El occidente se reanima

Dialoga la Primera Secretaria del Partido en Pinar del Río con vecinos de Guane, Mantua y Sandino

Ronal Suárez
FOTOS: AHMED VELÁZQUEZ

PINAR DEL RÍO.— Un recorrido por los municipios de Guane, Mantua y Sandino, a menos de 72 horas de que fuertes vientos, inundaciones y penetraciones del mar se ensañaran con el territorio occidental cubano, sirvió para constatar la cultura que va adquiriendo nuestra población sobre cómo enfrentar la adversidad de la naturaleza con un mínimo de pérdidas.

En el poblado de La Bajada, península de Guanahacabibes, devastado por la penetración del mar, se trabajaba en la recuperación de las viviendas que con poca inversión pueden hacerse habitables.

Si usted pregunta en cualquier localidad guanera, mantuana o sandinense qué hizo posible que el peligroso Iván causara menos daños que los anteriores, todos coincidirán en que en esta oportunidad la velocidad del viento fue superior, pero también afirmarán que "estuvimos mejor preparados".

Y como para calzar esa aseveración, en la localidad de Sábalo le llevarán al almacén del restaurante El Viajero, donde aún ayer podían verse decenas de refrigeradores, televisores, colchones y otros bienes del hogar, perfectamente identificados mediante tarjetas, procedentes de las 110 viviendas existentes en la playa Bailén, duramente castigadas por el fenómeno meteorológico.

"Durante dos días estuvimos transportando esos equipos", expresa Jesús Licourt, presidente de la Zona de Defensa, y agrega que todas las familias fueron evacuadas previamente; de lo contrario no se sabe qué hubiera podido pasar.

En Cortés, este vecino comenzaba la construcción de una facilidad temporal donde guarecerse hasta que pueda levantarse su vivienda.

Cuando se transita por esa zona, salta a la vista la forma en que la población protegió sus viviendas mediante el aseguramiento de los techos. El hecho de haber estado informados sobre la trayectoria del huracán desde que se encontraba a 2 000 kilómetros, la presencia de Fidel en las Mesas Redondas alertando personalmente sobre lo que se avecinaba, son argumentos coincidentes.

A pesar de tanto esfuerzo, no todo pudo salvarse. En Guane, el aserrío Combate de las Tenerías perdió sus inmensos techos de zinc, aun cuando los habían asegurado con gruesas cabillas. Sin embargo, toda la industria fue desmontada previamente y protegida, por lo que en cuanto dispongan de energía eléctrica estarán en condiciones de reiniciar el proceso productivo.

Varias edificaciones recibieron daños en sus cubiertas y los poblados costeros fueron dañados severamente por el mar embravecido. El patrimonio forestal, y en particular la rica vegetación de la península de Guanahacabibes, muestran los efectos de la violencia del viento.

Los vecinos de La Fe, poblado costero de Sandino, manifestaron 
a la Primera Secretaria del Partido en la provincia su satisfacción por las medidas puestas en práctica para protegerlos.

Pero, sobre todo, sobresale el reconocimiento de la población por lo que se hizo para protegerle, sin escatimar medios ni recursos que cuestan caro, con destaque para las autoridades municipales y el papel de los delegados del Poder Popular, los CDR, la Policía y otras instituciones.

Así lo constató María del Carmen Concepción, primera secretaria del Partido en la provincia, al dialogar ayer con cientos de personas de localidades de esos territorios, algunas en condiciones precarias, pero satisfechas y agradecidas por las atenciones recibidas y la prevención con que se actuó para hacer posible que no hubiera que lamentar ni un solo rasguño.

ENRIQUECER LAS EXPERIENCIAS Y AVANZAR EN LA RECUPERACIÓN

Enriquecer las experiencias con las iniciativas aplicadas en todas partes para enfrentar en mejores condiciones los azotes del huracán Iván, y avanzar en la recuperación y la normalización de la vida, fueron las principales orientaciones para lo inmediato.

Dora Reyes, maestra del
 politécnico Secundino Serrano,
 en Mantua, asegura que el azote
 del huracán fue violento, pero
 todos se habían preparado con mucha disciplina para resistir.

En un orden de prioridades, situó en primer lugar el saneamiento de cada comunidad, seguido de un control objetivo de los inmuebles afectados y que se sumarán a los contabilizados tras el paso de Isidore y Lili, que todavía no han tenido solución.

"Tenemos que estudiar las cosas que se hicieron bien y las que faltaron por hacer durante la amenaza del huracán, para enriquecer nuestra cultura en este sentido, pues como expresara el Comandante en Jefe, estos fenómenos van a ser cada vez más frecuentes", expresó.

También consideró como tareas del momento, lograr la normalidad del curso escolar y demás actividades sociales, y acometer un plan de siembras emergentes de cultivos de ciclo corto que permita suplir el déficit de alimentos, dadas las pérdidas considerables sufridas por la agricultura.

La Primera Secretaria del Partido en la provincia expresó satisfacción por las muestras de agradecimiento y confianza en la Revolución que recibió durante el recorrido, y en particular por la admiración del pueblo ante la presencia del Comandante en Jefe Fidel Castro en el occidente pinareño en los momentos de peligro.

17-9-2004