Las otras brisas que baten en Güira de Melena

Silvia Barthelemy

Cerca de 45 kilómetros separan de la capital a Güira de Melena, un municipio de la provincia de La Habana, cuya principal actividad económica es la agricultura. Güira es un territorio de mucho movimiento. Su arteria más concurrida, la calle 82, está todo el día repleta de gente que va y viene del campo, o de las otras labores que allí se desarrollan.

Foto: JUVENAL BALÁNLa reparación de las 40 máquinas
 de riego del territorio es
 una de las prioridades.

En esa vía es usual la presencia de camiones, tractores y carretas que transportan cultivos varios hacia otros municipios de la provincia y a Ciudad de La Habana. También el tránsito de bicicletas es muy numeroso pues este constituye el principal medio de transporte en esa localidad.

A diez días del paso de Charley por esa zona son otros los vientos que soplan. Su gente ya no habla tanto de los daños causados, o de la altura que alcanzaron las olas en la playa de El Cajío (hasta 2 metros). Ahora las brisas que corren traen consigo la recuperación.

Aunque todavía son visibles las huellas de Charley en la población y en su cotidianidad (más de 4 000 viviendas afectadas, continúan sin fluido eléctrico, las fuentes de abasto de agua funcionan empleando motores diésel, en otras zonas se recibe agua mediante carros pipas), la afectación más severa recayó en la agricultura.

Las pérdidas se concentran en más de 400 000 quintales de plátanos en cosecha (todas las caballerías, 61,6 sufrieron daños), 110 000 de yuca y los quintales de malanga se encuentran aún sin cuantificar. Las 40 máquinas de riego del territorio fueron averiadas.

Pero las autoridades del municipio, junto a obreros de la Empresa de Cultivos Varios (ECV), campesinos y fuerzas de otras provincias están en pleno proceso de recuperación. Todos conocen que en la dieta alimenticia de los habaneros y en la de buena parte de los capitalinos las producciones agrícolas de Güira de Melena tienen una presencia importante. El año pasado se recolectaron allí más de 2 millones de quintales de cultivos varios destinados a la población de las dos Habana.

Hasta la fecha se han recuperado 25 caballerías, a un ritmo de recogida de 
2 000 quintales diarios. Los plátanos que no poseen calidad para el consumo humano se destinan, explicó Alfredo Ramos, subdirector de la ECV del territorio, para el consumo animal.

Otras acciones recuperativas se dirigen hacia la preparación de la tierra para la siembra de cultivos de ciclo corto (maíz, calabaza, tomate, col) que por las características del suelo de esa zona (ferralítico rojo) muy productivo, posibilitará que en los meses de noviembre y diciembre ya se puedan cosechar.

A la vez se adelantan las labores de la campaña de frío ( comienza en septiembre y culmina en febrero) en la que el principal cultivo es la papa. También se siembran ajo y cebolla.

En todos estos quehaceres están día y noche las manos y el esfuerzo de los obreros de la ECV del municipio ( 200 de ellos han perdido el techo de sus viviendas, pero no la capacidad para asumir la tarea urgente a que fueron convocados). También participan campesinos de las Unidades Básicas de Producción Cooperativa, Cooperativas de Producción Agropecuaria, agricultores de Güines, Melena del Sur, Sancti Spíritus y Las Tunas, especialistas de la Empresa de Talleres Agropecuarios, que en pleno surco reparan con yunques y mandarrias las máquinas de riego averiadas.

Héroes todos, que en el suelo rojo y productivo de Güira de Melena siembran también historias de entrega y de sacrificio, para recuperar lo que la fuerza ciega de la naturaleza destruyó.

 

24-8-2004