Las horas que hagan falta

FOTOS: JUVENAL BALÁN

Trabajamos cerca de 14 horas diarias. Damos entre 60 y 70 viajes por jornada. Por la noche se nos hace muy difícil la labor porque los equipos pesados no tienen luces y puede haber un accidente. Tenemos aquí 18 compañeros, 11 camiones de volteo, 2 cargadores y un buldócer en el vertedero. Aquí en 182 e/ 83 y 89, La Lisa, llegaron el agua y la electricidad: tremenda alegría tienen todos los vecinos. El resto queda por nosotros. Algunos de nuestros compañeros, aún tienen problemas en sus casas porque son de Guanajay, Artemisa, Bauta, pero estarán aquí igual que el resto hasta dejarlo todo saneado. (Juan Baró Velázquez, brigada 11 del contingente Blas Roca Calderío)

José Alberto, el liniero

Comienza a llover en La Lisa, a unos 500 metros de la Novia del Mediodía. En un poste eléctrico muy cerca del puesto de venta de productos del agro, un joven se aferra a terminar su labor. Colgado por la faja que lo protege, llave en mano, repara las líneas eléctricas. Al terminar, algo mojado, expresó con una sonrisa: Me gusta la línea; trabajar con la electricidad me apasiona y más aún cuando ves familias en la calle con niños, sin las ventajas que ella brinda. Además, es algo muy grande tener la posibilidad de ver la alegría en los rostros de mujeres, hombres, jóvenes y viejos, por el resultado de tu trabajo. (José Alberto Barrueta Alburquerque, 21 años, liniero de Guanabacoa)

 

23-8-2004