El poderoso huracán Dennis salió al mar a las
12:10 de la noche por un punto entre Brisas del Mar y Santa Cruz del
Norte, localidades ubicadas en el litoral norte de La Habana, entre 32
y 42 kilómetros al este de la capital del país.
Este fenómeno atmosférico, que tocó tierra cubana
en la madrugada del pasado viernes al filo de las 2:00 a.m., por Cabo
Cruz, provincia de Granma (oriente del país), y que luego bordeó la
costa sur hasta penetrar por las proximidades de la Bahía de
Cienfuegos para azotar a esa provincia, Sancti Spíritus, Matanzas y
varios municipios de La Habana y Ciudad de La Habana, se estrelló
contra la fuerza de la organización y la preparación de un pueblo
listo para defender sus conquistas, también ante este tipo de
eventos.
Una vez más nuestro pequeño país, gigante por su
unidad y más que todo por el respeto por la vida humana, volvió a
dar un ejemplo de cuánto se puede cuando la voluntad del gobierno
está al lado del sentimiento del pueblo.
Ahora toda la nación, también unida, pasa a la
etapa de recuperación. Es así que las autoridades y trabajadores de
las provincias que salían de la acción del huracán ya estaban
prestas para acudir al llamado de aquellos territorios más afectados
por Dennis.
Se hizo realidad la frase del Comandante en Jefe,
quien personalmente dirigió la estrategia de lucha contra el poderoso
huracán: "No nos va a intimidar ningún ciclón". Y así
fue, porque este Dennis llegó como huracán categoría 4 en la escala
Saffrir-Simpson y salió muy debilitado en forma de categoría 2. Cuba
demostró que es ella la que tiene "categoría 5" en la
lucha contra los huracanes.