9 de julio de 2005
Medidas de protección en centros educacionales habaneros
Iraida
Calzadilla Rodríguez
Cuando un fenómeno
meteorológico no más anuncia su formación, los centros
educacionales del país viven su propio huracán, que tiene que ver
con lluvias y vientos, pero más que eso, con la movilización de
prácticamente todo su personal en función de preservar vidas y
recursos materiales cuantiosos puestos en sus manos por la
Revolución.
La escuela cubana preserva sus valiosos medios.
Ante la inminencia del
huracán Dennis pasó así en las dos provincias habaneras, para solo
poner dos ejemplos. "Estamos preparados con mucha experiencia",
comentaba a este diario Roberto Rodríguez, subdirector general de
Educación en La Habana. La muestra está en los 25 170 alumnos
evacuados con prontitud: más de 14 600 enviados hacia sus hogares en
los 19 municipios de la provincia, y otros 10 500 que radican en la
capital.
Otras medidas fueron la
preparación de 123 centros internos, de manera que pudieran recibir
aproximadamente a 35 000 evacuados, quienes serían atendidos por los
propios trabajadores del sector.
En Ciudad de La Habana
ocurrió otro tanto a favor de que Dennis dejara el menor volumen de
secuelas. Unos 77 planteles educacionales ubicados en zonas de
inundaciones como las de La Habana Vieja, Plaza de la Revolución,
Centro Habana, Habana del Este y Playa fueron motivos de una rápida
movilización para retirar las bombas de agua, los muebles, los
equipos de televisión, videos y computadoras.
Ramón Martín,
vicedirector de Educación en la capital, dijo que los más de
3 000 estudiantes internos ya estaban en sus casas, y que los que
viven en hogares y círculos infantiles para niños sin amparo filial
cuentan con la máxima protección.
En cuanto a la Universidad
Agraria de La Habana, en San José de las Lajas, con cerca de cinco
kilómetros cuadrados de área social, además de 19 sedes
universitarias municipales, unidades docentes en empresas
agropecuarias y centros de producción en la localidad de El Guayabal
que incluyen vaquerías, naves de pollos, crías de carnero y conejos,
base de transporte y almacenes, fueron aplicadas todas las medidas de
aseguramiento.
Entre ellas, Carlos
Lezcano, vicerrector de la casa de altos estudios, relacionó el
aseguramiento de los techos, el levantamiento de los recursos
almacenados para que en caso de inundación no se deterioren.
Más de mil estudiantes
partieron hacia sus hogares y en el caso de los 209 becarios
extranjeros y 51 cubanos que permanecen en el centro, quedaron
concentrados en las plantas bajas de las residencias.
Desde la Ciudad
Universitaria José Antonio Echevarría su rector, Gustavo Cobreiro,
informó a Granma que 315 estudiantes extranjeros y más de 400
cubanos que proceden de la región central, cuentan con condiciones
para enfrentar el paso de Dennis, pues el personal de esa universidad
politécnica garantiza su cuidado y alimentación.
En cuanto a la Universidad
de La Habana, Eduardo Cruz, viceministro de Educación Superior,
informó que se adoptaron medidas para la atención a los más de 1
200 becarios cubanos y extranjeros que permanecerán en las
residencias estudiantiles, así como otras especiales se aplicaron en
el edificio de las facultades de Economía, Contabilidad y Finanzas, y
Geografía, situado en L y 21, dado la altura del inmueble, su
cercanía al mar y la fuerza con que tradicionalmente baten los
vientos en esos alrededores.
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