Cuba:   CATEGORÍA 5  En la lucha contra los huracanes 

Energía entre el mar y la montaña

Linieros, técnicos y especialistas eléctricos de varias provincias laboran intensamente para restablecer la línea Trinidad-Cienfuegos

ORTELIO GONZÁLEZ MARTÍNEZ y JUAN ANTONIO BORREGO

Como si fueran cocodrilos gigantes yacen inertes en el suelo. Todas las que cayeron terminaron su vida útil y serán cambiadas por nuevas estructuras. Dicen los eléctricos que las torres Benette son las más fuertes. Sin embargo, en ese tramo de la línea conductora de 110 000 voltios, que alimenta a la ciudad espirituana de Trinidad, desde la termoeléctrica Carlos Manuel de Céspedes, de Cienfuegos, la furia de Dennis derribó 51 de estos elementos.

Foto: VICENTE BRITOLinieros, técnicos y especialistas eléctricos de Ciego de Ávila, Camagüey, Villa Clara, La Habana y Sancti Spíritus laboran intensamente para restablecer la línea Trinidad-Cienfuegos, interrumpida de forma total desde hace una semana.

En ese lugar pintoresco del Sur de ambas provincias linieros, técnicos y especialistas eléctricos de Ciego de Ávila, Camagüey, Villa Clara, La Habana y Sancti Spíritus laboran intensamente para restablecer el abasto de energía a este territorio, interrumpido de forma total desde hace una semana.

El principal frente de trabajo es precisamente la mencionada línea entre Cienfuegos y Trinidad, prácticamente destruida por el meteoro.

Para tener una idea de la prioridad con que se afronta el empeño, vale precisar que en apenas 72 horas fue elaborado un proyecto con rediseño de red adaptado a las condiciones topográficas del terreno, al tiempo que se ejecutaba el desbroce de la franja costera para la posterior colocación de los postes y los conductores.

Entre el mar y la montaña, por lugares de difícil acceso y muy cerca de donde tocó tierra el "Huracán Mercenario", andan estos hombres. Se les ve, diminutos, allá arriba, abriéndose paso con un buldózer o a través de cualquier otro medio que permita abrir las trochas.

Pese a los tropiezos lógicos de este tipo de labor, Pablo Saavedra Cabrera, director de la Organización Básica Eléctrica en Ciego de Ávila, asegura a pie de obra, que sus hombres, los de batallas cotidianas, cumplirán con el compromiso de alistar la línea la próxima semana, algo bien difícil, pero no imposible si se tienen en cuenta la entereza y la experiencia de esa fuerza de choque, veterana de varios ciclones.

Comenzaron en áreas cercanas a Yaguanabo, un poblado que todavía exhibe las heridas del ciclón, aun cuando sus pobladores muestran la mejor cara a los visitantes.

Al pie de los nuevos postes de madera, de unos 20 metros de longitud, Ricardo Hernández Pérez, joven de 32 años, jefe de una brigada de construcción de líneas, explica que su colectivo jamás había trabajado en esas circunstancias, sobre un relieve tan accidentado. "Tenemos que tener cuidado", asegura.

"He participado en los últimos seis ciclones que tocaron al país y la particularidad de ahora son las elevaciones, pues andamos casi en las faldas del Escambray, sin miedo, pero con precaución."

Santiago Gómez Suárez, especialista de seguridad industrial, recalca que llevan un control sistemático y chequean el correcto empleo de los medios de seguridad y están al tanto de cuanto pueda ser riesgoso para los hombres.

La mayoría anda por parajes desconocidos, mas no se sienten solos. Tienen razones para pensar así. En los hogares de cada uno, los compañeros que quedaron en la retaguardia están al tanto de las familias, y en el lugar de los hechos muchas familias estrechan relaciones y brindan cuanto tienen, o cuanto les dejó el ciclón, a los solidarios visitantes

Foto: ORTELIO GONZÁLEZ MARTÍNEZDesmantelamiento de las estructuras derribadas.

En la zona de Yaguanabo-Playa, el matrimonio formado por Amarilis Orozco Díaz y Mario Ignacio Yera Lorenzo abre las puertas del hogar y brinda lo poco que tiene "a los hombres de la electricidad", como ellos mismos dicen.

En un aparte, Mario comenta que jamás volverá a negarse a ser evacuado. "Al principio todo comenzó bien, pero poco antes de las 12 del día el mar no sabía si salirse de donde está o permanecer en el lugar. Bufaba como un animal salvaje. Las tejas comenzaron a irse poco a poco, hasta que se fueron todas. Casi me quedo sin vivienda. Dennis no paró hasta matarme 14 chivos y dejarme la casa en mal estado".

Ahora el torbellino está tierra arriba, con hombres contagiados por otra energía, muy diferente a la de Dennis.

Mientras se ejecutan estas tareas de recuperación de la línea, la dirección del país aprobó la instalación en la zona de 45 grupos electrógenos, que especialistas de la corporación CIMEX y de otras entidades mantienen activos en puntos vitales relacionados con el abasto de agua, la elaboración de alimentos y la prestación de servicios médicos en varios asentamientos y poblados igualmente afectados.

 

   

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