Presencia inolvidable RONAL SUÁREZ PINAR DEL RÍO.— Ya le envié un correo a mi esposo, que es médico y está cumpliendo misión en Guatemala; le dije que Fidel había estado aquí y todo estuvo muy bien organizado, expresa Niurka Laureiro, mientras seca el piso de su vivienda, en el poblado de Isabel Rubio.
Aunque la casa es de placa, el agua del Cuyaguateje le llegó hasta los rodapiés, razón por la cual todos los bienes del hogar fueron llevados previamente a otra vivienda que se encuentra en terreno más alto. La alusión a la visita del Comandante en Jefe cuando la provincia enfrentaba la furia del huracán Iván, continúa siendo tema de conversación en los municipios del occidente pinareño. Todos afirman que conocieron la noticia enseguida, pues aunque el servicio eléctrico se había interrumpido, pequeños televisores y radios fueron activados mediante baterías y convertidores. "Nos dio mucho ánimo y acrecentó nuestra admiración por él, saber que se encontraba en Sandino, interesado en todos nosotros", aseveraron varios moradores del Consejo Popular de Manuel Lazo, a la entrada de Guanahacabibes, en diálogo con María del Carmen Concepción, primera secretaria del Partido en la provincia. Expresiones similares se repetirían en Cortés, en Las Martinas, o en El Valle (comunidad adentrada en la península), donde funcionó un centro de evacuación y el delegado del Poder Popular tuvo la iniciativa de desmontar el techo de canalón de la bodega después de trasladar a lugar seguro la mercancía, lo cual garantizó la rápida recuperación del establecimiento.
"Lo estábamos esperando en Mantua, pero comprendemos que Fidel siempre va a los lugares de mayor peligro, por eso fue para Sandino", dice la maestra Dora Reyes, quien no duda en afirmar: "Eso solo se ve en Cuba, un Presidente que comparte con su pueblo el peligro, pues estuvo moviéndose por aquí cuando ya los vientos eran fuertes". Y Justo Digno Rodríguez, desde la acera de enfrente, asevera: "Yo tengo 74 años de edad, y eso de que el máximo dirigente se ocupara personalmente de la protección de la gente, no se vio en ningún Gobierno antes del triunfo de la Revolución". En Guane, Francisco Camero, presidente del Poder Popular, guarda celosamente una hoja de papel en la que Fidel estampó su inconfundible firma. La anécdota es más o menos así: El Comandante estaba observando un pequeño mapa de trabajo donde aparecía el archipiélago cubano y el área del Caribe por donde se movía el huracán, próximo al Cabo de San Antonio, pero no lograba ubicar el lugar en que se encontraba la cabecera de Guane. Entonces María del Carmen Concepción, con rápidos trazos, improvisó un croquis. "Esto parece un perrito" —bromeó—, y a continuación agregó: "Lo entendí", y procedió a rubricarlo, junto con el mapa. Es el mejor recuerdo que nos deja Iván, en compensación por tantas horas de esfuerzos y cuantiosos daños sufridos por el municipio, asegura Camero. 18-9-2004 |