MESA REDONDA

(16 de julio de 2003)

Rutas que nació torcida

Israel prosigue violando el plan de paz, mientras su mentor las pasa difícil ante la creciente resistencia iraquí y el cuestionamiento a su pretexto para agredir a Bagdad

Arnaldo Musa

Recordemos cómo Estados Unidos proclamó después del 11 de septiembre que habría una guerra interminable y de por vida. No fue un comentario al azar ni pura retórica. Desde entonces, la administración de Bush ha estado absolutamente dedicada a las aventuras militares en el exterior y a su guerra sistemática contra los árabe-norteamericanos, los musulmanes, en favor de las corporaciones.

Ello movió a la invasión a Iraq y a la imposición de un Gobierno al estilo colonial, y a maniobrar continuamente para tratar de mantener al socio sionista como punta de lanza en el Medio Oriente.

En este contexto se desarrolló la Mesa Redonda Informativa de este martes, bajo la conducción de Arleen Rodríguez (Revista Tricontinental) y la participación de los también periodistas Juan Dufflar (Trabajadores), Elson Concepción (Granma), Reinaldo Taladrid y Eduardo Dimas, ambos del Sistema Informativo de la Televisión Cubana.

La Mesa abordó inicialmente la problemática palestino-israelí, y quedó claro el taimado sabotaje de los sionistas al más reciente acuerdo de paz sobre la región, denominado Mapa u Hoja de Ruta, amén de que ha intentado la división de la oposición palestina, aunque el primer ministro, Mahmud Abbas, afirmó al término de una reunión con el presidente, Yasser Arafat, que las divergencias (sobre sucesivas concesiones a Israel) fueron superadas.

Tan es así que Egipto presentó un plan para presionar al Gobierno de Tel Aviv a que reabra las instituciones civiles clausuradas por el ejército de ocupación, excarcele a cientos de presos palestinos y cese la edificación de colonias, lo cual sería complementado con la retirada inmediata de las tropas israelíes, el cese de la violencia sionista y de la Intifada, así como la creación por etapas de un Estado independiente palestino para el 2005.

Hay 28 violaciones de Israel en el último mes de la tregua, en siete ocasiones con ataques con armas pesadas a aldeas palestinas; crímenes selectivos, bloqueos a localidades palestinas, mientras el premier Ariel Sharon hace una gira por Europa para eliminar a Arafat de la escena política, al tiempo que libera a un pequeño grupo de prisioneros y no tiene en cuenta el regreso de los refugiados palestinos.

O sea, es una ruta de paz que nació torcida, constantemente burlada por Sharon, pese a la propagandeada presión estadounidense.

Washington ha tenido que buscar refuerzos y adelantar la creación de un equipo de Gobierno afín, pero cuyas discrepancias internas le ha impedido nombrar presidente, aunque sí un tribunal para "juzgar crímenes de guerra", un método para asesinar "legalmente". Algo tan burdo como la vía torcida utilizada por Bush para justificar la agresión (que Bagdad poseía armas de exterminio masivo y la defensa de los derechos humanos del pueblo iraquí), un engaño del que se hicieron eco su principal aliado, Blair, y un "pequeño" socio, Aznar.

   

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