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9 de julio de 2005
Dennis se aleja
Orfilio
Peláez
Tras azotar ayer de manera
directa al archipiélago cubano por diez horas consecutivas (entró a
las 2 y 20 de la tarde por el oeste de la ciudad de Cienfuegos, y
salió en la medianoche por un punto situado entre Boca de Jaruco y
Brisas del Mar, al este de la capital), el huracán Dennis se internó
en las aguas del Estrecho de la Florida y comenzó a alejarse
gradualmente de nuestro país.
El doctor José Rubiera,
jefe del departamento de Pronósticos del Instituto de Meteorología,
explicó que durante su recorrido por varias provincias del centro y
el occidente de la Mayor de las Antillas, Dennis se debilitó de
manera notable debido al prolongado tiempo de interacción con la
tierra.
Así de aquel fortísimo
huracán Categoría 4 en la escala Saffir-Simpson que era al penetrar
por las inmediaciones de Cienfuegos, abandonó el territorio nacional
convertido en un Categoría 2, con vientos máximos sostenidos de 176
kilómetros por hora.
Rubiera precisó que las
bandas espirales asociadas a la circulación de Dennis provocaron
entre la tarde y la noche de este viernes lluvias intensas en partes
de Camagüey, Ciego de Ávila, Sancti Spíritus y Villa Clara.
Precisamente en esta última provincia se registró un acumulado de
536 milímetros en La Campana, 391 en Jibacoa, y 220 en Manicaragua.
Informó, además, que de
acuerdo con los informes ofrecidos por el personal de la estación
meteorológica de Cabo Cruz, en ese lugar de la provincia de Granma se
midieron vientos con velocidades de 238 kilómetros por hora hasta el
momento en que se rompió el equipo correspondiente.
Rubiera aclaró que si
bien el huracán Dennis se aleja de Cuba, todavía las bandas de
alimentación del sistema tropical pueden provocar hoy lluvias fuertes
en zonas del occidente y centro.
A pesar de las fuertes
marejadas que se mantendrán en el litoral norte occidental, las
penetraciones del mar en el malecón habanero serán menos severas de
lo previsto.
Hasta cerca de la
medianoche, la capital era sacudida por fuertes vientos, cuyas rachas
superaron por momentos los 115 kilómetros por hora.
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