12 de julio de 2005
Rachas de solidaridad
Pastor
Batista Valdés
LAS TUNAS.— Sin
desaparecer aún las últimas lluvias y la banda de nubosidad
asociadas al paso de Dennis, rachas de solidaria cooperación entre
territorios empezaron a mostrar una vez más en todo el país ese
elevado espíritu de humanismo solo consustancial a modelos como el
que desde 1959 lleva adelante Cuba.
De manera sencilla lo
confirmó la madrugada de este domingo, cuando alrededor de medio
centenar de trabajadores del sector eléctrico en Las Tunas se
despidieron de sus compañeros de labor, de sus familiares y de los
principales dirigentes del Partido y del Gobierno, para poner proa
hacia Cienfuegos con el propósito de ayudar a resarcir los daños que
dejó el huracán en aquel territorio.
Integrado en su totalidad
por hombres con probada experiencia en el enfrentamiento de fenómenos
de esa naturaleza, el contingente dispone de siete carros
adecuadamente equipados, así como de barrenadora, grúa y otros
recursos indispensables para garantizar el cumplimiento de misiones en
medio de complejas condiciones.
Otra poderosa fuerza,
mientras tanto, continúa en la provincia no solo apta para asegurar
el servicio aquí, sino también para trasladarse a cualquier región
donde lo decida el Ministerio correspondiente o la dirección
política del país.
De ese modo se lo
ratificaron a Pedro Jiménez Espinosa y a Víctor Rodríguez
Carballosa, máximos representantes del Partido y del Gobierno en la
provincia respectivamente, minutos antes de que la caravana iniciara
la marcha hacia el centro del país.
A la vecina Granma
igualmente partió un contingente de la empresa forestal integral,
cuyo aporte por el tiempo que sea necesario resultará también
oportuno y apreciado, tanto por los habitantes como por los organismos
de esa zona, fuertemente azotada por la furia de Dennis.
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