12 de julio de 2005
La capital aprieta el paso
Reynold
Rassí
Poco
a poco, con el esfuerzo coordinado, la ayuda entre las distintas
entidades y la participación de las organizaciones de masas,
gradualmente se restablecen los servicios básicos en la capital
perjudicados por el paso cercano del huracán Dennis.
La atención médica no
dejó de funcionar en ningún instante, sino que fue redoblada desde
que el meteoro comenzó a amenazar, y ya comienzan a ser reparados
techos, ventanas y puertas dañados por los vientos en algunos
hospitales y policlínicos. Gracias al sistema de vigilancia
higiénico-epidemiológica establecido y a los controles establecidos
por Salud Pública, hasta la fecha no se ha detectado ninguna epidemia
ni enfermedad contagiosa.
Ahora las autoridades y
brigadas sanitarias redoblan los esfuerzos en la campaña contra el
mosquito, que con estas lluvias ve favorecidas sus posibilidades de
reproducción.
La oferta del pan normado
presenta dificultades en algunos territorios por la falta de energía
en determinados circuitos, y 92 de esas unidades funcionan con hornos
eléctricos. Las grandes panaderías están produciendo para
garantizar la distribución en las zonas afectadas.
Desde el pasado sábado
cuando comenzaron a trabajar al amanecer tras las fuertes lluvias
provocadas por el Dennis, hasta ayer, los trabajadores de Servicios
Comunales habían recogido más de 82 000 metros cúbicos de desechos
entre escombros, árboles y ramas caídos.
El domingo anterior
escuelas y centros de trabajo iniciaron tareas de limpieza, y
depositaron en las calles cerca de 53 000 metros cúbicos de desechos
que ahora recogen trabajadores con equipos y transporte de ese sector
apoyados sobre todo por los ministerios de la Construcción y del
Azúcar.
Las lluvias de semanas
atrás y las asociadas al huracán favorecen el manto freático y los
manantiales, lo cual es muy alentador, pues el 96% del agua que
abastece a la capital procede de fuentes subterráneas como las de
Ariguanabo y Cuenca Sur.
En cuanto al abasto de
agua a la capital, las principales fuentes se encuentran funcionando y
se normaliza progresivamente su entrega a la población según se
restablece el fluido eléctrico. Aún presentan dificultades los
municipios de La Habana del Este, Guanabacoa y Cotorro, y para su
distribución se cuenta con alrededor de 80 carros pipa, que
diariamente benefician a cerca de 70 000 personas.
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