(19 de julio de 2003)
La mentira de masas
Arsenio
Rodríguez
La
monopolización y concentración de los medios masivos de
comunicación tienen su mejor expresión en Estados Unidos,
controlados por unas pocas empresas, situación que se agravará en
un futuro inmediato y demuestra, una vez más, la falacia de la
llamada "libertad de prensa", que no es más que la libertad de
empresa.
La televisión es un
negocio muy rentable, pero para mantenerlo se necesita mucho dinero.
Al aumentar los canales hacen falta más programas y por ello se
aumentan los costos. De hecho, los dueños pequeños desaparecen y
crecen los monopolios.
En la Mesa Redonda
Instructiva de ayer, referida a los medios de comunicación,
participaron los periodistas Reinaldo Taladrid, Pedro de la Hoz,
Roger Ricardo Luis, Rosa Míriam Elizalde y Raúl Garcés, bajo la
conducción de Randy Alonso.
Los especialistas
explicaron las características de estos medios y cómo se manipulan
las situaciones, no solo nacionales, sino internacionales.
Informaron, por ejemplo, que ahora en EE.UU. hay menos de 10 grupos
que prácticamente controlan todo lo que oyen, ven y leen los
norteamericanos.
El sensacionalismo,
nacido en Nueva York, es práctica habitual en la prensa
norteamericana, y de otras naciones, ya que solo se busca vender
más, sin importar cómo. La noticia ya no es la búsqueda de la
verdad, sino la vía para lograr mayor ganancia.
Sirven estos medios,
además, para resaltar el patrioterismo y exportar una imagen sin
máculas del imperio. A ello contribuyen las encuestas que intentan
dar una imagen falsa de fidelidad a la opinión pública.
La prensa norteamericana
se ha encargado de acabar con los propios mitos que ella misma
creó, en cuanto a su objetividad y honestidad. Ese modelo de prensa
no es paradigmático y está en crisis. Venden al mundo una realidad
que no es, manipulada, lo que se agrava cuando la prensa asume el
papel de partidos políticos, como es el caso de Venezuela, lo que
comentó desde Caracas el periodista Félix López, enviado especial
a esa nación, contactado por su colega Miguel Ángel Masjuán.
En cuanto al papel de la
radio, Max Lesnik, desde Miami, la caracterizó como algo que nació
como instrumento de cultura y ha terminado como medio de terrorismo,
lo que bien conoce porque ha sido víctima de más de una bomba.
A la mercantilización
de la noticia se suma la banalidad de la televisión, que tiene como
objetivo el espectáculo, siendo esta una vía de idiotización del
ser humano, para convertirlo en alguien acrítico, que reaccione
como un zombie ante los mensajes que recibe dentro del sistema
imperante, lo que se conoce también como "televisión basura".
En realidad se trata de
una industria millonaria, donde la pornografía, el mal gusto, los
bajos instintos y la degradación, llegan a la pequeña pantalla sin
importar el daño que provocan en los televidentes, sobre todo en
los más pequeños.
Los comunicadores
demostraron que los medios masivos de comunicación del capitalismo,
incluido ahora Internet, se convierten en fábricas de mentiras para
las masas.
Sin embargo, Internet
constituye para los medios alternativos una esperanza, como vía de
transmitir la verdad de los acontecimientos.
|