| 
   Radares Meteorológicos Ingenio de modernización ENRIQUE ATIÉNZAR RIVERO CAMAGÜEY.— La modernización de la red de radares meteorológicos en Cuba ha traído ventajas para mejorar la calidad de los pronósticos sobre la evolución de los fenómenos meteorológicos, si se tiene en cuenta que antes de que se automatizara el primero de estos equipos, solo se podía contar con la información que el operador fuera capaz de transmitir por radio. Hoy es posible visualizar incluso la imagen animada. 
 El Doctor en Ciencias Técnicas Orlando Rodríguez González, quien dirige en Camagüey el equipo multidisciplinario promotor de ese desarrollo y quien tiene la responsabilidad nacional de la atención técnica a los radares, comentó que la automatización permite realizar un seguimiento de los huracanes mucho más preciso, sobre todo en la determinación de los cambios en su intensidad y velocidad de traslación. En Cuba hay siete radares meteorológicos, tres de procedencia japonesa y el resto de la extinta Unión Soviética, con 30 y más de 20 años de explotación respectivamente, que sufrieron severas faltas de suministros de piezas a causa de la desaparición del campo socialista, en el caso de los segundos. La modernización conllevó simplificar el equipamiento, que quedó reducido a transmisor, receptor y antena. Las consolas de operaciones y los indicadores convencionales desaparecieron, pues ahora es una computadora la que hace la interfaz con el resto de los transmisores, receptores y el mando de las antenas. Se dice fácil: se pasó de la tecnología analógica a la automatizada, pero ello requirió de recursos y de la ingeniosidad de sus técnicos. Los orígenes se remontan a 1983, cuando todavía existía colaboración con la URSS, pero no fue hasta 1988 que se hizo en el Centro Meteorológico de Camagüey, la primera interfaz entre un radar y una microcomputadora. El grupo, formado por ingenieros electrónicos, de radiocomunicaciones y otras especialidades, con una edad promedio de 36 años, se entregó en cuerpo y alma a ese proyecto. Algunos de sus miembros tuvieron intercambios con los mejores centros que desarrollan esta tecnología en el mundo: Estados Unidos, Italia y Canadá. 
 Para el doctor Orlando Rodríguez, el salto tecnológico nos ha puesto al nivel de lo que se hace en el mundo. La información está disponible no solo para las oficinas de pronósticos, sino también para la navegación aérea, e INTERNET, y es un ejemplo del desarrollo alcanzado por la Revolución y sus jóvenes en este campo. En la Mesa Redonda Especial del sábado último, dedicada a informar sobre el huracán Iván, el tema de la transformación de los radares fue tratado, al tiempo que se hicieron reflexiones sobre cómo podía obtenerse información de la velocidad de los huracanes para lo que es vital el empleo de los radares doppler, cuyo efecto consiste en que cuando la onda choca contra un objeto en movimiento, la señal retornada cambia su frecuencia proporcional a la velocidad de ese cuerpo. En los radares convencionales solo es posible medir la intensidad, en cambio en los radares doppler se puede medir la velocidad del objeto meteorológico, lo que permite estudiar la dinámica de los procesos en la tormenta, información muy valiosa para realizar pronósticos más certeros. Convertir un radar convencional en doppler ha sido posible por los avances que tienen aquí la Electrónica, la Matemática y la Computación, unido a la creatividad de los ingenieros y especialistas que diseñaron el software utilizado en los radares automatizados. El entrevistado aclaró que actualmente los radares modernos son muy caros, porque su producción está centrada en un grupo muy pequeño de firmas que dominan el mercado internacionalmente, en cambio por el alto nivel de preparación alcanzado por el grupo, es factible desarrollar el doppler en nuestro país a un costo más bajo. La automatización que ya funciona en cuatro radares ha permitido disminuir las roturas considerablemente y el consumo eléctrico, además de posibilitar el seguimiento y la evolución en tiempo real de los fenómenos atmosféricos como ocurrió con el Charley, George, Michelle, Lili y el Isidore. Rodríguez reconoce que el radar
  cienfueguero del Pico San Juan, ubicado a  14-9-2004  |