21 de julio de 2005
Comandancia del Ejército Rebelde en La Plata
Símbolo del heroísmo cubano en medio del lomerío
De la fundación, de
las razones para construirla y del tiempo en que estuvo en ella Fidel,
habla el doctor Pedro Álvarez Tabío, director de la Oficina de
Asuntos Históricos del Consejo de Estado
PEDRO MORA ESTRADA
Justo en lo más alto de
un altozano inmenso, René Castillo casi llora de tristeza. Fue una
endemoniada ráfaga de viento la que trajo hasta aquí esa roca grande
que jamás había visto en este pedazo de tierra donde antes estuvo la
instalación conocida por casa de la Administración Civil del
Territorio Libre, reducida ahora a dos o tres guanos y pedazos de
tablas, dice mientras arrastra los escombros que obstruyen la entrada
de una de las más queridas edificaciones de la Sierra Maestra.
Una de las instalaciones de la Comandancia, antes de Dennis.
Ver similares destrozos en
15 de las 18 instalaciones de la Comandancia General del Ejército
Rebelde allí, tras el paso del huracán Dennis, le aprieta el pecho a
este guajiro apasionado que hace más de un lustro dirige ese
simbólico caserón.
Doctor Pedro Álvarez Tabío, director de la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado.
Faltaría a su sinceridad
si negara que le angustia lo sucedido, pero sabe que, con el mismo
ímpetu con que desde octubre del 2003 y hasta horas antes del azote
de Dennis, realizaban una minuciosa labor para salvar del deterioro
las instalaciones, sin cambiar su originalidad constructiva, ahora
emprenderían la recuperación.
UN SÍMBOLO DEL
HEROÍSMO
Apenas unas horas después
del paso del huracán, el doctor Pedro Álvarez Tabío, director de la
Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado, estuvo en la
Comandancia al lado de sus trabajadores y nos acercó a la historia
del lugar.
Convencionalmente se toma
como fecha de establecimiento de la Comandancia de La Plata el primero
de mayo de 1958, porque ese día hizo su primera transmisión desde
allí la emisora guerrillera Radio Rebelde, precisa Álvarez Tabío.
El Comandante Che Guevara,
recuerda, había creado la emisora en Pata de la Mesa, el 24 de
febrero de ese año, pero durante una visita de Fidel al campamento
del Guerrillero Heroico, en la cual se dirigió al pueblo por esos
micrófonos después de la huelga de abril, el jefe de la Revolución
decidió trasladarla a La Plata.
Se escoge esa zona,
añade, por sus condiciones topográficas, está en el centro
geográfico donde operó la Columna Uno, un lugar de muy difícil
acceso y donde existía una colaboración campesina asegurada y
conocida.
Comenta que todas las
familias serranas de la comarca contribuyeron con la causa
revolucionaria, entre ellas la de Julián Pérez, conocido por El
Santaclareño, quien poseía aquellas tierras realengas; la de Osvaldo
Medina y otras. Es por eso —subraya— que Fidel decide que sea
aquí, en el pico más alto.
Las demás instalaciones —continúa—
se construyeron alrededor de la emisora guerrillera, entre ellas el
hospital, la casa de las Marianas, la Comandancia o casa del
Comandante en Jefe, la ACTL, o casa de Faustino, hasta erigirse unas
20 construcciones rústicas.
A partir de su ubicación
en La Plata la Comandancia se convierte en sede estable y permanente
de Fidel en la preparación de la defensa del territorio rebelde
contra la gran Ofensiva de Verano que se organizaba en esos momentos y
que comienza el 25 de mayo, señala el investigador. Desde aquí se
mueve a diversos frentes de combate (El Jigüe, Santo Domingo, Las
Mercedes...).
Terminada esa operación,
a principios de agosto, se establece allí de manera permanente hasta
el 16 noviembre de 1958, cuando parte rumbo a Guisa, y después a la
ofensiva final.
Álvarez Tabío destaca la
contribución de Celia Sánchez en esta obra. La diseñó, dice,
protegida de la observación aérea del enemigo. Ella fue el centro,
el corazón, el cerebro que diseñó la Comandancia.
Aclara que en este lugar
estuvo primero una cárcel y que los combatientes rebeldes le llamaron
Puerto Malanga, burlándose de la conocida prisión batistiana de
Santiago de Cuba, denominada Puerto Boniato.
El huracán Dennis dañó
severamente el histórico sitio. Solo quedaron intactas tres de las 18
instalaciones: la casa de Fidel, Radio Rebelde y la caseta de la
planta de esa emisora.
Estas instalaciones —asegura
Álvarez Tabío— tienen para el Comandante en Jefe una
significación emocional muy grande porque desde aquí dirigió el
rechazo de la ofensiva, organizó la estrategia posterior de la
invasión al centro del país, las columnas de Camilo y el Che, la
invasión hacia Camagüey y la creación del Cuarto Frente. Desde
allí diseñó la estrategia final en dirección a Santiago de Cuba.
Fidel ha dicho que La
Plata es uno de los lugares más queridos, y que lleva más
profundamente en el corazón de todo este proceso de la guerra
revolucionaria.
De las veinte
instalaciones que existían inicialmente se conservaban 18 incluyendo
el museo que se construyó a principios de los años 90. La decisión
es reconstruir la Comandancia buscando la madera necesaria, guano,
tejas de zinc y otros materiales, con la participación del colectivo
que trabaja allí.
Álvarez Tabío abunda al
respecto: Me reuní con ellos y fue un momento de emoción muy grande
ver a esos hombres llorando, al presenciar la destrucción de algo a
cuyo cuidado dedicaron 10 ó 15 años de sus vidas. Ellos aseguran que
ese tesoro renacerá de nuevo, que será reconstruido para las
actuales y futuras generaciones. Y así será.
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