Muchos se niegan a acudir a refugios en Jamaica KINGSTON, 10 de septiembre (PL).— Pese al anuncio de que más de medio millón de personas se trasladan a refugios seguros, muchos vecinos del litoral se niegan a abandonar sus casas pese al avance del huracán Iván que impactará Jamaica en la tarde o noche de hoy. La televisión local mostró imágenes de residentes de la comunidad costera de Port Royal y del área turística de Montego Bay, en la que algunos vecinos se niegan a abandonar sus casas ante el peligro de perder sus pertenencias. En vez de temer por su vida en peligro por los efectos que tendrá el impacto del huracán Iván sobre el país, algunos están preocupados por los actos de pillaje que podrían ocurrir después del paso del meteoro, amen de que hay quien dice preferir "morir en su casa". Las fuerzas de seguridad comenzaron una operación para prevenir acciones violentas contra las propiedades, pero también insisten en la necesidad de que la ciudadanía proteja sus vidas de los fuertes vientos y lluvias que azotarán la isla. Iván se aproxima a Jamaica después de provocar casi una treintena de muertos durante su paso por Barbados, Trinidad y Tobago, áreas cercanas a las costas de Venezuela y Colombia, Aruba, Granada y el sur de Haití y República Dominicana. Según la contabilidad preliminar, hasta ahora conocida, perecieron 24 personas en Granada, cuatro en República Dominicana, uno en Trinidad y Tobago, dos en la costa norte venezolana, uno en la colombiana península de La Guajira y tres en Barbados. Aunque en todas partes provocó inundaciones y algunos daños materiales, en Granada arrasó pues los fuertes vientos y lluvias destruyeron el 90 por ciento de las viviendas, gran parte de la infraestructura y edificios públicos, así como las plantaciones de nuez moscada, principal renglón económico de ese país. En espera de un impacto similar en Jamaica, el gobierno envió autobuses a recoger a residentes en zonas costeras como Port Royal y planea protegerlos en refugios temporales, pero encontró resistencia a la evacuación por parte de algunos vecinos. Varios ancianos que ya soportaron otros grandes huracanes como el Gilbert (1988), considerado hasta hoy por los jamaicanos el más destructivo porque derribó el 40 por ciento de las viviendas de este país, insistían en permanecer en sus casas temerosos de volver a perder sus bienes si se repiten los saqueos ocurridos anteriormente. Pero la mayoría de la población aprovechó los transportes para alejarse de las zonas costeras y dirigirse a un millar de refugios de emergencia habilitados en iglesias y escuelas de esta capital y en las parroquias de St Elizabeth, St James y Westmoreland. Los primeros vientos, lluvias y marea alta asociados a Iván comenzaron a afectar St Thomas, el extremo oriental de este país sobre el cual, según los pronósticos, pasará esta noche el peligroso fenómeno que cobra cada vez más fuerza en su paso por los cálidos mares vecinos. La población de Jamaica se ha movilizado ante la emergencia: unos acuden a refugios, otros aseguran sus viviendas y los más intentan " abastecerse de provisiones, permanecer en calma y actuar con responsabilidad", como les aconsejó el primer ministro, Percival Patterson. Considerado uno de los más violentos huracanes de la última década, Iván trae vientos sostenidos de 260 kilómetros por hora, se encuentra al sur de Haití y a unos 300 kilómetros al sudeste de aquí hacia donde se dirige a una velocidad de 20 kilómetros por hora, según el último parte meteorológico.
10-9-2004 |