Tunas de Zaza se mudó

JUAN ANTONIO BORREGO

SANCTI SPÍRITUS.— Tunas de Zaza, una comunidad pesquera nacida hace siglos, como diría el poeta, entre el mar y la tierra, se mudó la víspera hacia Sancti Spíritus. Emilia Bernal, una anciana de 77 años, definió la mudanza con apenas cinco palabras: "Todo funcionó como un reloj".

Los camiones, las guaguas y hasta las rastras se habían puesto en fila desde la noche antes; el tren no hacía más que recordar la partida, una partida más que los tuneros esperaban desde que Iván asomó la cabeza días atrás.

Raro es el año en que no se repite el espectáculo, a veces por el mar del Sur que acostumbra a embestirlos, a veces por el "mar del Norte" —la presa Zaza— que río arriba sostiene su carga pesada.

Los tuneros se mudaron con sus pertenencias y con sus animales y ahora están bien seguros tierra adentro, en el IPVCE Eusebio Olivera esperando el huracán.

Sus embarazadas fueron hasta Villa Rosalba, los menores de un año hasta la escuela especial Protesta de Jarao y los impedidos físicos hasta el politécnico Estanislao Gutiérrez; los más viejos viajaron en silla de ruedas y los enfermos en camillas.

Y mientras Ramona Jacomino dice que con lo que ha oído no se siente segura ni bajo tierra y su hija no cesa de buscar puntillas para clavetear las puertas, Emilia Bernal sigue repitiendo su verdad: "Todo funcionó como un reloj".

 

11-9-2004