14
de julio de 2005
Pronta respuesta en escuelas capitalinas
IRAIDA CALZADILLA
RODRÍGUEZ
Pocas horas después del
paso de Dennis la escuela primaria Comandante Pinares, de Campo
Florido, en el municipio de La Habana del Este, estaba limpia y
organizada. Pero los estragos del huracán están aún presentes en
los destrozos de 16 ventanales, en varias paredes dañadas, en el
falso techo que cayó, humedecido por las fuertes lluvias, y en una
pequeña parte de los libros de la biblioteca que no pudieron
recuperarse. En los alrededores del plantel también fueron abatidos
el almendro, el roble y la chaflera. Así y todo, parece imposible una
recuperación tan rápida.
En la primaria Comandante Pinares, una de las más perjudicadas en Habana del Este, la participación de profesores, alumnos y padres devuelven el orden.
Dicen Redelio Rivero, el
director, y Aymara Rodríguez, la administradora, que entre las diez
de la noche del viernes y las dos de la madrugada del sábado fueron
los momentos más difíciles. Ellos, junto al profesor de
Computación, Yunier Hernández, y los custodios José Ibarguengoitía
y Heriberto Cruz, no más amainó la tormenta se dispersaron por la
escuela, repasaron y amarraron de nuevo otro grupo de ventanales, y se
trazaron estrategias para cuando las lluvias cesaran.
Adiós vacaciones, comenta
Redelio, un hombre que perdió el techo de su casa mientras cuidaba la
escuela y su esposa e hija estaban evacuadas. Y Aymara también se
despide del descanso.
Para Carmen Diana
Casamayor este es el primer huracán que enfrenta como directora de
Educación en el municipio de La Habana del Este, uno de los más
perjudicados por Dennis en el sector. De los 102 centros educacionales
con que cuenta la localidad, los daños se ubican en 10 círculos
infantiles, 10 escuelas primarias y dos especiales, dos de la
enseñanza técnica profesional y seis secundarias básicas.
Es un municipio extenso:
144,9 kilómetros cuadrados, de los cuales 47 son costas. Y de los que
más medidas deben tomarse no más se anuncia un evento
meteorológico. En esta ocasión se reportaron voladuras de cubiertas
ligeras y roturas de ventanales y puertas, más algunos árboles que
cayeron sobre el tendido eléctrico o en áreas perimetrales de las
escuelas.
En la Comandante Pinares
los vientos se ensañaron; pero también dejaron huellas profundas en
la Solidaridad Cuba-México, a la que le arrancó el techo; en la
Comandante Fajardo, con desprendimientos de cubiertas; en la Rafael
Trejo, perjuicios en el techo; y en la Héroes del Moncada y
República Bolivariana de Venezuela, averías en ventanas y puertas.
"Pero
no se perdió ningún equipo del Programa Audiovisual, preservados
desde la fase informativa en lugares seguros. Ya tenemos hecho el
levantamiento de los daños y de los materiales que necesitamos para
la recuperación total. Ellos van a contar con todo el apoyo del
personal de Educación", comenta Carmen Diana, quien ha ido poco a su
casa en estos días, y da gracias por tener una familia que cuida la
retaguardia y de unos hijos que comprenden que ella es imprescindible
en su puesto directivo.
"Esperaba
tu llamada", me dijo Ramón Martín, vicedirector de Educación en
Ciudad de La Habana. De 1 341 centros educacionales en la capital, 251
fueron "acariciados" duramente por Dennis, fundamentalmente ubicados
en las localidades de La Habana del Este, Guanabo, Arroyo Naranjo y
Plaza, y los problemas mayores están en voladuras de cubiertas
(canalones y tejas) y en la carpintería (caída de ventanales,
puertas y cristales).
En este momento todas las
enseñanzas concluyeron los planes de estudio, lo cual favorece que
puedan acometerse con mayor rapidez las obras sin afectarse el ciclo
escolar. Sin embargo, los círculos infantiles Mi barquito, Nueva
Flor, Soldaditos de la Patria y el jardín Ardillita Traviesa,
presentan serias afectaciones y hasta tanto no se ejecuten las
reparaciones de ventanales y puertas no podrán abrir. Se espera el
término de esta situación en lo que va de semana.
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