Estos momentos reclaman seriedad, disciplina y rigor Declaró Pedro Sáez, primer secretario del Partido en la capital, quien reiteró que "nada quedará sin solución". La provincia será capaz de reponerse María Julia Mayoral Todavía en el Oeste de la capital permanecen cientos de troncos de árboles y enormes pilas de ramas en el suelo, pese a la afanosa labor de saneamiento, y en toda la provincia las viviendas dañadas sobrepasan las 10 000, pero los efectos del huracán Charley se sienten con especial rigor en la falta de agua y de servicio eléctrico en numerosos hogares.
Para Pedro Sáez, miembro del Buró Político y primer secretario del Partido en Ciudad de La Habana, la provincia será capaz de reponerse con su esfuerzo propio y la ayuda de otros territorios. Para ello, en cada encuentro con los dirigentes de base del Gobierno y del Partido, y con las brigadas ocupadas en la recuperación, insiste en la necesidad de agilizar las reparaciones eléctricas y de sistemas de acueducto. A la población, recalca, hay que brindarle información precisa. No basta, ilustra, con explicar la cantidad de circuitos energizados dentro de la ciudad, pues aún en esos casos se hallan áreas sin servicio eléctrico por roturas en transformadores y otras averías menores. Se trabaja en todos los frentes a la vez: en la limpieza, el restablecimiento de los servicios básicos, en la reparación de viviendas, el acondicionamiento de naves, almacenes y otros inmuebles estatales, en el arreglo de los policlínicos y escuelas afectados, explica a Granma el dirigente partidista, convencido de que una apreciación justa de la situación actual requiere considerar problemas precedentes. Antes de que pasara el Charley —ejemplifica—, ya en la capital se estaba suministrando el agua mediante pipas a casi 100 000 personas, debido a la sequía. Presas como la Coca y Zarza siguen secas. Las fuentes de Cuenca Sur y Ariguanabo tampoco venían aportando los volúmenes normales y ahora, debido al huracán, presentan roturas en subestaciones de bombeo e impulsores que hacen más difícil la situación, aunque se trabaja con ahínco en las reparaciones, señala. Doy estas explicaciones, comenta, para subrayar una idea: estos momentos reclaman solidaridad, disciplina, rigor, seriedad en las evaluaciones y en el cumplimiento de los compromisos. Nuestra gente, lo sabemos, es dada a ayudarse: numerosos vecinos abrieron las puertas de sus casas para dar albergue a los necesitados, en los barrios desde el primer momento muchos trabajan en los arreglos y en la recogida de los desechos; cualquiera está presto para brindarle un cubo de agua a quien vive en sus alrededores. No obstante, hemos orientado que en cada localidad haya siempre un responsable a la hora de organizar la entrega de agua mediante los camiones cisterna para evitar negligencias o actitudes negativas. Aunque son casos aislados, indica, hemos detectado algunos piperos vendiendo agua. Eso no se puede permitir y se tomarán medidas rigurosas con los infractores. Además, hay entidades, que a cuenta de ayudar a sus empleados, han incumplido las orientaciones del Gobierno en relación con el uso de las pipas; esto tampoco puede permitirse. La capital se sabe que tiene un número de viviendas en regular y mal estado; los efectos del Charley sobre ese fondo no pueden considerarse de gran magnitud, aunque hay dañadas más de 10 000, entre ellas 385 que se derrumbaron. Para esas familias, asegura Sáez, también encontraremos soluciones. "Nadie debe dudar, los materiales van a llegar, seremos capaces de reparar y construir, pero por ahora muchos deberán mantenerse albergados por la seguridad de sus propias vidas". Como norma, agrega, los capitalinos son cumplidores de las medidas de la Defensa Civil; no obstante, otra enseñanza tras el paso del Charley es la necesidad de aumentar esa disciplina, pues en localidades centrales de la provincia hubo algunas personas que no quisieron evacuarse hasta el último minuto, cuando ya eran un peligro inminente los fuertes vientos y la lluvia. Entre las tareas más urgentes incluimos hoy el restablecimiento de los servicios de agua y de electricidad, vitales para la población. Nada quedará sin solución, reiteró Pedro Sáez.
17-8-2004 |