Ganar tiempo a la lluvia Reynold Rassí Bajo una incesante llovizna, unas veces más fuerte que otras, provocada por la influencia del huracán Iván sobre nuestro territorio, cientos de hombres hacían un gran esfuerzo para ganar tiempo a los aguaceros pronosticados para ayer, que, de producirse, pudieran arrastrar desechos sólidos, obstruir los tragantes públicos y motivar inundaciones en distintos municipios de la capital.
Son los trabajadores de la Dirección de Servicios Comunales, quienes no obstante la lluvia, laboraban en la recogida de escombros, basura domiciliaria y de organismos, tarecos de todo tipo y ramas y partes de árboles que convertían a algunas calles en verdaderos vertederos. Ellos son los encargados, junto a los también importantes barrenderos, de mantener la limpieza y saneamiento de la Ciudad de La Habana. Una preocupación de la población, y también de las autoridades capitalinas, era que desde hacía días una gran parte de los territorios tenían exceso de desecho sólido en las calles, lo cual conspira contra la higiene, es reservorio de vectores y además daña la imagen de la ciudad. Esta situación se agravó con la amenaza de Iván, lo que motivó la decisión adelantada (y para muchos inoportuna), de recoger los contenedores de basura (ya comenzaron a situarlos de nuevo), y llevó a la ciudadanía a arrojarla en la vía pública. Al mismo tiempo se hizo un llamado a la población y centros laborales a la limpieza de techos y patios para evitar inundaciones y daños a las edificaciones, así como a podar árboles peligrosos (algunos lo hicieron de forma indiscriminada), lo cual se convirtió en un lanzamiento a las calles de escombros y otros desechos que no eran los propios de este tipo de higienización. Para enfrentar este reto, servicios Comunales contó también con el apoyo de personal y equipamiento de distintos organismos y entidades, así como de contingentes de constructores. Más de 5 000 hombres, de 400 medios como camiones de volteo, cargadores y otros se volcaron a las calles a higienizar la capital, donde se calculaba ayer lunes que había más de 150 000 metros cúbicos de desechos por recoger, no obstante estarse recolectando un promedio de 25 000 a 30 000 metros cúbicos diarios. LOS "DRAGONES" DE CENTRO HABANA Enoide Suárez Tamayo, al frente de la brigada de Comunales del Consejo de Dragones, en Centro Habana, explica que salieron a trabajar bien temprano este lunes y que cuentan con el apoyo de la Empresa de Demoliciones, de Servicios Especializados de la Construcción (SECONS), a la cual pertenecen los camiones y cargadores. Carlos Gil Suárez, uno de los trabajadores de Comunales, labora en esa entidad desde hace cinco años. Pala en mano, junto a otros compañeros, recoge el residuo que dejan los cargadores tras colectar el grueso de los desechos y descargarlos en el camión. "Considero importante mi trabajo porque contribuyo con ello a la higiene de la ciudad y a la salud de la población. Pero es lamentable que muchas personas y centros laborales indolentes no ayudan con su indisciplina social, pues arrojan los paquetes de basura fuera del contenedor sin que esté lleno, o tiran escombros y efectos de todo tipo en la vía, incluso, a pocos minutos de haberse saneado el lugar. No piensan que ellos, los vecinos de la propia cuadra, son los más perjudicados con esa actitud", expresa Carlos. La limpieza e higiene de la capital no es solo un problema del Servicio de Comunales, sino de todos los que vivimos en la ciudad. La acumulación indiscriminada de basura en la vía se convierte en criaderos de larvas de mosquitos, cucarachas, ratones y otros vectores dañinos para la salud. Y no podemos permitir que vuelva atrás el bajo índice de infestación logrado en la capital. 14-9-2004 |