitenciario cubano
y abren renovadores horizontes.
Todo ello, dijo,
ratifica una vez más que en Cuba, en el socialismo, ningún ser
humano sera excluido ni olvidado jamás.
|